“Neiva Nuestra Señora de la Limpia Concepción” según mi colega Carlos Amézquita Parra fue refundada hace 400 años. Excelente oportunidad para que el Gobierno Nacional, Departamental y Municipal, los empresarios, partidos políticos, académicos y sociedad civil le brindemos una muestra de gratitud a la ciudad que nos ha acogido y que seguramente para muchos seguirá siendo el lugar de realización de su proyecto de vida y el de su familia. No hay duda que haber asignado como Coordinador General de la organización de la efemérides al doctor Guillermo Plazas Alcid, fue un acierto por su extraordinaria calidad profesional, humana y vocación de servicio al desarrollo de la ciudad y el Departamento; existe un Comité de apoyo interinstitucional y espero que esté funcionando a plena marcha; sin embargo, al ingresar a la página WEB www.neivacuartocentenario.com se refleja el poco compromiso de otros actores que viven en la ciudad. La idea es que después de las fechas establecidas para la celebración, le quede a la ciudad además de las condecoraciones y menciones a personalidades, un valor agregado que permita realmente exaltar a una ciudad que cumple 400 años. Hay eventos programados como el concurso de pintura “Jóvenes Talentos” que promueve la Cámara de Comercio de Neiva y la Secretaría de Cultura y Turismo, la donación del maestro Arturo Flórez de 30 pinturas. Estos son ejemplos de amor por la ciudad. Ahora me surgen preguntas como ¿Qué le aportan nuestros congresistas y representantes a la Cámara a una ciudad que les ha contribuido con importantes votos? ¿Qué le aportan en sus 400 años a Neiva empresas como Bavaria (Sabmiller), Cocacola, Postobón, Éxito, Alcanos y otras a las que la ciudad le genera importantes ingresos?, ¿Qué se está pensando al respecto desde la Asamblea Departamental y el Concejo de Neiva?, ¿Qué proyectos de alto impacto social y cultural se han incluido en los planes de desarrollo? Sería muy conveniente que una ciudad de 400 años fuera merecedora de la modernización de las instituciones educativas existentes, hoy muy deterioradas, porque aún no se cree que la educación es la inversión más rentable para una sociedad. Hay que dotar a la ciudad de centros tecnológicos y de innovación acordes con el plan de productividad y competitividad, proveer a la ciudad de mejores escenarios deportivos, elaborar una investigación arquitectónica que desde otra perspectiva muestre la evolución de la ciudad. Hay que recuperar la estación del ferrocarril, el malecón sobre el rio Magdalena, la casa de José Eustasio Rivera (antiguo DAS), el aeropuerto aún sin terminar y mejorar los servicios públicos. A propósito, esta semana se cumplieron dos años de la muerte del doctor Jorge Villamil Cordovez y casi que pasa desapercibido en los medios de comunicación. Cómo olvidamos a nuestros mejores representantes.