El director deportivo del Deportivo Neiva, Yeferson Sandino, hace un crudo análisis de la realidad del deporte local. “Neiva carece de escenarios deportivos y no hay estímulos ni incentivos para nuestros deportistas”, advierte. Reconoce que rifas y bazares son la fuente de financiación de deportistas y clubes.
Jesús Antonio Rojas Serrano
Al Deportivo Neiva se le conoce como ‘El equipo del pueblo’ y, ‘con las uñas’, compite en la C del fútbol colombiano. Su director deportivo, Yeferson Sandino Sánchez, hace para LA NACIÓN un análisis de la realidad del deporte local y de las dificultades que enfrenta hoy por hoy.
¿Cuál es el panorama hoy por hoy del deporte local?
El panorama no es el más alentador. De por sí, el panorama en el país no es muy alentador en el tema deportivo. Acabamos de ver cómo mermamos nuestro rendimiento en los Juegos Olímpicos de París 2024 y cómo los deportistas que lograron algo contaban las historias de los que les tocó hacer para representar al país. Neiva no es la excepción. El Huila no es la excepción. Es el reflejo de lo que está pasando hoy en Colombia y más aún cuando siento que hay personas a cargo de dirigir nuestra ciudad y departamento que, tal vez, no les duele el deporte. El panorama se hace cada vez más oscuro; estamos esperando que llegue pronto el amanecer para el deporte, pieza fundamental en la sociedad; el deporte es una forma de transformación social muy importante que algunos no han tenido en cuenta y que lo tienen como la cenicienta.
¿Quiénes son los responsables de este panorama que usted describe?
Este es un problema que viene de años atrás. Quienes tienen el mando hoy de nuestra región son los que tendrían que salir a darle la posible solución. Decir que no hay forma, que no hay cómo, lo puede hacer cualquiera de nosotros, pero creo que los hemos elegido para buscar soluciones, para encontrar la salida, no para seguir en el laberinto. Creemos en ellos, creí en ellos, les aposté a personas que creía que tenían la solución y que además sabían qué era lo que iban a encontrarse en el camino. Los escenarios hoy en Neiva están acabados, totalmente abandonados, sin vigilancia. Esta semana debatieron el tema en el Concejo y la solución del concejal Amaya es cobrarles a los clubes el uso de los escenarios; es totalmente absurdo que la solución para el deporte sea que los mismos deportistas tengan que aportar. Considero que todo esto pasa por negligencia política.
¿Cree que falta voluntad de parte de nuestros gobernantes?
Si. Ellos argumentan falta de recursos, pero sin ser experto en el manejo político y presupuestal, creo que hay muchas formas de buscar soluciones. Nosotros, como club, hemos ofrecido posibles soluciones, pero nos han respondido negativamente. A otros clubes igual.
¿Cuál es el apoyo que necesitan los deportistas hoy en la capital del Huila?
Fundamentalmente, escenarios deportivos. Neiva carece de escenarios deportivos. Se acaba de entregar el Coliseo Menor de Voleibol, que fue inaugurado, pero no ha podido ser usado por la comunidad; nadie puede entender que un escenario nuevo no se pueda utilizar todavía. Así mismo, se inauguró hace poco el Centro de Alto Rendimiento, el cual funciona a medias; no se puede usar porque no ha sido dotado totalmente. En el ambiente del fútbol que yo me muevo, también hay carencias: tenemos solo dos canchas aptas, la de Canaima y Cándido, las cuales están totalmente abandonadas; están en un deterioro que causa peligro para nuestros deportistas. Este es un problema que viene hace rato y la culpa no la tiene totalmente la actual administración. El otro tema importante para los deportistas son las participaciones. El deportista se prepara para competir y demostrar su talento a nivel nacional; el Huila no puede competir. En 2022, en la quinta fase de la C del fútbol colombiano, nos tocó decir no podemos más, nos tocó frenar la participación y dejarnos eliminar porque no teníamos para seguir en la competencia. Tenemos talento, pero no tenemos inversión para participar en los torneos. Por eso, departamentos como Antioquia y Valle terminan ganándose todo porque tienen buenos escenarios y les brindan facilidades a sus deportistas. El Huila no es una potencia deportiva, salvo algunas medallas que hemos logrado en pesas. Ni siquiera estamos en la zona media del país en cuanto a competencias deportivas.
¿Cómo están las cosas en materia de formación deportiva?
No están bien. Nuestros entrenadores carecen de una formación especial para hacer este tipo de trabajo. Nosotros tenemos la carrera de Licenciatura en Educación Física, pero no es la apropiada para generar buenos formadores para las edades tempranas; es una carencia en nuestro departamento. Es probable que en esto toque susceptibilidades de algunos compañeros, pero tengo que ser realista. La inversión del Inderhuila en capacitación es casi nula, no les interesa capacitar a nuestros entrenadores, no les interesa abrir programas de capacitación permanente; ahí tenemos un problema. No tenemos escenarios para hacer formación; uno va a una cancha de fútbol y se encuentra con 100 o 150 chicos en una misma hora.
¿Qué diferencia hay entre ser deportista en el Huila y representar a una región como Antioquia?
