Pese a que la capital huilense fue incluida en la lista de los municipios que se beneficiarían con el convenio firmado en 2009 para la construcción de nueve megacolegios en el Departamento, a la fecha ni los diseños han sido aprobados.
Pese a que la capital huilense fue incluida en la lista de los municipios que se beneficiarían con el convenio firmado en 2009 para la construcción de nueve megacolegios en el Departamento, a la fecha ni los diseños han sido aprobados. Gobierno Departamental habría dejado de recibir $1.000 millones de parte de La Nación, por no ejecutar a tiempo el proyecto que beneficiaría a 3.500 niños y jóvenes del sur de la ciudad.
INFORME ESPECIAL MILTON JAVIER GUARNIZO LA NACIÓN A solo nueve días de que finalice el plazo para la ejecución del convenio 1085 firmado en noviembre de 2009, en el que se incluyó la construcción del megacolegio IV Centenario ‘Rodrigo Lara Bonilla’, un proyecto que beneficiaría a por lo menos 3.500 niños y jóvenes de los 16 barrios de la Comuna Seis y a la comunidad del corregimiento El Caguán en el sur de la ciudad, las obras nunca arrancaron. Hace dos años se mostró el proyecto como uno de los más importantes del Departamento, en el marco de la celebración del cuarto centenario de Neiva. Sin embargo, a la fecha ni siquiera se han aprobado en su totalidad los estudios y diseños del megacolegio, proyectado para contar con 43 aulas de clase, 13 baterías sanitarias, 2 laboratorios y un área administrativa. La ilegalidad del predio donde se planeaba construir el megacolegio, la falta de planeación y la insuficiencia de recursos para ejecutar la totalidad de la obra, cuyo costo estaría entre $7.000 y $12.000 millones, frenaron la ejecución de un proyecto que hace parte del convenio firmado por 21.175 millones de pesos entre el Departamento, La Nación y la Federación Nacional de Cafeteros para la construcción de nueve megacolegios en el Huila. Según la Secretaría de Educación de Neiva, mil millones de pesos aportados por el Ministerio de Educación se tienen que devolver, porque la obra no se realizó dentro del plazo de ejecución del convenio, cuya fecha límite es el próximo 31 de diciembre. Por su parte, la secretaria de Educación departamental, Gladys Canacué Medina, afirmó que el único recurso que existe corresponde a 2.500 millones de pesos aportados por la misma Administración Departamental, dinero con el que según Fonade (entidad contratada por el Ministerio de Educación para supervisar la ejecución de los proyectos), alcanzaba para la construcción de la primera fase. Pero Canacué Medina, por el contrario, señaló que se requieren 4.136 millones de pesos para la construcción de la primera etapa. Los 2.500 millones de pesos aportados por la Gobernación tendrán que ser devueltos por la Federación Nacional de Cafeteros, entidad responsable de la ejecución del proyecto. Megacolegio en vilo Neiva recibió como una gran noticia la construcción de un megacolegio en la Comuna Seis, una de las zonas más deprimidas de la ciudad, por los altos niveles de delincuencia y pobreza. El gobierno de Luis Jorge ‘Pajarito’ Sánchez lo prometió y todo pintaba bien. El 5 de agosto de 2010, ocho meses después de iniciado el convenio 1085, se firmó una adición por 2.500 millones de pesos para la construcción del colegio IV Centenario ‘Rodrigo Lara Bonilla’. Para entonces se afirmaba que el megacolegio sería un hecho. Dos años después la realidad es otra: las obras nunca arrancaron y según la Secretaría de Educación de Neiva, los mil millones de pesos que el Ministerio de Educación dispuso para invertir en la obra tendrán que ser devueltos por el Departamento, por no haber sido ejecutados dentro del plazo del convenio. “El Ministerio de Educación aportó mil millones de pesos para este proyecto. Esos dineros no se ejecutaron y por lo tanto tienen que devolverse y adelantar el próximo año la gestión para que el Ministerio vuelva a disponer de esa plata y que finalmente pueda ser invertida en este proyecto”, aseguró el secretario de Educación de Neiva, Faiver Hoyos Hernández. Contrario a lo manifestado por el funcionario, la secretaria de