El Canciller Murillo sigue lavándose las manos por tema de Venezuela y aunque mantiene su posición sobre que nadie del Gobierno Petro debería ir a posesión de Maduro, en las últimas horas dio un giro y manifestó que la decisión de asistir o no la debe tomar el presidente Petro. La posesión de Maduro está prevista para este 10 de enero.
Hernán Guillermo Galindo M
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El canciller Luis Gilberto Murillo, comenzó a cambiar su posición frente a la crisis poselectoral en Venezuela, tras la jornada del 28 de julio de 2024, en la cual Maduro fue proclamado por el régimen como mandatario reelecto hasta 2031.
Después de cinco meses de las polémicas elecciones, Murillo hasta ahora está dando un giro en sus declaraciones porque durante semanas nunca tuvo una posición clara y no rechazó ni reconoció la supuesta victoria de Maduro.
Murillo se limitaba a decir, en defensa férrea a Petro, que Colombia esperaba que el régimen hiciera públicas las actas, algo que no ha pasado y no pasará porque la ceremonia de posesión está prevista para el 10 de enero en el Palacio de Miraflores en Caracas, Venezuela.
Ahora, en medio de un posible remezón ministerial, Murillo dice que él siempre ha tenido una postura de no asistir a dicho evento diplomático. “Mi preferencia es que no asista nadie, pero depende de la decisión que tome el presidente sobre si va o no”, dijo en entrevista radial con La FM.
Agregó: “Yo he dicho que lo mejor es que no haya asistencia, pero hay un tema mucho más técnico que tiene que ver con las relaciones de Estado a Estado. El hecho de no reconocimiento no implica que no tengamos esa relación”.
Sobre la posible asistencia de Petro a la posesión, Murillo dijo que el mandatario está analizando la situación y que “nosotros podemos tener opiniones, pero el presidente tomará su decisión y la comunicará”.
Murillo dijo que la presencia del embajador de Colombia en Venezuela, Milton Rengifo, se da por descontada porque él vive en la capital venezolana y es el encargado de mantener las relaciones entre Estados.
“Lo de menos es asistir a la posesión o no, no es lo más importante de la política exterior nuestra. Uno de los temas complejos es lo de Venezuela, seremos respetuosos de la soberanía, pero las actas son fundamentales y no se dieron. Sin actas, no habrá reconocimiento”, reiteró en la entrevista con ese medio radial.
El canciller ha sido blanco de duras críticas por sus débiles posturas frente a lo que ocurre con la dictadura venezolana e, incluso, el expresidente Juan Manuel Santos le lanzó un fuerte dardo en diciembre. “Es cuando un canciller con carácter debe imponerse, a menos que quiera seguir de alcahueta”, dijo el exmandatario, haciendo referencia a toda la situación en Venezuela.
Llama la atención que el cambio de postura de Murillo se da cuando se está hablando de cambios en el gabinete ministerial y en un año preelectoral en el que se definirán candidaturas de cara a las elecciones de 2026.