Aquí las carencias son grandísimas. Por eso, nuestros mejores deportistas se han desplazado a otros departamentos. Allá te dan medicamentos, proteínas, un buen escenario, un buen entrenador, bonos de desplazamientos y hasta incentivos por cada logro a nivel nacional e internacional. En el Huila, no existe nada de eso. Cuando hay Juegos Nacionales, hay unos estímulos para quienes alcancen medallas, pero es que existen otras competencias que ayudan a la preparación del deportista para esos Juegos Nacionales. Aquí no hay incentivos para los huilenses que logren medallas nacionales en boxeo, patinaje o levantamiento de pesas. Hoy, carecemos de esos incentivos que juegan un papel fundamental en la motivación del deportista. Por eso, nuestros deportistas llegan a la edad en donde dejan de lado el deporte para estudiar o ponerse a trabajar.
¿Es cierto que los deportistas en el Huila tienen que acudir a las rifas o la venta de lechona para cubrir los gastos de participación en torneos?
Totalmente cierto. Esa es la principal fuente de todos los clubes y en todas las disciplinas. Aquí nos movemos gracias a las rifas, los bazares, a los tapazos, a las recolectas. Deberíamos estar diciendo que esto podría ser algo opcional, pero es lo principal hoy. Me atrevo a afirmar que no hay un club deportivo que no haya acudido a una rifa, un bazar o a esta clase de actividades para recoger fondos y participar en algún evento. En un deporte individual, una participación puede costar hasta $10 millones.
¿Cómo está hoy el fútbol aficionado en Neiva?
Hay que ser sinceros: estamos rezagados con respecto al país porque carecemos de inversión en escenarios, de capacitación y de otros aspectos que nos ayudarían a estar a la altura de las grandes competencias. Sin embargo, ahí vamos luchando. La Liga de Fútbol, en medio de sus capacidades, viene haciendo trabajos. Hemos tenido años en los cuales hemos estado peleando títulos nacionales.
¿Y Deportivo Neiva no escapa a esta realidad?
Somos uno de los ejemplos más representativos que hay en Neiva con respecto a la realidad que pasa en el deporte. Nosotros estamos representando a la ciudad y al Huila. Tengo que decirlo: nuestro amigo German Casagua no ha podido brindarnos la atención; seguimos esperando, seguimos con la fe de que en algún momento recibiremos la llamada del Alcalde para ofrecernos su respaldo. El Deportivo Neiva es un equipo de la ciudad, es un equipo de personas que nacimos y nos criamos aquí. Vaya como nos vaya, siempre hemos creído en el talento de nuestra región, en nuestros deportistas, en nuestros entrenadores. Por eso, nos hemos autodenominado ‘El equipo del pueblo’. Creemos en nosotros. Hoy, estamos luchando para que cada uno de nuestros muchachos tenga un proyecto de vida.
¿Esperan más del alcalde Casagua o del gobernador Rodrigo Villalba?
De los dos. Representamos nuestra región. Somos el Huila. Somos Neiva. No solamente llevamos a la región en el nombre, lo llevamos en nuestras deportistas, en nuestros entrenadores, en nuestra gente, que es votante de ellos, que ayudó a elegirlos para que estén en esos puestos. Gracias a LA NACIÓN, hemos recibido dos llamadas del director del Inderhuila preguntando cómo podía la Gobernación vincularse. Esperamos, Dios mediante, que se dé. Y esperamos la llamada del alcalde German Casagua, quien tiene mi número de celular.
¿Le sorprendió el apoyo económico que recibió de parte del Diario LA NACIÓN?
Totalmente sorprendido. Nunca me lo esperaba. Cuando me llamó la gerente de LA NACIÓN, Claudia Marcela Medina, pensé que era para una entrevista como la que estamos haciendo. Pero, cuando me ofrece el apoyo económico para asegurar los próximos partidos del Deportivo Neiva, quedé muy sorprendido. Quedé sin palabras. Aprovecho la oportunidad para agradecerle al señor Felipe Olave, propietario de LA NACIÓN, este respaldo.
¿Es este un llamado para que el sector privado también apoye el deporte local?
Más que un llamado, es un ejemplo que está dando LA NACIÓN, a pesar de la situación económica del país. Cuando se quiere, se puede. Si bien el Huila no tiene grandes empresas, hay nombres y marcas que pueden vincularse para hacer entre todos un frente común en pro del deporte local. Hoy puede ser por el Deportivo Neiva, mañana puede ser por un gimnasta, un boxeador o un patinador. La clave del éxito es la unión.
Esta última pregunta se la hago en su condición de entrenador de la Selección Huila Sub-21, ¿cómo reconoce a un buen futbolista?
Es el primer vistazo que uno hace del jugador en la cancha. De ahí en adelante, se le hace el seguimiento. Es fundamental para que este deportista llegue al éxito su parte personal; cómo se rodea, cómo vive, cómo maneja sus amistades. Nosotros tenemos aquí mucho jugador talentoso, pero el entorno no lo deja prosperar. Hoy en día para llegar al fútbol profesional se requiere una disciplina altísima; hay muchísimo jugador en todas las regiones del país y la disciplina termina marcando la diferencia. El ejemplo más claro lo tenemos con Johan Bocanegra, el huilense que actualmente está en el fútbol profesional; la base de él fue su disciplina a través de un proceso de su mamá, quien lo rodeó, le puso límites y, literalmente, lo llevó junto a su club, el Teacher Berrío, para que hoy sea uno de los jugadores más importantes de la región.