‘Nos dejaron sin casa’

En el barrio José Eustasio Rivera de Neiva, un hombre, su madre y tres hermanos más resistieron hasta el final con el objetivo de impedir una orden de desalojo. En el barrio José Eustasio Rivera de Neiva, un hombre, su madre y tres hermanos más resistieron hasta el final con el objetivo de impedir una orden de desalojo. El hombre identificado como Julio Morales afirmó que la diligencia fue ilegal. Vecinos del lugar indicaron que el procedimiento fue producto de un negocio entre hermanas, que no llegó a feliz término. El abogado de la parte demandante indicó que el procedimiento fue legal. LA NACIÓN, NEIVA Con gritos, amenazas e improperios a la Fuerza Pública y los funcionarios judiciales presentes, Julio Morales intentó frenar el desalojo de la vivienda en que residía su madre y tres hermanos más. Luego de encerrar al hombre en una patrulla de la Policía, los miembros del Esmad y los delegados judiciales ingresaron a la casa y procedieron al desalojo. Ante el hecho, el abogado de la parte demandante afirmó que el procedimiento fue legal. El suceso se presentó en la Carrera 7A No. 21-60 del barrio José Eustasio Rivera de Neiva, hasta donde llegaron efectivos del Esmad, el abogado de la parte demandante, una representante de la Inspección Penal Municipal y delegados de la Personería y el Bienestar Familiar. Ante la diligencia ordenada por el Juzgado Segundo Civil del Circuito de Neiva, Morales rompió en ira, acusó a los representantes mencionados y a la presunta prestamista de un dinero. “Esta gente son unos estafadores que vienen del juzgado con la Policía y le quieren robar la casa a mi mamá. Mi mamá le pidió el favor a la señora Graciela Perdomo de respaldarle la casa y le firmó una letra verbal, porque eso no está autenticado, de 35 millones de pesos, en la cual ningún prestamista gota a gota presta esa plata y ahora mire la situación en la que tiene a mi mamá”, señaló Morales. Demandada Elcira Perdomo, la demandada por Graciela Perdomo y quien fue desalojada, señaló que ante un infortunio recurrió a Graciela para un préstamo de dinero y que desde ahí se desencadenó toda la situación. “Firmé una letra con Graciela Perdomo por 35 millones, pero ella sólo me dio tres millones. Le solicité el préstamo porque se me quemaron unos locales en un incendio en Los Comuneros. Ella me entregó los tres millones y me siguió buscando para prestarme más plata y siempre le dije que yo no necesitaba más. Luego de un tiempo yo ya he pagado la deuda y me falta poco para terminar, pero esa gente me ha amenazado constantemente, ahora me mandaron a hacer esto y nos dejaron sin casa”, refirió Elcira Perdomo. Lio familiar Un vecino del sector, que pidió la reserva de su nombre, aseguró que en efecto habían llegado a la instancia de un desalojo, por un préstamo entre las dos mujeres, a quienes señaló ser hermanas. “Elcira tenía una deuda y le iban a embargar la casa un señor que no sé quién es, entonces ella le pidió una plata prestada a Graciela y firmaron una letra por 35 millones. Hay gente que dice que la una le pasó la casa a la otra para que no se la embargaran, para salvar la casa del embargo y después de ahí sino sé; creo que ahora tienen un lio familiar por quién se queda con esa casa”, comentó la fuente. Abogado LA NACIÓN ubicó al abogado de la parte demandante, Duberney Vásquez,  y estas fueron sus declaraciones. “Se llevó a cabo diligencia de entrega del bien inmueble dentro de un proceso ejecutivo hipotecario, que cursa en el Juzgado Segundo Civil del Circuito. La parte actora Graciela Perdomo, ya previamente había solicitado al juzgado que le entregara el inmueble que se le había adjudicado dentro del proceso. La demanda iba dirigida contra la señora Elcira Perdomo, esta demanda inició el 16 de abril de 2004. Es un proceso ejecutivo hipotecario, cuya hipoteca es la escritura pública del bien en cuestión. Hay una deuda por 35 millones de pesos que respalda la hipoteca, la letra fue creada el 20 de mayo de 2003 con vencimiento al 20 de mayo de 2006. La demanda ejecutiva se instauró porque el bien era perseguido por otro proceso ejecutivo que inició un señor Fernando Campuzano en contra de Elcira Perdomo. Luego del curso de la demanda, el juzgado ordenó la venta en pública subasta del inmueble dado en garantía. Posteriormente se hace la diligencia de secuestro, se presenta el avalúo, se realizó el remate en el 2005, donde la demandante hizo postura por 32 millones de pesos y se le adjudicó el bien inmueble, luego se aprobó el remate y se ordenó la entrega del inmueble. En junio de 2011 empecé como apoderado de la señora Graciela. Se solicitó al juzgado que se comisione para la entrega del inmueble en 2012, se intentó por primera vez la entrega pero por falta de logística no se pudo llevar a cabo. Se solicitó nuevamente y salió para hoy. Se puede ver que el trámite realizado se encuentra enmarcado dentro de lo normal, ateniéndose a la normatividad vigente”. Fotos,Sergio Reyes Uno de los hijos de la señora Elcira Perdomo, interviniendo en medio del desalojo. Julio Morales, hijo de Elcira Perdomo.