WASHINGTON (AFP) – El equipo de campaña de Barack Obama, decidido a sacar ventajas sobre sus adversarios en materia de defensa de los derechos de las mujeres, intenta mantener viva la controversia desatada a raíz de las declaraciones de un legislador conservador en el sentido de que “una verdadera violación” raramente termina en un embarazo WASHINGTON (AFP) – El equipo de campaña de Barack Obama, decidido a sacar ventajas sobre sus adversarios en materia de defensa de los derechos de las mujeres, intenta mantener viva la controversia desatada a raíz de las declaraciones de un legislador conservador en el sentido de que “una verdadera violación” raramente termina en un embarazo En el tercer día desde que comenzó la polémica que ha dejado en segundo plano otros aspectos de la campaña para las presidenciales del 6 de noviembre, los demócratas revelaron los nombres de mujeres que tomarán la palabra durante su convención nacional a principios de setiembre. Entre ellas estarán militantes en favor de los derechos de las mujeres como Lily Ledbetter, defensora de la igualdad de salarios, Cecile Richards, presidenta de una organización de planificación familiar, y un símbolo: Sandra Fluke. Fluke, estudiante de la Universidad de Georgetown en Washington, se encontró en la primera línea de “la guerra contra las mujeres” que, según los demócratas, emprendieron los republicanos cuando en febrero el conductor radial ultraconservador Rush Limbaugh la trató al aire de “perra”. Limbaugh había asegurado que Fluke, a quien los republicanos impidieron testificar en favor del reembolso de los gastos de contracepción en una comisión del Congreso, era “una prostituta, quiere que se le pague por tener relaciones sexuales”. La estudiante, a quien Obama manifestó su apoyo, volvió al primer plano del debate al establecer un vínculo entre las palabras del representante republicano por Misuri Todd Akin y las posiciones defendidas por el candidato presidencial republicano, Mitt Romney, y su compañero de fórmula, Paul Ryan. Akin provocó indignación cuando afirmó que una mujer víctima de “una verdadera violación” raramente quedaba embarzada. Romney y Ryan le pidieron que renunciara a su candidatura al Senado, pero el representante hizo oídos sordos a la petición y el tema amenaza con quedar en el centro de la convención republicana, que se inicia el lunes en Tampa, Florida. En un mensaje difundido por el equipo de campaña de Obama, Fluke dijo que “Mitt Romney y Paul Ryan intentaron tomar distancia de las declaraciones (de Akin), pero el hecho es que hoy están de acuerdo con Akin en los grandes temas concernientes a la salud de las mujeres”. “Esta controversia no es un accidente, un error o un episodio aislado. Es el reflejo de un Partido Republicano cuyas políticas son peligrosas para las mujeres”, insistió Fluke, un argumento cuya fuerza radica en que 53% de los electores estadounidenses son mujeres y que 56% de ellas votó por Barack Obama en 2008. Los demócratas mantienen una estrategia que parece haber dado en el blanco: según un sondeo de Wall Street Journal/NBC difundido el martes de noche, sólo el 24% de las personas interrogadas piensa que Romney defendería mejor los derechos de las mujeres si se convirtiera en presidente, contra 54% que considera que Obama lo hace mejor. Antes de los comentarios de Akin, el presidente saliente ya apoyaba en sus discursos de campaña “el derecho de las mujeres a elegir en materia de salud”, y acusaba a sus adversarios de defender “políticas que corresponden más a los años 1950 que al siglo XXI”. Los demócratas también condenaron la aprobación el martes por el Partido Republicano de un programa electoral que se opone radicalmente al aborto, incluso en caso de violación o incesto. Ryan, representante por Wisconsin, votó regularmente en la Cámara baja contra el derecho al aborto, legal pero acotado en Estados Unidos desde un fallo de la Corte Suprema en 1973. Su plan de reducción del déficit afecta particularmente al financiamiento de la planificación familiar. La estrategia de campaña de Romney, basada en la denuncia de una supuesta incompetencia de Obama en materia económica, corre el riesgo de quedar superada por la intensificación de este debate de sociedad. Había dicho que respetaba el derecho al aborto cuando era gobernador de Massachusetts entre 2003 y 2007, pero se pronunció en contra durante las primarias republicanas.