Durante junio las festividades tradicionales del departamento, cuyo epicentro es Neiva incentivaron el gasto de los hogares. De acuerdo con Raddar, la ciudad presentó el mayor repunte nacional en consumo.
Durante junio en el marco de las tradicionales festividades de San Juan y San Pedro que dinamizan el sector comercio y de servicios, hubo una fuerte motivación por el consumo en Neiva y el gasto de los hogares opitas repuntó notablemente en comparación con las demás capitales del país.
Así se desprende de un informe elaborado por la firma Raddar, empresa que le ‘toma el pulso’ al consumo en Colombia y que analiza el comportamiento por ciudades.
Según el estudio, Neiva fue la ciudad con la mejor dinámica interanual durante el mes pasado y registró una variación real positiva del 2,19%, mientras que las 14 capitales restantes se ubicaron en terreno negativo.
Por el contrario la ciudad con el peor indicador fue Montería donde el gasto real disminuyó en el -5,26%.
Las festividades del San Pedro en Neiva impactan al transporte, gastronomía, alquiler de equinos, vendedores ambulantes, comercio formal, artesanal y de estética, según la Secretaría de Competitividad.
La noticia se da en medio de una retadora coyuntura debido a la desaceleración económica nacional, donde los hogares han optado por comprar menos, lo cual tiene un gran impacto en la generación de valor agregado.
Según el Banco de la República, los datos del PIB (0,9%) para el primer trimestre de 2024 mostraron que “la demanda interna continuó contribuyendo negativamente a la actividad económica debido a la contracción del consumo de los hogares (-0,1%) y al descenso de la inversión (-14,6%)2”.
Un crédito caro
Cabe anotar que mientras a junio Neiva arrojó una inflación anual de 6,24%, en montería fue mucho mayor y ascendió a 8,10%.
Es importante recodar que el Banco de la República ha tenido que hacer ajustes a la tasa de interés de política monetaria para frenar la inflación; primero aumentando la tasa de interés y luego reduciéndola y ello ha impactado el consumo.
Pero en este momento ya “existe consenso entre todos los miembros de la Junta Directiva de continuar con el proceso de reducción de la tasa de interés de intervención iniciado en diciembre del año pasado 2023. Ello es coherente con la tendencia decreciente que la inflación anual ha mantenido desde abril del 2023. Los directores concuerdan en que la política monetaria restrictiva ha cumplido con su objetivo de reducir el exceso de gasto de la economía, el cual, sumado a los múltiples y persistentes choques de oferta ocurridos a partir de la pandemia, desató la espiral inflacionaria más fuerte que haya sufrido el país desde la adopción del esquema de Inflación Objetivo a finales de 1999”, explicó el emisor.
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De acuerdo con el informe de Raddar, al detallar el comportamiento del gasto real en lo corrido del año a nivel de ciudades, se observa que son principalmente las ciudades de la región sur del país las que han tenido una mejor dinámica, escalando posiciones frente a las demás.
Indicó que factores como la importante recepción de remesas en esta región, “especialmente durante este año que ha batido récords en este concepto, podrían explicar en parte esta dinámica. Asimismo, el significativo peso de los alimentos en el presupuesto de los hogares en esta región, cuya inflación ha mostrado una marcada reducción respecto al año pasado, podría explicar la mejor dinámica en términos reales”.
Resaltó que en contraste, las ciudades de la región norte del país, como Montería, Barranquilla, Cúcuta y Cartagena, “han presentado un mayor deterioro en su capacidad de gasto, posiblemente explicado por el fuerte impacto de los precios de la energía en la región”.
Otra de las dinámicas a resaltar es que, a diferencia de años anteriores, son las ciudades intermedias como Neiva, las que han impulsado al alza la dinámica del gasto de los hogares, un papel que antes desempeñaban las ciudades principales, como Medellín.
Una de las mayores limitaciones en la dinámica del gasto de los hogares, especialmente en las ciudades principales, “ha sido la menor utilización del crédito”, subraya. Y, curiosamente, “La menor inclusión financiera en las ciudades intermedias del país puede explicar por qué el impacto no ha sido tan marcado en esas zonas. A pesar de esto, el considerable peso del gasto de los hogares en las ciudades principales no ha permitido que el gasto a nivel nacional muestre un mejor comportamiento”.
Por eso, a nivel nacional, en términos reales, el crecimiento anual del gasto fue de -1,9%. “La magnitud de esta contracción no se veía desde octubre de 2023”, recalcó. Y respondió “al nuevo repunte de la inflación en bienes no durables, donde algunos alimentos -por ejemplo la papa- vuelven a presionar el bolsillo de los hogares, adicionalmente, la inflación de servicios se mantiene estancada y teniendo en cuenta el peso de estos en el bolsillo, puede a su vez frenar el gasto”.
Finalmente, durante el primer semestre del año el gasto real retrocedió y fue de -0,24%, mientras que en el promedio histórico entre 2010 y 2019 había crecido un 3,19%. El panorama continúa siendo complejo.
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