Los diferentes hechos de violencia contra las mujeres en el Huila vuelven a poner sobre la mesa, la importancia de plantear políticas públicas que obedezcan a las necesidades de cuidado y protección de las mujeres. Ya van tres feminicidios en la región en lo poco que va de 2024.
El crimen de Mayerly Ipuz, encontrada semidesnuda con heridas a cuchillo en inmediaciones del Puente Santander, que une a Neiva con Palermo, ha vuelto a poner en la opinión pública el tema de la problemática en torno a las violencias (hay varias tipologías) hacia la mujer.
Este flagelo se ha hecho más evidente en la actualidad, reflejando la magnitud del problema y las inconsistencias del Estado a la hora de abordar de la mejor manera, estas situaciones.
Las cifras
La Procuraduría General de la Nación lleva reportados 21 casos de mujeres víctimas de feminicidio en lo que va el año 2024, de los cuales 3 han sucedido en el Huila, siendo el feminicidio de Mayerly Ipuz, uno de ellos.
Según registros del Observatorio Colombiano de Feminicidios, en el año 2021 los casos registrados en el Huila desde el mes de julio hasta diciembre, fueron 8; en el 2022, los casos presentados desde el mes de febrero hasta diciembre, fueron 10; para el año 2023 los feminicidios registrados desde el mes de enero hasta octubre, fueron 8. Evidenciando así, que el año con más casos de violencia contra la mujer, que terminaron en asesinato, fue en el 2022.
Lourdes Mateus, concejala de Neiva por el Pacto Histórico, afirma que “hay que recordar que la violencia sistemática contra la mujer, viene en aumento desde hace varios años, sin que se reciba una respuesta adecuada por parte de los entes territoriales” haciendo referencia precisamente de las falencias que se encuentran desde las propuestas de gobierno con respecto a las políticas públicas, además enfatiza que “los feminicidios, son la parte máxima de la violencia hacia las mujeres”.
No hay lugar seguro
“El ser mujer de una u otra forma, ha significado andar con miedo en la calle”, resalta Ximena Chamorro, activista integrante de los colectivos feministas, Red Huilense de Defensa y Acompañamiento de Derechos Sexuales y Reproductivos, y Las Juanas Colectiva Feminista.
Para Chamorro, es crucial que las diferentes Ías (Fiscalía, Procuraduría, Defensoría, entre otras) estén realmente preparadas para atender estos casos de violencias basadas en género, que no sea solo “denuncien y denuncien”. Las colectivas feministas de la ciudad de Neiva, en conjunto, han venido desarrollando investigaciones enmarcadas en las violencias contra las mujeres, en especial, el acoso callejero, con una exposición realizada en el centro de convenciones José Eustasio Rivera, llamada “Pa’ la calle sin acoso” lograron encontrar en la ciudad de Neiva, 480 puntos de acoso.
De las 364 mujeres con rangos de edad entre los 11 y 52 años participantes de la investigación, el 90.4% señalaron haberse sentido acosadas en la ciudad, “allí encontramos los diferentes tipos de acoso, el acoso verbal, físico, sexual”, siendo muy alta la cifra de acoso en espacios públicos para las mujeres neivanas.
Además de la violencia callejera mencionada anteriormente, las violencias se presentan en general, en todos los ámbitos de la vida diaria de la mujer: familiar, laboral, comunitario, escolar y social, donde las víctimas pueden experimentar cualquier tipo de daño: físico, psicológico, económico, sexual o emocional.
La concejala Mateus reconoce que en la ciudad hay una política pública que busca la eliminación de estas violencias, “pero se ha sido poco efectiva en muchos escenarios, porque se nos queda como limitada a que las mujeres coloquen o no coloquen la denuncia”. Sin embargo, aproximadamente el 90% de los casos de estas denuncias, no tienen representación jurídica, quedando expuestas a las violencias que vienen sufriendo.
¿Por qué feminicidio?
El feminicidio es tipificado como un delito autónomo por la ley 1761 de 2015, en lo que se define como el asesinato de una mujer por su condición de mujer o por motivos de su identidad de género” esta ley se crea a partir de uno de los casos más crueles de feminicidio en Colombia, el de Rosa Elvira Cely, quien fue violada, torturada y asesinada por Javier Velazco.
Lo concerniente a los feminicidios, según los datos recolectados por el Observatorio, arroja que existe mayor incidencia en mujeres entre 30 a 34 años con 9 casos; seguido de cerca por las de 20 a 24 años con 8 y de 25 y 29 años con 8, el rango de 20 a 34 años es el de mayor vulnerabilidad. Las edades extremas, niñas (0-9 años) y mujeres ancianas (70-80 y más años) son las menos afectadas. En las mujeres adultas existen dos rangos de edad: de 35-39 años y 45-49 años en los cuales se observa un descenso significativo de feminicidios, pero no es posible hacer una referencia de los factores asociados.