Neiva arrojó 5,48 puntos de 10 posibles y siguió en el mismo lugar que un año antes en el Índice de Competitividad de Ciudades que presentó ayer el Consejo Privado de Competitividad; la ciudad, incluso, sacó menos de 1 punto en muchos de los 106 indicadores analizados.
CATERIN MANCHOLA
En la medición del Consejo Privado de Competitividad (CPC) y la Universidad del Rosario, donde se presenta un ranking del Índice de Competitividad de Ciudades (ICC), Neiva se ubicó en la posición 12 de entre 32 ciudades. La capital de Huila arrojó 5,48 puntos de 10 posibles y siguió en el mismo lugar que un año antes para cuando, además, registró exactamente la misma puntuación.
La versión 2022 del Índice se constituye a partir de 106 indicadores (datos duros) provenientes de fuentes oficiales del orden nacional, consolidando así un diagnóstico multidimensional de los territorios alrededor de 13 pilares y 4 factores: Condiciones habilitantes; Capital humano; Eficiencia de los mercados, y Ecosistema innovador. Fueron las calificaciones en todos estos aspectos lo que ubicó a Neiva como una ciudad estancada.
El primer factor, Condiciones habilitantes, refleja la dotación de equipamientos y capacidades institucionales básicas del territorio que permiten a sus habitantes gozar efectivamente de sus derechos. Así, este evalúa temas como la gestión de recursos y capacidad institucional, el acceso a la justicia, el desempeño en TIC y las condiciones ambientales.
Aquí Neiva se destaca por ser la cuarta en el pilar de infraestructura y equipamiento, logrando 5,6 puntos sobre 10, y de hecho es el mejor lugar que ocupa en toda la medición como tal, pues en los demás pilares le fue regular. En sostenibilidad ambiental se ubica en el puesto 10 con 4,4 puntos -retrocedió tres posiciones-; al igual que en instituciones en 5,6 puntos; y en adopción TIC, de 12 con 5 puntos.
El segundo factor, Capital humano, da cuenta de las condiciones que permiten a la población acceder a una mejor calidad de vida desde la salud y la educación (tanto básica como superior). En este, el pilar de salud es donde más se destacó como la quinta con 6,8 puntos -ganó seis puestos-. En los restantes dos se alejó bastante: en educación básica y media fue la 11 con 6,8 puntos -perdió un lugar-; y en educación superior y formación para el trabajo la número 18 -retrocedió cuatro puestos-, siendo esta la peor posición que ocupó en toda la medición como tal, además obtuvo apenas 3,6 puntos.
El tercer factor, Eficiencia de los mercados, da muestra de la facilidad para hacer negocios y el dinamismo laboral del territorio, teniendo en consideración variables como trámites, indicadores del mercado laboral, el sistema financiero o el tamaño de la economía local.
En este factor la mejor posición la ocupó en el pilar de sistema financiero donde fue la cuarta, con 6,9 puntos, siendo el mejor y más alto puntaje que pudo lograr en toda la medición frente a los demás pilares. En los restantes se separó de los primeros puestos: en entorno para los negocios se ubicó de 13, con 5,7 puntos; en mercado laboral de 12 y arrojó 6,6 puntos -avanzó siete lugares-; y en tamaño del mercado de 14 y sacó 5,1 puntos.
Finalmente, el factor de Ecosistema innovador hace un paneo de la diversificación productiva del territorio, así como sus capacidades y resultados en materia de innovación vista desde la investigación científica y la producción de conocimiento y propiedad intelectual. En este se incluyen los restantes 2 pilares de los 13 que contiene la medición. En la sofisticación y diversificación ocupó el puesto 16 con 5,5 puntos y, por último, en innovación el lugar 12, donde obtuvo una pésima calificación de solamente 3,2 puntos y es la peor frente al resto de pilares -permaneció en el mismo puesto-.
La herramienta presentada ayer es útil para trazar los objetivos de desarrollo para la ciudad, teniendo en cuenta las principales falencias que tiene la ciudad.
Los indicadores
Ahora bien, el Consejo Privado de Competitividad también entregó las calificaciones para los 106 indicadores, donde 0,00 es la más baja y 10 es lo más alto.
Así, los más bajos y vergonzantes puntajes de la ciudad que no superaron ni siquiera 1 punto fueron para: pasajeros movilizados vía aérea, en recaudo por eventos culturales, en bienes de interés cultural, en pasajeros movilizados por transporte público, en inversión en servicios ambientales, en inversión en ACTI, y en revistas indexadas en publindex donde de hecho sacó la más baja puntuación en 0,00.
De igual manera se rajó y no superó más de 2 puntos sobre 10 en diseños industriales, capacidad local de recaudo, inversión en salud pública, graduados en posgrado, y en proporción de estudiantes en IETDH matriculados en instituciones certificadas.
Y menos de 3 puntos arrojó en registro de marcas (2,01 puntos), en diversificación de la canasta exportadora (2,5), en grado de apertura comercial (2,2), en áreas protegidas (2,8), y en calidad de docentes de educación superior (2,8).
Además, en empleo vulnerable alcanzó apenas 3,7 puntos, en la cobertura bruta en formación universitaria 3,9, en cobertura bruta en formación técnica y tecnológica 3,1, en egresados del SENA vinculados al mercado laboral 3,7, en densidad empresarial 3,9; por citar algunos de los más bajos puntajes.