La Nación
COLUMNISTAS

No más guerra por Julio Enrique Ortiz Cuenca

No mas guerra, queremos la paz. Es  el sentimiento de todo el pueblo colombiano, que no pierde la esperanza  y sobrevive a pesar de la barbarie que durante décadas le ha tocado vivir. Latinoamérica ha sido ejemplo de diplomacia y dialogo para arreglar sus diferencias. En su historia solo tres guerras entre países se han dado: la triple alianza –Paraguay contra Uruguay, Argentina y Brasil-, la guerra del pacifico –Chile contra Bolivia y Perú-, la guerra del Chaco-Bolivia contra Paraguay. A diferencia de Europa donde incruentas guerras han devastado sus territorios y  causado grandes genocidios. Por eso no perdemos la esperanza que un día a través del dialogo y la negociación lograremos la paz y la convivencia en Colombia, donde el tema del orden publico ha incidido en los procesos electorales. Al doctor Pastrana lo eligieron  con la ilusión de un  acuerdo con las Farc en el Caguán. Diálogo fracasado porque se utilizo para ganar la Presidencia, pero no se estaba preparado para dirigir las negociaciones. Los integrantes de la comisión de diálogo en representación del gobierno  iban de turismo a San Vicente, sin  directrices y ni estrategias. Las Farc  se aprovecharon de la inexperiencia y debilidad de los negociadores del gobierno , para reorganizarse y entrenarse en las últimas metodologías y tecnologías de guerra terrorista, reafirmando su equivocada creencia que solo a través de la lucha armada se puede llegar al poder. Ante el fracaso de las negociaciones en el gobierno Pastrana, el pueblo colombiano se sintió engañado  y dio un viraje de 180°, eligiendo al doctor  Uribe con su propuesta de acabar con las Farc por la confrontación armada. Después de 10 años del fracaso de las negociaciones del Caguán, no se puede desconocer que la cúpula  de las Farc, Marulanda, Reyes, Jojoy, Cano, entre otros, fueron abatidos, golpes militares y políticos, pero sobreviven con gran capacidad de daño, alimentados por el narcotráfico,  secuestro,  miseria y pobreza de la mayoría de los colombianos, al igual que la simpatía  de gobiernos vecinos. La carta del Eln es una luz de esperanza, y aspiramos que en un futuro el  Presidente Santos que es un hombre pragmático,  y buen negociador y las Farc y el Eln, encuentren el momento de iniciar el dialogo y negociaciones que interprete el sentir popular de no más guerra fratricida, nos mas destrucción de las riquezas de nuestro país y no mas injusticias. Unidos conquistaremos la paz. julioenriqueortiz@yahoo.com