La Nación
Las cifras de venta de combustible en el Huila no muestran mejoría.
TEMA DEL DÍA

Ocho meses con cifras en rojo: sigue cayendo la venta de gasolina y diésel

Las cifras de venta de combustible en el Huila no muestran mejoría. Durante los primeros siete meses del año se ha presentado una disminución en la venta de gasolina (9%) y diésel (4%), aproximadamente. A pesar de que agosto no ha finalizado, el consolidado parece no ‘levantar cabeza’.

Johan Eduardo Rojas López

Periodistamultimedia4@lanacion.com.co

La venta de gasolina y diésel en el departamento del Huila, sigue a la baja y no ha mostrado mejoría durante lo corrido del 2024. Según el consolidado, ninguno de los primeros siete meses del año ha logrado superar las cifras de la vigencia inmediatamente anterior, lo que ha significado una disminución en venta del 9% para el caso de la gasolina y el 4% del diésel, aproximadamente.

Aunque el mes de julio es el de mayor repunte, eso no fue suficiente para que la cifra global ‘alzara cabeza’ y, por el contrario, el panorama no pinta nada bien para el mes de agosto que a la fecha no cuenta con datos esperanzadores.

Esta preocupación no es de poco monto dado que representa una baja de 3.236.245 galones de gasolina que en la región se encuentra en $16.005 y 785.197 galones de diésel que en el departamento se encuentra en $9.845. Lo anterior, desde luego, representa además pérdidas económicas para los minoristas, habida cuenta que, el combustible se evapora y, por ende, ni lo venden, ni lo pueden guardar por mucho tiempo.

Mientras que el séptimo mes del año cerró con 4.825.744 galones de gasolina y 3.170.119 galones de diésel vendidos; hasta ayer 29 de agosto, según el sistema de información de la cadena de distribución de combustibles líquidos derivados del petróleo del Ministerio de Minas y Energía, SICOM, el octavo mes del año tiene un consolidado de 4.216.793 galones de gasolina y 2.706.164 de diésel vendidos, es decir, por debajo de julio.

Es más, a nivel nacional, el margen minorista en el precio final, es decir, “lo que les queda”, cada vez es menos, pues pasaron de 8,9% en septiembre de 2022 – cuando arrancó la crisis del combustible-, a 6,6% en julio de 2024. De lo que no se pueden salvar es de la carga impositiva (impuestos) que de manera anticipada se transfieren al Gobierno Nacional en su gran mayoría, y desde luego, a las administraciones departamentales y locales.

Sube el valor del combustible y disminuye su venta

Luz Mila Moyano Vargas, directora ejecutiva de Combussur, corroboró que, en efecto, se continúa decreciendo en la venta de combustible no solo en el Huila, sino a nivel nacional. La razón que más ha “aportado” a esta problemática radica en el incremento de los precios de los combustibles.

Te puede interesar: “Esperamos que la justicia haga su trabajo”

“En septiembre de 2022 teníamos un valor de gasolina de $5.384 y hoy está alrededor de $10.857, es decir, se duplicó; pero en últimas a nivel nacional el galón se pagaba en $9.523 y hoy está en $15.905, porque hay que sumarle carga impositiva, transporte y otros costos. Esto se da porque el fondo de estabilización que teníamos, -que era un ahorro que se tenía para subsidiarle el combustible a los colombianos-, a partir del año 2020 esa “alcancía” se acabó y entonces iba quedando en rojo. Desde allí el Estado no pudo seguir subsidiando y, por eso, se dio el incremento”, explicó la líder gremial.

Todo eso ha llevado a que los ciudadanos hayan optado por utilizar con menor frecuencia sus medios de transporte y así se disminuya el consumo de combustible. Muchos, según Moyano Vargas, han decidido apostarle al transporte público, compartido o alternativo, dejando solamente el uso de sus vehículos para momentos de esparcimiento durante los fines de semana y en trayectos no tan largos.

La margen de rentabilidad ‘en rojo’

“Para nosotros es muy preocupante que estas cifras sigan en rojo porque las estaciones de tanqueo están dejando de vender, mientras que los costos y gastos de servicios públicos, mano de obra, seguros y demás, siguen siendo los mismos. A su vez, los impuestos siguen creciendo”, reconoció la directora ejecutiva de Combussur, quien agregó que, por la razones expuestas, los minoristas están disminuyendo el margen de rentabilidad y la inversión cada vez es más compleja.

La penosa situación los está obligando a tener que prescindir de algunos puestos de trabajo o, en su defecto, disminuir el incremento salarial por concepto de horas extras que permitían ‘alivianar’ los bolsillos de algunos empleados. Esto resulta alarmante para el sector que ha logrado sostener bastante oferta laboral, puesto que por estación de servicios “relativamente medianas”, -que son las que se encuentran en el Huila-, están generando aproximadamente 8 empleos directos y 12 indirectos.

Las implicaciones por impuestos también los están ‘asfixiando’. “La estructura del combustible tiene muchos componentes de impuestos, cerca del 55% son impuestos. Tenemos componentes de IVA que va para el tesoro nacional, o sea para Ministerio de Hacienda y Crédito Público, además, tenemos el impuesto al carbono ($167), tarifa de marcación ($9,16), de transporte poliductos ($508,91) y transporte alcohol, todo eso va al Estado. Adicionalmente tenemos otro impuesto que es la sobretasa de la gasolina que va a las alcaldías municipales que es de $1.416 por galón, mientras que la sobretasa del diésel va para la Gobernación que es de $373 por galón. Nosotros cuando compramos, pagamos por adelantado los impuestos, sin importar la situación”, argumentó la vocera gremial.

