La violencia contra la mujer, sea violencia de pareja o violencia sexual, constituye un importante problema de salud pública La violencia contra la mujer, sea violencia de pareja o violencia sexual, constituye un importante problema de salud pública y una violación de los derechos humanos. Las cifras reveladas por distintas organizaciones demuestran la gravedad de esta pandemia que sigue creciendo y de la cual no es ajeno el Huila. Los patrones sociales estructurales que fomentan la discriminación, la exclusión y la subordinación ubica a las mujeres en una situación de desventaja. Diariamente, las mujeres en Colombia son víctimas de violencia física, psicológica, sexual, patrimonial y económica en el ámbito familiar, en su comunidad, en el trabajo, en instituciones educativas, establecimientos de salud y, en otros espacios públicos y privados. Al menos una de cada tres mujeres en el mundo ha padecido a lo largo de su vida un acto de violencia de género (maltrato, violación, abuso, acoso). Este tipo de violencia es la primera causa de muerte o invalidez para las mujeres entre 15 y 44 años. Cada minuto seis mujeres colombianas son víctimas de algún tipo de violencia y tres son asesinadas cada mes, según el Centro de Información del Sistema de Naciones Unidas (Cinu). El promedio nacional de violencia contra la mujer es del 88 por ciento. En Neiva alcanza un promedio del 91 por ciento, es decir, de cada 100 hogares 91 mujeres dicen en algún momento de su vida haberse sentido agredidas, según lo reveló recientemente la Corporación Casa de la Memoria. En los primeros cinco meses de este año en Neiva 953 mujeres fueron maltratadas en diferentes escenarios, lo que demuestra la gravedad de este fenómeno. Y lo más grave: La mayoría de los casos de violencia contra las mujeres en Colombia no son formalmente investigados, juzgados y sancionados por el sistema de administración de justicia y, que en consecuencia, existe un patrón de impunidad sistemática en las actuaciones y el procesamiento judicial de estos casos. La violencia contra la mujer adopta formas diversas, incluidos la violencia en el hogar; las violaciones; la trata de mujeres y niñas; la prostitución forzada; la violencia en situaciones de conflicto armado, como los asesinatos, las violaciones sistemáticas, la esclavitud sexual y el embarazo forzado; los asesinatos por razones de honor encabezan la lista de esta nefasta práctica. Esta reprobable conducta se registra en todas las sociedades del mundo. Y sin distinción de posición económica, raza o cultura. La posición y condición de las mujeres no sólo define el grado de desarrollo socio-económico de una nación, sino también su grado de desarrollo democrático. Mientras no lo logremos seguiremos en la caverna, como lo reiteró Kofi Annan, secretario General de Naciones Unidas: “La violencia contra la mujer es quizás la más vergonzosa violación de los derechos humanos. No conoce límites geográficos, culturales o de riquezas. Mientras continúe, no podremos afirmar que hemos realmente avanzado hacia la igualdad, el desarrollo y la paz”. En el Día Internacional de la no violencia contra la mujer, rompamos el silencio. Ni una más, nunca más, debe seguir siendo la bandera. “En el Día Internacional de la no violencia contra la mujer, rompamos el silencio. Ni una más, nunca más, debe seguir siendo la bandera”.