Al menos 78 obispos del país se reunieron esta semana en Bogotá donde el proceso de paz, la doctrina cristiana, la pederastia y las uniones de parejas del mismo sexo fueron el eje principal del encuentro.
Entre ellos estuvo el obispo de Neiva, Monseñor Froilán Casas, quien en diálogo con LA NACIÓN, reveló detalles de la visita que les hiciera algunos de los miembros del grupo de negociadores del gobierno en los diálogos que se adelantan en La Habana.
Dijo que el Gobierno está muy esperanzado que antes de que termine este año se firme la paz en el país, pero no a cualquier precio.
¿Cuáles son las principales conclusiones del encuentro de obispos en Bogotá?
El gran fenómeno de la descristianización en Colombia que nos implica a los obispos buscar cada día más caminos de anunciar a Jesucristo. La ignorancia del evangelio ha generado muchos problemas en el país. La tarea es formar el catecumenado preparatorio para el bautismo y aplicarlo a nuestra época.
¿Qué pasó con la visita de los negociadores del Gobierno en La Habana?
Estuvieron Humberto de la Calle Lombana, el general Jorge Enrique Mora, Frank Pearl, quienes hicieron una presentación de los avances que se están haciendo en La Habana. Se nos dijo que el Gobierno es bastante optimista y la afirmación es que si en este momento las Farc, y si entra el Eln, no aprovechan este momento, pues pareciera que fuera la última oportunidad. También se nos hizo ver que la paz no es solo el cese de la guerra sino también que la corrupción es uno de los grandes males del país, que se extiende como una pandemia, pese a todos los controles. Los obispos también expresaron que la paz no es meramente una firma sino que implica todo un proceso, que tampoco se puede negociar cediendo la institucionalidad del país. El desarme tiene que ser unilateral porque el Estado tiene que tener sus Fuerzas armadas.
¿Se vio ambiente de paz entre los negociadores?
Hay una atmosfera de paz en el sentido de creer que va a ver paz pese a que los colombianos somos escépticos por tanto engaño y mentira que ha habido, pero a pesar de todo se mantiene la esperanza. Los obispos expresamos que apoyamos el proceso de paz, y comprendemos que haya críticas porque estamos en una democracia y lo normal es que haya oposición pero con diálogo.
¿Pero sí se les vio optimismo de que la paz se firme este año?
El Gobierno no da espera, se tiene que firmar este año, necesariamente y está invitando a los armados a que disientan democráticamente, luchando ideas pero desarmándose.
¿Cuáles son las directrices para los obispos como coadyuvantes de la búsqueda de la paz?
Ser padres porque cuando los hijos están peleando no podemos atizar el fuego. Vamos a acompañar a la gente, invitar a la cordura, estar presentes, no como jueces sino como padres que aman a sus hijos.
¿Ustedes qué piensan de que el Eln entre a negociar con el Gobierno?
Estamos invitando al Eln que entre a negociar, porque si no aprovechan ellos ahora, pues sería el colmo y donde no se logre la paz ahora, se perdería completamente la credibilidad en cualquier proceso de paz.
¿Con respecto al Eln, qué dijeron los negociadores?
Se dijo que se espera que ellos entren porque lo que pasa es que hay antecedentes que antes hubo diálogos que fueron infructuosos. Pero si ellos no se acogen sería muy grave para ellos porque querría decir que no creen en la paz. La oportunidad es que entren para que puedan ser alternativa democrática.
¿Qué otras preocupaciones expresaron los obispos?
La Iglesia se debe renovar volviendo a sus orígenes y se analizó cómo en los primeros siglos fue estructurada, enamorada de Cristo, los cristianos llegaban a dar la sangre por Cristo. Con base en ello analizamos que de alguna manera en Colombia se pueda aplicar un proceso de formación pedagógica que llamaremos proceso de formación para la celebración de los sacramentos e iniciación.
¿Usted, qué examen le hizo al Huila durante el encuentro?
Manifesté que como dicen por ahí, no hay malas tierras sino malos propietarios. Aquí nos han faltado ministros aunque ha habido santos sacerdotes. Comenté que estoy enamorado del Huila porque su gente es hermosa y más bien me siento impotente de no poder llegar a ellos, y por eso creo que hay que formarlos. Aunque siempre hemos estado con la gente, a veces hemos dado algunas situaciones que nos avergüenzan.
¿Se habló de la pederastia en la Iglesia?
Sí, estamos poniendo correctivos aunque la perfección no existe. La pederastia se da lamentablemente en tantos grupos sociales, no es solo en la Iglesia. Lo que pasa es que los laicos tienen razón en exigirnos más caridad, lo mejor, pero los invito a comprender que la Iglesia no está conformada por ángeles, sino por personas pecadoras. Pero también somos padres y hay que corregir a los hijos. Pero estamos siendo más exigentes y preparar mejor a los muchachos en el Seminario.