Bajo esa lógica, el ente departamental y las administraciones locales, estarían viendo afectados sus tributos porque al venderse menos combustible, a ellos les ingresa menos dinero. Sin embargo, el mayor problema para algunos, es que ciertos exmandatarios dejaron pignorada la sobretasa por decisiones políticas.

Esta preocupación no es de poco monto dado que representa una baja de 3.236.245 galones de gasolina y 785.197 galones de diésel.
Esta preocupación no es de poco monto dado que representa una baja de 3.236.245 galones de gasolina y 785.197 galones de diésel.

Están ‘amarrados’

Precisó que aún no se han cerrado estaciones de servicio porque la mayoría, por no decir todas, están ‘amarradas’. De allí que se está evaluando si se debe trabajar las 24 horas del día o definitivamente no es viable.

Sumado a eso, estudian la posibilidad de acogerse a la Ley 1116 de 2006 de Insolvencia Financiera, pero hasta el momento ninguno del Huila ha ‘echado mano’ de esa opción. Sostuvo entonces que, ya hay estaciones de servicio que están evaluando eso porque los ingresos no alcanzan. Por consiguiente, han buscado otro tipo de estrategias como tener otras líneas de negocio productivo dentro de las estaciones de servicio, aprovechando que la mayoría están bien ubicadas.

“La idea es acogernos a la ley y que el Gobierno Nacional nos de la forma de ir pagando paulatinamente. La idea es ver de qué manera podemos subsanar la problemática porque no tenemos dinero y tampoco podemos cerrar hoy porque tenemos contratos con mayoristas por X galones vendidos. Entonces si yo firmé un contrato por un millón de galones, tengo que cumplir eso para retirarme. Nosotros no podemos decir, cerramos y nos vamos por esa razón, y si no se están vendiendo tantos, pues se prolonga el tiempo. Es decir, si vendemos menos, el contrato se va alargando más”, añadió Moyano Vargas.

Estragos de la inseguridad

Expresó además que, por temas de seguridad, las familias huilenses están procurando no movilizarse por las carreteras de la región, en especial a zonas rurales, lo cual ha ‘gestado’ un ambiente más casero que no implica utilizar vehículos. Finalmente, señaló que la inseguridad también ha ‘tocado’ sus puertas, pues no solamente están azotados por la delincuencia común, sino por extorsión también.

Concluyó refiriéndose al incremento del combustible y dejó claro que, desde que el fondo de estabilización está en rojo, el Gobierno Nacional tiene que entrar a subsanar. “En este momento hay que subir el diésel porque hace varios años que no se subía, entonces, toca hacerlo, pero lo que sí creemos es que tiene que ser de una forma gradual para que no afecte a los colombianos, ni a nosotros. Es una decisión necesaria que toca saberla implementar”, enfatizó.

Y es que recordemos que, a la llegada de Gustavo Petro al Gobierno Nacional, en agosto de 2022, Colombia tenía uno de los precios de gasolina más bajos de la región, solo por encima de Venezuela y Bolivia. Era el producto de un esquema que se creó en 2007 con la idea de ayudar a evitar las fluctuaciones abruptas del precio, pero que terminó siendo enormemente deficitario para el Estado.

Por tanto, desde julio de 2022, se empezó a registrar un incremento constante que se mantuvo por varios meses. “El Gobierno Nacional, desde octubre de 2022, puso en marcha la política de disminuir el valor del subsidio a los combustibles en Colombia para poder reducir el déficit del Fondo de Estabilización de Precios de los Combustibles (FEPC)”, dijo en ese momento el Ministerio de Minas y Energía.

Lee también: Casagua aprovecha reestructuración para ‘descabezar’ más de 100 cargos

Impopular, pero necesario

Según Óscar Rujana Quintero, presidente de la Sociedad Huilense de Economistas, para tratar el impacto económico en la distribución de venta de la gasolina y diésel en la región, hay que evaluar la primera parte de la cadena, como es el alza en el precio de los combustibles, un punto que se ha venido discutiendo desde hace muchos años porque precisamente repercute en el bolsillo de los colombianos.

Se podría decir que el alza en el precio de los combustibles es una medida absolutamente impopular, pero fiscalmente necesaria; algo que resulta bastante contradictorio. No obstante, la reducción en la venta de combustibles de gasolina y diésel, afecta también la canasta familiar, el empleo y el desarrollo de la región.

El panorama nacional

La Federación Nacional de Distribuidores de Combustibles y Energéticos, Fendipetróleo, que es el gremio que reúne las estaciones de servicio minoristas en Colombia, expresó que en julio de este año se vendieron 181,57 millones galones, frente a los 196,54 millones del mismo mes de 2023, lo que significa una caída porcentual de 7,6%.

Entre enero y julio, las estaciones de servicio vendieron 109,88 millones de galones menos frente a los mismos meses del año pasado. De hecho, Fendipetróleo calcula que el sector minorista ha dejado de mover unos $1,78 billones.