Después de una extensa reunión que se prolongó hasta altas horas de la noche del pasado viernes, las partes involucradas lograron un acuerdo que permitió normalizar la operación de la planta de Terpel, ubicada en la vereda El Venado de Neiva. Esta planta es crucial para el suministro de combustibles a los operadores en el sur del país. Con este acuerdo, se ha logrado conjurar la amenaza de escasez de combustibles en la región, asegurando así la continuidad del abastecimiento.
Hernán Galindo
Tras una extensa reunión, que se prologó por más de cuatro horas, convocada por las autoridades y a la que asistieron la comunidad, representantes del gobierno nacional y local y la compañía Terpel, se avanzó en la construcción de soluciones que comprometen a todas las partes involucradas que generaron taponamiento al ingreso de la planta de la empresa en la vereda El Venado de la ciudad de Neiva. Como resultado, el bloqueo fue levantado y a partir de ayer, la operación retomó su desarrollo normal.
Los diálogos
Pasadas las seis de la tarde del viernes, se inició la reunión entre la comunidad de la vereda El Venado, que protestaba desde el martes de la semana que culmina por el despido de un celador vinculado con la empresa que le presta vigilancia a la planta. Las comunidades además argumentaron que se ven afectadas por las operaciones en la zona y no reciben mayor atención en lo social.
Sobre esos términos, entraron a dialogar los voceros, dentro de los que se destacaron el vicepresidente de Terpel, Carlos Saavedra, el gerente general, César Cardoso y además el director nacional de hidrocarburos del Ministerio de Minas y Energía, Adwar Casallas, acompañados por las autoridades locales en cabeza del alcalde German Casagua y los secretarios de Gobierno de Neiva y el Huila.
Asistieron además delegados del Ministerio de Trabajo, el ministerio público y las autoridades de Policía, en cabeza del comandante de la Metropolitana de Neiva, el coronel Alexander Castillo y delegados de la comunidad de El Venado.
En principio los diálogos fueron algo tensos, le contó a LA NACIÓN el secretario de Gobierno de Neiva, José Ferney Ducuara. Pero luego, tras la extensa jornada, se tornaron armónicos y se llegó a acuerdos sobre puntos básicos que tienen que ver con empleo e inversión social en el sector, que permitieron levantar el bloqueo, que afectó el normal funcionamiento de la planta de Terpel.
Retorna la normalidad
La planta comenzó a operar de manera normal en las primeras horas de ayer sábado, cargando de gasolina y diésel a carrotanques que llevan el combustible a municipios del Huila, Caquetá, Putumayo y algunos municipios del Tolima, Cauca y Nariño.
Así lo comprobó el propio director nacional de Hidrocarburos del Ministerio de Minas y Energía, Adwar Casallas en visita en las primera horas del sábado a la planta.
De otro lado, Luz Mila Moyano, directora ejecutiva de la Corporación de Empresarios de Combustibles del Sur, Combussur, confirmó que desde las primeras horas de ayer el transporte de combustibles en el departamento y los departamentos vecinos volvió a la normalidad.
Aunque las pérdidas fueron millonarias, no se atrevió a cuantificarlas, pero fueron cinco días que dejó de operar la planta de manera normal, lo que deja grandes pérdidas, incluida la ciudad de Neiva, porque dejó de recibir la sobretasa a la gasolina durante esos días.
De otro lado, la comunidad de la vereda El Venado agradeció y destacó la mediación del alcalde German Casagua.
Las bases del acuerdo
Los acuerdos partieron de una serie de puntos, que fueron propuestos por la comunidad y que en algunos casos fueron aceptados en el lugar por la empresa Terpel.
El primer punto tiene que ver con la generación de empleo para habitantes de la zona en la que opera la planta. En este caso se aprobó dar prioridad en las vacantes a proveer a los moradores del lugar.
También se pidió mayor inversión social en la zona, hecho que se comprometió a revisar la empresa.
Un punto clave que también se comprometió a revisar la empresa tiene que ver con los horarios de operación que a petición de la comunidad deben ser de cuatro de la mañana a nueve de la noche.
Adicionalmente, en el tema de proyectos productivos, se aceptó patrocinar cuatro emprendimientos que pueden llevar a sus ejecutores a convertirse en proveedores de Terpel. Estos proyectos tienen un costo de $100 millones. La comunidad propuso, cambiarlos por un polideportivo que creen beneficiará más a los habitantes de la vereda.
En total son 12 puntos que se están ajustando en un documento que se dará a conocer próximamente y que será revisado en una nueva reunión el 26 de agosto, concluyeron las partes.
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