Educación del Huila, Gladys Canacué Medina, afirmó que el apoyo del Gobierno Nacional, que se retiró del convenio en diciembre de 2011, se limitó al aporte de dineros para la elaboración de los diseños. “El Ministerio aportó solamente 411 millones de pesos para los estudios y diseños. Los 2.500 millones de pesos que se tenían para el megacolegio de Neiva, son recursos propios del Departamento y como el convenio se liquida el 31 de diciembre, la Federación de Cafeteros debe devolvernos estos dineros y el Gobierno Departamental, conjuntamente con el Alcalde, vamos a buscar la financiación total para el proyecto”, señaló Canacué Medina. Según Faiver Hoyos Hernández, el compromiso del Municipio es darle viabilidad financiera al proyecto en el 2013 y gestionar los recursos pertinentes ante el Ministerio de Educación, por lo que la ejecución del proyecto dependerá de la disponibilidad presupuestal del Gobierno Departamental y Municipal, así como de la voluntad del Gobierno Nacional. “El compromiso es hacer la gestión desde el 2013, para poder tener ya los diseños completamente avalados por Fonade, y empezar a tocar puertas para que con el apoyo de la Gobernación del Huila podamos hacer un fondo común, aportar los dineros y poder comenzar la construcción del colegio en un primer bloque, que requiere una inversión entre 2.000 y 4.000 millones de pesos. Desafortunadamente se tiene que ejecutar en distintas fases o etapas porque no hay dinero disponible”, afirmó el funcionario. Los tropiezos del proyecto A los inconvenientes que ha tenido el convenio para la construcción de los ocho megacolegios por presuntas irregularidades e inconsistencias en el proceso de contratación y en la ejecución de las obras, en Neiva la ilegalidad del predio donde se proyecta construir el colegio IV Centenario ‘Rodrigo Lara Bonilla’, la falta de planeación y la escasez de recursos impidieron que hoy 3.500 niños del sur de la ciudad puedan disfrutar de la infraestructura escolar. Para la Secretaria de Educación del Huila, el mayor obstáculo ha sido el proceso de aprobación de los diseños por parte de Fonade. Hoy, los planos no han sido aprobados en su totalidad y por ende ni las licencias de construcción han sido expedidas. “Somos conscientes de que el plazo de ejecución del convenio termina el 31 de diciembre y no sabemos aún cómo queden los diseños aprobados. No se contó a tiempo con los estudios y diseños; bajo esta situación no hay posibilidad de arrancar ninguna obra, y en eso la Federación se ha demorado, a pesar de que los recursos se giraron hace más de dos años. La Federación de Cafeteros asumió la responsabilidad de ejecutar el proyecto desde el 2010 y no le ha cumplido al Departamento”, aseguró Canacué Medina. Según el arquitecto Carlos Cedeño, contratado a finales del 2011 para la elaboración de los diseños, las condiciones en que se encontraba el terreno para la construcción del megacolegio IV Centenario retrasó la aprobación de los mismos por parte de Fonade. “Arrancamos con el proceso de aprobación en febrero de este año. El lote del colegio estaba a nombre de una fiducia que tiene el Municipio con la Fiduciaria Bogotá. El Ministerio de Educación y Fonade no aprobaban que el lote estuviera en esas condiciones. Después de cuatro meses pudimos lograr que Fonade nos aprobara el lote, porque la fiducia dice que el lote debe ser utilizado única y exclusivamente para la construcción de un colegio”, aseguró el contratista, quien agregó además que a la fecha, sólo están pendientes de aprobación los estudios estructurales. Según Hoyos Hernández, un concepto de la Oficina Jurídica de la Gobernación, tras los inconvenientes en la ejecución del convenio, estimó inviable la construcción del megacolegio de Neiva por la alta inversión que se requiere y la carencia de recursos. “Aquí lo que se ha hecho es curarse en salud y evitar que, por el afán de salir a realizar una obra, no podamos terminarla y a dejar un elefante blanco tirado, que genere investigaciones y muchos más traumas de los que tiene hoy la educación en Neiva. El proyecto no fue bien planeado, proyectaron unos diseños con costos