El director de la Aero Civil ha sido citado a un debate de control político en el Congreso de la República. Hace unos meses denuncié un presunto contrato sastre, el cual, al final se cayó debido a las denuncias y a un pronunciamiento de la Procuraduría General de la Nación. Ahora, en la nueva denuncia hay cuatro irregularidades complicadas que ponen en jaque la seguridad de miles de personas que utilizan el aeropuerto El Dorado todos los días.
La primera de ellas es que los controladores y torre de control tienen la obligación de guiar los aviones que despegan y aterrizan en las pistas del aeropuerto. Pero en el aeropuerto de El Dorado, el más grande Colombia y supuestamente uno de los más modernos de Latinoamérica, se ha establecido que, el Radar de Superficie, el cual fue adquirido en 2013 por un valor de 1.400 millones, funciona a medias, generando altos riesgo para la seguridad de los vuelos. Hay vídeos que muestran como algunos aviones desaparecen del radar y luego aparecen con otros números distintos al número de vuelo asignado. Lo anterior obliga que en los días de baja visibilidad se pase de atender 34 aviones por hora a 12, una reducción del 65%. La Aerocivil reconoció esta terrible falla.
Un segundo hallazgo es que hace varios años se realizaron inversiones para adquirir el sistema ILS CAT III y CAT II. El CAT III es un sistema que ofrece a los pilotos una guía para aterrizar en condiciones de visibilidad reducida. La misma Aerocivil anunció la puesta en marcha para la pista norte en 2022, aunque el sistema de adquirió en 2017. En el derecho de petición enviado se admite que aún las pistas del aeropuerto funcionan con el sistema CAT I. Esto podría ser un detrimento patrimonial de alrededor de 30 mil millones de pesos. Casi una década después no se ha puesto a funcionar el sistema. Vale la pena mencionar que el contratista de estos sistemas es el mismo que fue denunciado el año pasado con el presunto contrato sastre.
Un tercer hallazgo es la sobre carga laboral. Para 2016 se contaba con 631 controladores y se necesitaban, para esa fecha, 769. Para esos años se creó un plan en tres fases. Entre 2016 y 2017 se debían incorporar 106 controladores. Entre 2018 y 2020 se incorporarían 199 para llegar 968 y, finalmente, la tercera fase debía completarse en 2022 y llegar a 1305 controladores. Actualmente, hay alrededor de 800 controladores y con los problemas del radar la situación es terriblemente compleja.
El último hallazgo es que a la sobre carga laboral y a los problemas de sobre carga generados por la ausencia del buen funcionamiento del radar, se suma condiciones indignas de trabajo. Hay varios vídeos y se ve como la caldera para el agua de los baños estallaron, como la entrada al casino debido a la humedad se deterioro y hasta se fue al suelo parte del techo. La situación es sencillamente dramática.