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‘Necesitamos apoyo del Gobierno Nacional’ 1 16 septiembre, 2024
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‘Necesitamos apoyo del Gobierno Nacional’

‘Necesitamos apoyo del Gobierno Nacional’ 7 16 septiembre, 2024
Las vías de Baraya se encuentran en pésimas condiciones. Labriegos piden atención inmediata.
En total normalidad transcurren las concentraciones campesinas en el municipio de Tello y en la zona rural de Neiva. Los labriegos aseguraron que seguirán pacíficamente en el paro nacional agropecuario, hasta que encuentren soluciones a la difícil problemática social que afronta el sector. 

Para la comunidad campesina de Baraya es fundamental el desarrollo inmediato de obras de reparación en las vías terciarias de la localidad, porque aseguran los campesinos que aunque existen recursos destinados para el arreglo de las carreteras, la falta de gestión y la desidia con el sector rural, los tienen totalmente apartados.

Asimismo, las exigencias se relacionan con el acceso de calidad a los servicios de salud y educación para los campesinos, subsidios para el cultivo de las cosechas, cese de importaciones y atención integral para el sector rural.

No es rentable cultivar

Jaime Cuéllar, presidente de la Asociación de Juntas de Baraya, aseguró que actualmente no es rentable cultivar. “Es mejor negocio vender tintos en el pueblo. En la finca uno dedica mucho tiempo y trabajo que no se retribuye. Por eso venimos. A nosotros no nos obliga la guerrilla sino la misma necesidad y el Gobierno Nacional que no nos pone cuidado. Desafortunadamente los que manejan la información se inventan cualquier cuento para señalarnos y desacreditar esta protesta, pero nosotros estamos aquí es porque necesitamos apoyo”, manifestó Cuéllar.

Asimismo, el dirigente agrario cuestionó la corrupción estatal y la poca inversión en el sector agropecuario. “La plata de los colombianos se está quedando entre unos pocos, en los grandes industriales. Si nuestras condiciones fueran buenas no tendríamos nada que hacer aquí, pero no tenemos lo más elemental: vivienda, salud, ni educación. En el Régimen Subsidiado lo único que nos formulan es Ibuprofeno, Amoxicilina o Diclofenaco. Para un diagnóstico de una enfermedad primero lo someten a uno a trámites y demoras, y finalmente no lo mata a uno la enfermedad sino la falta de atención”, señaló.

“En la vereda La Troja, en el municipio de Baraya, hay 21 muchachos matriculados en el colegio, pero sólo están estudiando tres porque no hay servicio de recorrido escolar. No podemos pagarlo porque no tenemos cómo. En el campo sólo hay pobreza. Esto es lo que nos obliga a protestar”, reiteró.

“Nosotros venimos de manera pacífica. Esta es la única manera que tenemos para expresarnos. No somos empleados de empresas, no paramos ninguna fábrica, sólo nos queda salir a las vías. Esto es lo que las personas de las ciudades no entienden, ni los grandes comerciantes”, puntualizó.

‘Soy un campesino’

Robinson Cubillos tiene 54 años de edad y toda su vida ha transcurrido en la vereda Montellano de Baraya, en el norte del Huila. “Mis papás también fueron campesinos y ellos me enseñaron el trabajo duro. Todos los días nos levantamos a las 5:00 a.m., desayunamos, nos aseamos y labramos la tierra hasta las 5:00 p.m. Luego cenamos y nos acostamos. En la noche se acaba la vida para el campesino”, aseguró con fuerte acento huilense.

“Yo siembro café, yuca y plátano. Este es un trabajo que tiene mucho sacrificio. Para sacar un cultivo pequeño necesitamos primero desyerbar, abonar y fumigar, pero los insumos están muy costosos. Para producir una carga de café tenemos que dejarlo en el germinador durante mínimo 60 días. Luego lo embolsamos de cuatro a cinco meses y después, durante un año y medio, tenemos que ir abandonándolo cada cuatro meses para ver las primeras pepas de café”, señaló.

“A diario un cultivo pequeño requiere jornales, abonos, fumigaciones y nosotros no recuperamos lo que invertimos frente a lo que producimos. Antes uno le sale a deber al cafetal porque no da. Por eso estamos aquí. No tenemos vías para competir con el TLC, ni recursos humanos para mejorar la agricultura, ni subsidios del Estado para trabajar. No hay servicio de salud y nuestros hijos no tienen acceso a la educación. Queremos que ellos se eduquen”, aseguró.

“Nosotros le pedimos al Gobierno Nacional que en vez de estarle invirtiendo tanto a la guerra, le invierta al campo colombiano. Nosotros estamos voluntariamente acá, ciento por ciento, sin presión de nadie. Es mentira que nos están obligando. Esa desinformación es una estrategia del Estado para judicializarnos, para molestarnos, no es nada más”, reiteró.

“Nosotros somos personas pacíficas pero nos hemos equivocado por elegir a las personas equivocadas como nuestros gobernantes, porque ellos nunca nos cumplen los compromisos. Por eso estamos aquí y porque queremos que nos expliquen en qué están invirtiendo los recursos públicos porque no están llegando al pueblo, queremos que se investigue hasta las últimas consecuencias todos los actos de corrupción”, puntualizó.