mucho más altos al presupuesto que se tenía, los 2.500 millones de pesos que había en caja no alcanzaba para desarrollar la obra, porque se requiere una inversión entre 7.000 y 12.000 millones de pesos”, señaló el funcionario. ¿Por qué no se construyó la primera fase? Sonia Castellanos, gerente de la supervisión del convenio por parte de Fonade, afirmó que en el caso del megacolegio de Neiva, se establecieron dos etapas de ejecución: la primera, elaboración de estudios y diseños. La segunda, construcción de la primera fase, que incluía la edificación de 16 aulas, 2 laboratorios, 2 baterías sanitarias y una biblioteca, por un valor de 2.498 millones de pesos. “En agosto de 2010 se hizo una adición por 2.500 millones de pesos para el megacolegio de Neiva, dinero que según las condiciones del proyecto estaba proyectado para la primera fase de construcción”, señaló la funcionaria. En total, el megacolegio IV Centenario ‘Rodrigo Lara Bonilla’ está proyectado para contar con 43 aulas de clase, 13 baterías sanitarias, 2 laboratorios y el área administrativa. ¿por qué no se invirtieron los recursos para la primera fase del megacolegio, pese a que se adicionaron los recursos en agosto de 2010? Según la Secretaría de Educación del Huila hubo dos obstáculos: el primero, sin diseños no puede haber obra y segundo, contrario a lo manifestado por Fonade los recursos con que se cuenta a la fecha no alcanzaban ni para ejecutar una primera fase. “El megacolegio de Neiva tenía un costo de acuerdo a los diseños, de 7.000 millones de pesos, de los cuales, el Departamento solamente giró 2.500 millones de pesos. Sin estudios y diseños, no podíamos arrancar con la obra y el Gobierno Departamental considera que se debe garantizar la totalidad de los recursos para que no tengamos las dificultades que se han presentado en los otros colegios que se construyeron a través de este convenio”, aseguró Canacué Medina, titular de la cartera. La funcionaria señaló además que se debe buscar la firma de un nuevo convenio, pues el Ministerio de Educación terminó toda relación contractual a finales de 2011. “La Gobernación tiene la intención de seguir con el aporte, y que a través de la Alcaldía y el Ministerio si es posible, se garantice el resto de dinero, para evitar arrancar con un colegio que se va a dejar a medias por falta de recursos”, indicó la Secretaria de Educación del Departamento Y aunque la supervisión del convenio por parte de la Gobernación señala que no hay culpables, la evidente falta de planificación y la carencia de recursos hicieron que el megacolegio para Neiva hoy sea una fantasía. “Cualquier proyecto que no se ejecute, en lugar de generar beneficios crea traumatismos porque no se logra materializar la obra, que en este caso estaba proyectada para beneficiar a la población de la Comuna Seis de la Ciudad. Pero tampoco podemos culpar a ninguna de las partes intervinientes, cuando el mismo convenio está supeditado a procesos de legalidad”, afirmó el arquitecto Fernando Hernández, supervisor del convenio por parte del Gobierno Departamental. Dos años y cuatro meses después de que se incluyera a Neiva como uno de los municipios beneficiarios del convenio con el Ministerio de Educación y la Federación Nacional de Cafeteros, el megacolegio IV Centenario ‘Rodrigo Lara Bonilla’ sigue siendo el sueño de los padres de 3.500 jóvenes y niños de la Comuna Seis y el corregimiento El Caguán, quienes anhelan un colegio con condiciones óptimas de infraestructura y calidad educativa para la formación de una población que por años ha sido azotada por la delincuencia y la inseguridad. El monte y la maraña es lo único que se observa en el lote que se encuentra ubicado a un costado del proyecto de vivienda ‘Neiva Cuarto Centenario’, en el que se proyectó construir el megacolegio ‘Rodrigo Lara Bonilla’. A la fecha, ni los diseños del proyecto, con el que el Gobierno Departamental pretendía beneficiar a por lo menos 3.500 niños y jóvenes del sur de la ciudad, están aprobados en su totalidad. La falta de planeación tiene hoy en vilo el proyecto que busca beneficiar a la Comuna Seis de la ciudad.