Desde la Cárcel El Buen Pastor de Bogotá, donde está recluida, habla Tatiana Oliveros, la fiscal huilense señalada de tener nexos con los paramilitares en Colombia Desde la Cárcel El Buen Pastor de Bogotá, donde está recluida, habla Tatiana Oliveros, la fiscal huilense señalada de tener nexos con los paramilitares en Colombia. FRANCISCO ARGÜELLO LA NACIÓN, Neiva La señalan de supuestamente infiltrar el esquema de seguridad del Fiscal General de La Nación, Luis Eduardo Montealegre; de borrar y cerrar expedientes contra jefes de bandas criminales en el país; cuadrar falsos testigos para declarar en contra de políticos; falsedad material en documento público y hasta de asesoramiento ilegal agravado con tráfico de estupefacientes. Tatiana Oliveros Gutiérrez era hasta el 3 de diciembre del año pasado la Fiscal 58 de Derechos Humanos y Derecho Internacional Humanitario en Colombia, una mujer elegante, con poder, admirada e inteligente. Desde ese día está tras las rejas. La llaman la Fiscal de los paramilitares en Colombia, pero ella lo desmiente desde la cárcel El Buen Pastor de Bogotá, donde está recluida. Oliveros, de cuerpo voluptuoso porque es esclava de la belleza, llegó a la Fiscalía hace once años. Y aunque escaló escaños importantes, es señalada por el mismo organismo de justicia por siete delitos: concierto para delinquir agravado, concusión, prevaricato por acción y omisión, falsedad material en documento público, destrucción, suspensión y ocultamiento en documento público, entre otros. Aunque la Fiscal insiste en que su ex novio, llevado por la obsesión y los celos, le hizo un montaje, la Fiscalía en una próxima audiencia destapará las pruebas en su contra. La justicia tendrá la última palabra. ¿Qué hizo hoy antes de conceder la entrevista? Esta mañana me levante, organicé mi habitación, recibí visita de mi abogado y regresé al Patio Ocho de la Cárcel El Buen Pastor donde me encuentro. Comparto celda con otras funcionarias públicas, entre ellas, Yidis Medina, convertida en mi ángel de la guarda. Mi cama es angosta, mide un metro, pero Dios me ayuda. Lo mismo mi conciencia que está tranquila. ¿Qué pasó con usted después de la captura? Me capturaron el 3 de diciembre de 2012. Estoy esperando audiencias, y que el señor Fiscal formule la acusación para empezar a mostrar mis pruebas y defenderme de lo que se me acusa. ¿Cómo termina una prometedora funcionaria de la justica señalada por vínculos con paramilitares y en la cárcel? Un montaje que me hicieron y unos testigos falsos que consiguió quien está detrás de todo esto. Desgraciadamente esta persona, con todo lo que ha dicho, engañó al fiscal. ¿Quién lo hizo? Jorge Eliécer Balbuena Farfán, con dos testigos falsos que consiguió en una cárcel. ¿Él es el mismo hombre con quien sostuvo una relación sentimental? Sí. Fue una persona muy allegada, y como no pudo conseguir lo que quería me amenazó diciendo que acabaría con mi vida. Entonces hizo esto para hacerme daño. Él es una persona muy conocida en Neiva. Se fue metiendo en mi vida con atenciones, invitaciones a comidas. Supo cómo llegarme. La relación fue corta, desde enero de 2012 hasta finales de mayo, cuando decidí acabar la amistad. Decidí no volver a hablar con él. Pero él, llevado por la ira, le dice a una amiga que acabaría con mi vida y mi carrera. Ahí comenzó el acoso: me perseguía, se me atravesaba en la calle, me esperaba en la esquina del Palacio de Justicia en una moto. Si era tan especial, ¿cómo termina culpándola? Me denuncia porque no quise acceder a cosas, como conseguirle dinero prestado. Me di cuenta de que me utilizaba. Me quedó debiendo como 7 millones porque le presté mi tarjeta de crédito para terminar una pesebrera que construía en el Huila. ¿Pero su ex novio tenía relaciones con los paramilitares? No, o yo no sabía. No le vi cosas extrañas, aunque debo decir que él se cuidaba mucho conmigo. Nunca pensé que una persona como él saliera con esas cosas y menos que inventara algo tan delicado. Y más cuando sabe que llevaba 11 años en la Fiscalía, donde nunca tuve una investigación disciplinaria. Sabía que mi mayor ilusión era mi trabajo y por eso me atacó en ese aspecto. Mi abogado y el investigador han encontrado que mi ex pareja tiene denuncias en la Fiscalía por actos sexuales contra menores, violencia intrafamiliar y dos procesos por amenazas y extorsión. La Fiscalía, quien fue engañada por él debe mirar quién es el hombre que me acusa. Lo mismo que sus testigos, quienes siempre le sirven en todas las denuncias que vive haciendo. ¿Usted