En la vereda Ceibas Afuera, 10 mujeres trabajan día a día en microempresas que les han permitido surgir y mantener a sus familias. En la vereda Ceibas Afuera, 10 mujeres trabajan día a día en microempresas que les han permitido surgir y mantener a sus familias. LA NACIÓN, NEIVA A 20 minutos de Neiva en la vereda Ceibas Afuera, casco rural de la ciudad, 10 mujeres madres cabeza de familia trabajan sin descanso en dos microempresas creadas por ellas mismas. Una de las microempresas elabora todo tipo de galletas para heladería, la otra se concentra en la fabricación de productos lácteos. Desde hace 14 años estas mujeres moldean y confeccionan sus sueños, a punta de arduo trabajo. Todas ellas se agrupan en la Asociación de Mujeres de Ceibas Afuera, que tiene como representante a Carmenza Vargas Murcia, una mujer líder que hace parte de la asociación y quien desde el inicio de los proyectos ha estado al frente del grupo. “Estos proyectos contaron en sus inicios con el aporte de Petrobras, luego ellos partieron y nosotras quedamos solas manteniéndolos, porque de aquí nos hemos visto beneficiadas varias familias de la zona. Es un trabajo netamente de mujeres, acá somos nosotras las que hemos metido el hombro para surgir y mantener a nuestras familias”, señaló Carmenza Vargas. Galletas Dannes Esta fábrica en la que laboran seis mujeres distribuidas en dos turnos, es la primera microempresa en la ciudad dedicada a la elaboración de galletas para heladería. La manufactura de las mismas se realiza con máquinas manuales que alcanzan altas temperaturas y frente a las cuales las mujeres trabajan sin reparo alguno. Ha sido tal el impacto de esta microempresa, que la mayoría de heladerías de Neiva son clientes fijos de ella. “Nosotras distribuimos a casi todas las heladerías y restaurantes de la ciudad, y en este momento estamos empezando a distribuir en distintos municipios del departamento. Aquí trabajamos duro pero lo hacemos con amor, porque esto es nuestro y nos permite subsistir con nuestras familias”, señaló Flor María Caquimbo, trabajadora de la microempresa. Por las manos de estas mujeres pasan obleas, barquillos, galletas, canastillas para banana split, conos, y hasta las ostias de algunas parroquias de la ciudad. En estos momentos distribuyen sus productos en municipios como Palermo, Rivera, Gigante, La Plata y gestionan la distribución en puntos fuera del departamento. Lácteos Las Ceibas En el mismo sector funciona Lácteos Las Ceibas, una microempresa dedicada a la elaboración de yogurt, quesillo y cuajada, donde cuatro mujeres trabajan día a día realizando labores, que según ellas, la gente piensa son sólo para hombres. “Nosotras acá hacemos de todo; batimos el queso, lavamos cantinas, cargamos bultos, es decir, hacemos oficios que para los demás son sólo para machos, pero lo hacemos porque por medio de nuestro trabajo hemos podido salir adelante con nuestras familias”, comentó Marta Cecilia Campo, trabajadora de la microempresa. Actualmente los productos lácteos fabricados por esta asociación son distribuidos en supermercados y utilizados en restaurantes de la ciudad. De la misma manera, distribuyen sus productos en otros municipios del departamento. En este caso, las cuatro mujeres también realizan tareas de distribución. “Las cuatro somos madres cabeza de familia y en este trabajo no sólo hacemos la producción, sino que también nos vamos por la ciudad a tocar puertas, a ofrecer y vender nuestros productos”, señaló Marta. Desde 1998 estas mujeres trabajan arduamente en las dos microempresas que nacieron como proyectos alternativos, para campear la falta de oportunidades y hoy son una realidad que ratifica el rol determinante que cumplen las mujeres en los distintos procesos productivos de la ciudad. “Desde acá nosotras aportamos al desarrollo y la economía de Neiva; no somos muchas pero trabajamos como pocas, porque no somos el sexo débil, estamos listas para trabajar cuando toque”, finalizó Marta Cecilia Campo.