Obra inconclusa en el barrio Canaima

A lo largo de la Carrera 23A del barrio Canaima se observan los sumideros de aguas lluvia sin rejilla, que hacen parte de una obra sin terminar y por la cual reclaman los habitantes del sector. A lo largo de la Carrera 23A del barrio Canaima se observan los sumideros de aguas lluvia sin rejilla, que hacen parte de una obra sin terminar y por la cual reclaman los habitantes del sector. LA NACIÓN, NEIVA En la Carrera 23A que atraviesa el barrio Canaima y conecta con la avenida hacia El Caguán y con el barrio Fronteras del Milenio, se aprecia el rastro de una obra inconclusa. En agosto del año anterior la vía fue intervenida para instalar sumideros que van a lo largo de toda la carrera. Hoy las obras se encuentran abandonadas y se han convertido en un riesgo para los habitantes del sector. La comunidad reclama por la terminación de la obra. En junio de 2011 el fallo de una acción popular instaurada por la comunidad determinó el arreglo de la Carrera 23A. La primera etapa de la obra consistía en la instalación de un colector de aguas lluvias y sus respectivos sumideros, y  la segunda, la pavimentación de la calle. En la actualidad la obra está detenida. Trabajos Los trabajos en la Carrera 23A empezaron en el mes de agosto del año anterior. Personal de Empresas Públicas de Neiva se hizo presente y en los meses siguientes adelantaron la construcción del colector de agua y los sumideros. En octubre la obra se detuvo y así continúa hasta hoy. “Los señores de Empresas Públicas empezaron bien los trabajos, luego de que el fallo de la acción popular saliera en junio de 2011. Empezaron con lo del colector y los sumideros de aguas. En octubre llegaron las lluvias y ellos pararon la obra. De ahí en adelante no volvió nadie a trabajar, no les pusieron rejillas a los sumideros y tampoco emparejaron la calle ni nada”, señaló Luz Figueroa, vecina perteneciente a Junta de Acción de Comunal. Los vecinos y líderes del lugar se han dirigido a Empresas Públicas de Neiva en busca de respuestas por la no continuación de la obra, pero no han encontrado mayores soluciones de parte de la empresa. “El presidente de la JAC se ha hecho presente en EPN, y la otra vez le dijeron que a inicios de este año volvían a continuar con la obra para colocar las rejillas, sin embargo nadie ha venido hasta ahora a seguir trabajando. Hemos escuchado que no hay presupuesto para continuar con la obra y eso nos preocupa, pero nadie nos da la cara para decirnos qué es lo que pasa”, indicó Miguel Sánchez, líder de la comunidad. Panorama El estado de la 23A es regular. A lo largo de la vía se aprecian varios sumideros de aguas lluvias sin rejilla, repletos de arena y todo tipo de basura. “Como vecinos de este barrio estamos inconformes y preocupados, porque los sumideros al igual que el resto de la obra están abandonados. No les pusieron rejillas y se han convertido en recolectores pero de tierra y mugre. Si no le ponen mano a eso, se van a taponar y después nos van a tener otro tiempo esperando mientras rompen, destapan y vuelven a poner a funcionar eso. Además el estado de la calle es el peor, eso nos ha representado que los colectivos y taxis ya no nos pasan por acá”, comentó Alba Elena Ramírez, residente en Canaima. Los sumideros sin rejillas se han convertido en un riesgo para los habitantes del sector. Según la comunidad, ya se han presentado accidentes en los mismos, que no han pasado a mayores. “Tenemos un problema con los desagües y es que al estar sin rejilla, ya hay niños de la comunidad que se han caído ahí. Menos mal que no ha sido nada grave, pero eso es un riesgo para todos, incluso para nosotros los adultos, no estamos exentos de caer en un hueco de esos”, finalizó Miguel Sánchez. EPN LA NACIÓN intentó establecer comunicación con el subgerente técnico de EPN José Manuel González Reinoso en forma personal, y por medio de la Oficina de Comunicaciones de la entidad para conocer sus apreciaciones respecto al estado de las obras en el barrio Canaima, pero no fue posible el contacto. Así se observa la Carrera 23A del barrio Canaima. Los sumideros sin rejilla representan un riesgo para la comunidad.