sabía lo que me está contando?, porque es difícil pecar por confiada siendo Fiscal… No, siempre me vendió una imagen totalmente diferente. Sí pequé por confiada, él era manipulador y mostraba una imagen muy distinta, de bueno, honesto, trabajador. Lo hizo para entrar a mi vida. ¿De dónde la señalan de ser la fiscal de los paramilitares en Colombia? Es mentira, jamás. Todas las fiscalías manejan procesos de paramilitares, guerrilla, falsos positivos y no me pueden endilgar eso. Ya uno no se aterra de nada de lo que digan; estamos en un país que vive es del amarillismo. No entiendo cómo la Fiscalía le cree a una persona con antecedentes, que utiliza testigos que están bajo reclusión en la cárcel. Mi ex pareja está enseñado a denunciar a todo el mundo. ¿Cuál es su modo operandi? Llegarle mucho a una persona, convertirse en su mejor amigo, ayudarlo, estar pendiente de la amistad y después empezar a pedirle dinero, plata prestada u otras cosas y si uno no accede lo denuncia con los hombres que trabajan para él. Ha denunciado a alcaldes, concejales… ¿Y si él es tan malo, como dice, por qué usted está tras las rejas y él libre? Eso es lo que la Fiscalía tiene que entrar a mirar; darse cuenta quién es él. ¿Qué tipo de relación tenía usted con Los Urabeños? La Fiscalía insiste en que sí existía cercanía. Ninguna, no los conozco. Los Urabeños fue una banda creada hace poco y nunca ni los entrevisté. En los procesos que manejaba entrevistaba a desmovilizados acogidos a la Ley de Justicia y Paz. ¿Esos desmovilizados de qué grupo hacían parte?, porque los organismos de inteligencia insisten en su relación con Los Urabeños. Le voy a ser muy clara. Lo que han dicho los periódicos es falso. Me inventaron que yo tenía bienes y pertenencias en un lado y en otro. Ni siquiera se tomaron la delicadeza de ir a la Oficina de Instrumentos Públicos y mirar mis pertenencias. A propósito, puede contarnos ¿cuáles son sus propiedades? Claro, tengo un apartamento que estoy pagando, que me lo descuentan por nómina en la Fiscalía, un carro sobre el cual tengo deuda y está pignorado. No tengo absolutamente nada más. Pero entonces ¿por qué la sindican de siete cargos: concierto para delinquir, concusión, prevaricato? Le insisto, es un montaje. Las pruebas que tengo pueden ir desvirtuando cada delito. Incluso, se le acusa de infiltrar la seguridad del Fiscal General de la Nación. ¿Qué dice? Es mentira. ¡Cómo se les ocurre!, si el Fiscal es una de las personas que más admiro porque es uno de los mejores que ha tenido el organismo de justicia. Es un excelente penalista, a quien admiro y respeto. Además, es mi jefe y en una primera audiencia ya quedó confirmado que desde mi celular jamás hice llamadas a paramilitares o grupos alzados en armas. Eso quedó desvirtuado. El mismo C.T.I descartó esa denuncia. En una ocasión sí llamé a su despacho a solicitarle un traslado de Neiva porque mi ex pareja, quien hoy me denuncia, me había amenazado. Nunca pude hablar con él, pero sí me gustaría pedir una cita para que me escuche y de verdad sepa cuál es la realidad de todo eso. No entiendo cómo la Fiscalía le sigue creyendo a testigos con antecedentes. ¿Conoció a Jairo de Jesús Durango, paramilitar conocido como ‘Guagua’? Sí tuve un proceso de él, pero no tengo ningún tipo de amistad o relación con él. ¿Por qué extrañamente un proceso en contra de él, usted lo cierra en su Fiscalía? El proceso precluyó en la Fiscalía porque las personas que supuestamente lo vincularon al proceso nunca lo reconocieron como asesino en el Huila. Los hechos que yo investigaba eran unos homicidios en este departamento, pero los supuestos testigos dijeron que ‘Guagua’ no era a quien ellos vieron en los crímenes. La historia se repitió con ‘Kener’, uno de los hombres más importantes de la Oficina de Envigado. ¿Por qué su Fiscalía también cerró un proceso en su contra? Una cosa es la Oficina de Envigado en Medellín y otra es un proceso de un señor que mataron en el Huila. Los paramilitares que operaban en ese departamento reconocieron el crimen, contaron cómo lo hicieron y hasta entregaron la foto. Es decir, ‘Kener’ no tuvo nada que ver en ese hecho porque no operaba allí. La Fiscalía afirma que usted viajó a Chocó, incluso a una finca en límites con Panamá y era para encontrarse con paramilitares y coordinar el tráfico de droga al norte del país Eso es falso. En mi camioneta sí viajé en mis vacaciones, no a la finca de nadie ni a encontrarme con grupos alzados en armas. Tengo los recibos del hotel donde me quedé y pagué. Las vacaciones