La fe es una fuerza que nos impulsa a creer más allá de lo que nuestros ojos pueden ver; un acto de confianza soportado en la esperanza de que existe un camino y un propósito personal o colectivo que podemos alcanzar.
Para los cristianos, la fe es el fundamento de su relación con Dios, significa la posibilidad de entregarse a los designios de su sabiduría y su voluntad. También es un acto comunitario que se vive a través de la congregación y las diferentes actividades religiosas.
Con la llegada de diciembre, se aproxima la Navidad, considerada la época más hermosa del año. Aunque cada cultura ha creado sus propias celebraciones de la natividad, esta conmemora un tiempo de preparación espiritual para el nacimiento de Jesús de Nazaret.
En el año 1223, Europa occidental, el Medio Oriente y el norte de África sufrían las consecuencias derivadas de la guerra de las Cruzadas. Este conflicto, considerado como uno de los episodios más violentos de la humanidad, tuvo su origen en la disputa territorial por el control de Jerusalén y otros lugares sagrados.
En este contexto, San Francisco de Asís, conocido por su humildad y desinterés por lo material, junto a Clara de Asís, revive el nacimiento de Jesús al introducir el símbolo del pesebre en la celebración de la Navidad. Este evento ocurrió en Greccio, Italia, para promover una tregua mediante un pacto de reconciliación que regresara la paz y la esperanza a los pueblos de la región.
La geopolítica contemporánea se enfrenta a desafíos significativos, evidenciando tensiones globales que resuenan con el mensaje de justicia y liberación presente en el Magníficat, esa hermosa oración cristiana que proclamó María, madre de Jesús, durante la visita a su prima Isabel.
Hoy, la rivalidad entre potencias como Estados Unidos y China, el conflicto en Gaza, el cambio climático y el aumento de la desigualdad son cuestiones críticas que amenazan la estabilidad mundial.
Por su parte, Colombia enfrenta una profunda polarización política, económica y social que, sin duda, se intensificará en el 2025 con el arranque de las campañas para el Congreso y la Presidencia de la República.
Neiva, nuestra capital, enfrenta una grave crisis de incertidumbre. Las disputas entre sectores políticos, motivadas en su mayoría por intereses personales, ahondan la desesperanza de sus habitantes y mantienen a la ciudad sin un rumbo claro hacia donde transitar.
Que esta Navidad, inspirados por el propósito de San Francisco de Asís, nos impulse a una reflexión colectiva que fortalezca nuestra fe y confianza en la sociedad, las instituciones y nuestros gobiernos ¡Ojalá así sea!