El caso de la pequeña Alisson, raptada por una mujer de los brazos de su adolescente madre en Bogotá y felizmente recuperada, ha puesto sobre el tapete nacional de las discusiones el ya crítico problema de embarazos en niñas menores de 14 años, edad límite que la ley ha previsto para considerar que a partir de la misma puede haber consentimiento en las relaciones sexuales. El caso de la pequeña Alisson, raptada por una mujer de los brazos de su adolescente madre en Bogotá y felizmente recuperada, ha puesto sobre el tapete nacional de las discusiones el ya crítico problema de embarazos en niñas menores de 14 años, edad límite que la ley ha previsto para considerar que a partir de la misma puede haber consentimiento en las relaciones sexuales. La madre de Alisson habría quedado embarazada antes de cumplir esa edad aunque el padre de la bebé, ese sí adulto, alega que la relación se produjo después de los 14 años, asunto que deberá dirimir la j usticia técnicamente, pero lo que aquí está pendiente es cómo el país va a afrontar la grave problemática de que sus niñas, miles de ellas entre 10 y 14 años, pasan de las muñecas de plástico a cuidar bebés suyos de verdad, sin contar con la altísima tasa de fecundidad de las adolescentes entre 15 y 19 años, cuyas estadísticas señalan que una de cada cinco muchachas en ese rango ya tiene por lo menos un hijo. Por supuesto la cifra más alta es entre jovencitas de estratos bajos, en donde casi una de cada tres ya es madre, disminuyendo la cifra a medida que aumenta el nivel socio económico. Mientras esto sigue ocurriendo, la educación sexual es casi invisible en nuestro sistema educativo y los padres, primeros responsables, sólo transmiten a sus hijos lo poco o nada que recibieron en esa materia, o distorsionan los mensajes creando más confusión entre los aturdidos muchachos. Véase, por ejemplo, en las estadísticas de encuestas oficiales, que el uso del condón en la primera relación sexual de las adolescentes, es mayor en Bogotá con un 56,9% y el menor uso está en la región Caribe con el 36,1%. Las adolescentes con menor educación usaron condón en la primera relación sexual sólo en un 23.2%, mientras que las que tienen educación superior lo usaron en un 64.7%, es decir tres veces más. Ahora bien, en cuanto al embarazo de niñas, la ley penal es clara en señalar como delito cualquier relación sexual con menores de 14 años pues se presume la ausencia de consentimiento y el aprovechamiento de condiciones de inferioridad. Y aunque eso dice la ley, la realidad indica que de los 6.156 bebés hijos de madres menores de 14 años en el 2011 y de 2.508 casos en los 9 primeros meses de 2012, no hay ninguna condena penal contra nadie por esos casos claros de abuso sexual. El artículo 208 del Código Penal establece condenas de 12 a 20 años por este delito. Como lo ha reiterado el ICBF, una niña debe estar estudiando y gozando su niñez y no criando bebés, lo cual constituye la más abierta violación a sus derechos como menor. Un país que sigue permitiendo esto, con algunos amparándose en dogmas religiosos y falsa moral para rechazar la educación sexual, es un país con un futuro incierto. “Un país que sigue permitiendo esto, con algunos amparándose en dogmas religiosos y falsa moral para rechazar la educación sexual, es un país con un futuro incierto”. Editorialito Un sentido homenaje le tributó el Huila al maestro Luis Carlos ‘El Pipa’ Prada, quien partió al otro mundo. El mayor tributo será preservarlo en la memoria como uno de los compositores insignes, asegurándole su inmortalidad.