las pasé con unos amigos en Capurganá, en el Caribe, porque no tengo dinero para salir del país. Tengo 250 fotografías en mi cámara que confirman que estuve de paseo, alejada de ese hombre que me perseguía y me amenazaba. ¿Testigos paramilitares le informaron sobre nexos entre ellos y varios políticos y generales de la Policía? Le pregunto ¿por qué un gobernador, gerentes de gremios se vieron salpicados por estos testigos? Eso tendrán que demostrarlo más adelante los desmovilizados en Justicia y Paz. Ellos tienen que decirle la verdad al país. Pero dice la Fiscalía que usted como fiscal manipulaba a testigos para que denunciaran políticos y después arreglaba económicamente con los denunciados. Es falso, los desmovilizados si hablan no lo hacen solo a mí como fiscal, también en Justicia y Paz. Y ellos también han hablado en otros despachos y en otras fiscalías de Justicia y Paz, de manera que uno no puede chantajearlos o pedirles que digan mentiras. Pasando a otro tema, ¿cómo empieza su carrera en la Fiscalía y cómo logra ascender tan rápido a la dirección de Fiscalías en Quindío? Llevo 11 años en la institución. Hice la escalera que hacen todos los funcionarios que entramos a la Fiscalía. Empecé como asistente de dirección de fiscalías en el Huila, asistente de fiscal dos, tres, cuatro. Y de ahí pasé a fiscal local, son pasos que uno va dando y en 11 años progresé. ¿Es una de las buenas amigas de Mario Iguarán, ex fiscal General? Era mi jefe y le tenía absoluto respeto. ¿Qué piensa de la Fiscalía, la misma entidad donde trabajaba y que ahora la señala? Mucha tristeza, dolor, le entregué parte de mi vida y ahora le da credibilidad a una persona con antecedentes. No han investigado quién es el hombre que me señala. De otro lado, usted vivía enseñada a comer y vivir bien, ¿ahora? La comida es buena. Aunque la verdad soy de muy mal comer, solo consumo tinto con pan. Vivo muy triste, lloro mucho, quiero mucho a la Fiscalía, me preparé para estar ahí y me duele lo que me pasa. En Navidad y Año Nuevo dormimos temprano. Con Yidis Medina, mi compañera incondicional, oramos muchísimo, ella también padece de montajes. Me cuido mucho el cuerpo y acá, en el encierro, hago cuclillas todas las mañanas para reafirmar las piernas. Con Yidis caminamos. Además es muy elegante, ¿cómo viste en la cárcel? Ahora solo visto sudadera, moñita, tenis, una camiseta esqueleto y ya. Mi ropa quedó en Neiva; en mi casa todo está guardado, porque sé que Dios me dará la satisfacción de volver a mi libertad y demostraré que soy inocente. Quiero estar con mi hijo, con mi mamá acaban de practicarle cirugía de corazón-, ellos son los motores de mi vida y quienes me dan la fortaleza para seguir luchando. Ellos me llaman todos los días. A veces cierro los ojos por unos segundos y pienso a qué horas me pasó todo esto… ¿Qué le dice a su expareja? Que Dios le bendiga, que recapacite, que no le siga haciendo daño a la gente porque sé que muchas personas hoy son sus víctimas. ¿Al Fiscal General? Que lo admiro, lo respeto y que por favor revise mi caso y se de cuenta qué clase de persona es la que me está denunciando. ¿Volverá a amar? Quiero volverme a enamorar, hay que creer en el amor, pero seré meticulosa. ¿Y no cogió escarmienta después de lo sucedido? Sí, la verdad sí, pero de momento pienso sólo en sacar mi proceso adelante, conseguir mis pruebas y demostrarle a la Fiscalía que soy inocente, y al país que no soy esa mujer que mostró la prensa. Con el tiempo amaría, porque si uno no tiene amor en su corazón, no tiene nada. ¿Hoy qué siente por su ex pareja, lo sigue queriendo? No. La relación fue muy corta, todo acabó porque no me sentía bien. No me enamoré, fue una relación que empezó y no se dio. ¿Jurídicamente qué viene para usted? Ya me hicieron la primera audiencia donde analizaron el registro de llamadas de mi celular y confirmaron que nunca llamé a ningún paramilitar; a ningún hombre alzado en armas. Espero la audiencia de acusación, que la Fiscalía muestre sus pruebas para nosotros empezar a desvirtuar porque dicen que Los Urabeños le consignaban a la cuenta bancaria de mi mamá cinco millones mensuales. Eso es falso, ahí están los estratos bancarios. Mi argumento de defensa es sencillo: todo es producto de una relación sentimental que terminó; de unos celos, de persecución de un hombre desesperado porque corté con él. Espero, con el respeto que merece la Fiscalía, que yo no vaya a ser otra víctima de falsos testimonios como ha sucedido con varios colombianos, casos de renombre en el país.