Buscan de 40 a 60 desaparecidos en accidente de crucero que dejó tres muertos. Encarcelan al comandante del buque. En el barco viajaban 4.231 personas, a saber, más de 3.000 turistas. Buscan de 40 a 60 desaparecidos en accidente de crucero que dejó tres muertos. Encarcelan al comandante del buque. En el barco viajaban 4.231 personas, a saber, más de 3.000 turistas. ISLA DE GIGLIO, Italia (AFP) – Los equipos de rescate reanudaron la búsqueda de dos sobrevivientes que permanecen a bordo del “Costa Concordia”, cuando los desaparecidos se cifran de 40 a 60 en el naufragio del crucero, que encalló con más de 4.000 personas a bordo en la costa oeste de Italia y dejó tres muertos, un peruano y dos franceses. El accidente se produjo cuando el “Costa Concordia”, con 4.229 personas a bordo, la mayoría turistas italianos, franceses y alemanes, chocó con una roca cerca de la isla de Giglio, según los elementos recabados. Dos personas, un hombre y una mujer, fueron encontrados con vida a bordo. Los dos sobrevivientes respondieron a los equipos de salvamento, que todavía no han podido llegar hasta ellos porque se encuentran en puentes inferiores, precisaron los bomberos. La fiscalía de Gressetto decidió la encarcelación del comandante del “Costa Concordia”, Francesco Schettino, después de varias horas de interrogatorio, coincidiendo con el inicio de una polémica por la trayectoria seguida por el barco, demasiado cerca de la costa según algunos testigos. La capitanía del puerto de Livorno, que coordina las labores de socorro, informó el sábado por la noche que unas 40 personas que figuraban en las listas de ocupantes del “Costa Concordia” no fueron localizadas aún. Cosimo Nicastro, portavoz de los guardacostas, estimó entre 50 y 60 el número de personas que faltan. Uno de los muertos es un miembro peruano de la tripulación, según fuentes locales. Los cuerpos de los tres fallecidos, que aparentemente se ahogaron, se encuentran en la morgue de Orbetello, ciudad situada frente a Giglio. La fiscalía ordenó su autopsia. Fuentes médicas dijeron que había además unos 42 heridos, dos de ellos graves. Otros 26 fueron dados de alta. Milagro en el mar En el barco viajaban 4.231 personas, a saber, más de 3.000 turistas de diferentes nacionalidades, aunque la mayoría italianos, y un millar de miembros de la tripulación. La Cancillería brasileña informó de que los 53 ciudadanos de esta nacionalidad que viajaban en el barco (47 turistas y 6 tripulantes) están a salvo. Lo propio hizo la embajada argentina en Roma con respecto a los 18 argentinos que iban en el paquebote. Los rescatados fueron trasladados de Giglio al puerto de Santo Stéfano, en la península de Argentario, en la costa oeste italiana. En la isla sólo quedan ya los socorristas, buceadores y nueve miembros de la tripulación que ayudan a orientarse a los socorristas en las entrañas del barco, un inmenso paquebote de 290 metros de eslora que se encuentra recostado sobre el lado izquierdo, en parte sumergido. Dramáticos relatos Algunos de los viajeros compararon los momentos vividos a las escenas de pánico del Titanic. “Era plena noche, hemos tenido todos mucho miedo, pero hemos tenido suerte de estar cerca de tierra” firme, en concreto una de las puntas de la isla rocosa de Giglio, explicó a la AFP José Rodríguez, un hondureño de 43 años que trabajaba en el crucero como barman. El “Costa Concordia” realizaba un crucero de una semana por el Mediterráneo cuando chocó aparentemente contra una roca cerca de la isla de Giglio, en el sur de la Toscana. Muchos de los pasajeros se encontraban cenando cuando encalló el buque y por el pánico algunos saltaron al agua helada. Una pasajera periodista, Mara Parmegiani, denunció a la televisión la falta de preparación de la tripulación, afirmando que el “personal no estaba para nada adaptado, hubo problemas cuando los botes salvavidas fueron bajados al mar y el piloto (del suyo) tuvo que ser reemplazado”. La mujer también afirmó que algunos chalecos salvavidas “no funcionaban, así como las lámparas” de emergencia. Algunos turistas franceses trasladados a Marsella (sureste de Francia) denunciaron las “mala organización para desembarcar los botes, muchos empujones y después, en tierra, nada” para acogerlos, denunció Elisabeth. Otro turista francés, Joël Pavageau, denunció que se tardó en dar la orden de evacuación 45 minutos. “Nos pedían mantenernos sentados, cuando el barco ya se hundía”, criticó. Para el único periodista de la isla de Giglio, Giorgio Fanculli (a cargo de la web www.giglionews.it), la causa del naufragio es que el barco pasó “demasiado cerca, mucho más de lo habitual” de la costa y golpeó una roca. El director general de Costa Crociera, Gianni Onorato, manifestó su “gran dolor a las personas que sufren” y negó que el barco se desviara de su trayectoria habitual. “No es correcto decir que el barco estaba fuera de su ruta” habitual, declaró a los periodistas. El comandante Schettino, horas antes de ser detenido, declaró que “según la carta náutica, debería haber habido suficiente agua” bajo del barco para no encallar. Para Onorato, lo único cierto es que el barco “ha golpeado una roca” y que las labores de evacuación se vieron dificultadas por la súbita inclinación del barco. Ayuda a colombianos A través de un corto mensaje en su cuenta de twitter, el presidente Juan Manuel Santos expresó su alegría al conocerse que los 10 colombianos que iban a bordo del buque que naufragó en Italia estaban entre los sobrevivientes. “Gracias a Dios los colombianos que estaban en el barco que naufragó en Italia están sanos y salvos. Embajada les prestará toda su ayuda”. Entre tanto, Inés Montaño, una camarera colombiana del crucero Costa Concordia, aseguró que el inicio del operativo de rescate tardó “como cuatro o cinco horas” y recordó en declaraciones a RCN Radio que cuando encalló la nave ella se encontraba todavía trabajando con sus compañeros y que las labores de evacuación de los pasajeros no arrancaron sino hasta “prácticamente como cuatro o cinco horas” después. Montaño hace parte de un grupo de diez colombianos que viajaban a bordo del barco, que según señaló se encuentran bien y aguardan para ser enviados a su casa.