La oposición siria acusó el miércoles al régimen de matar a 1.300 personas en un ataque con armas químicas cerca de Damasco, pero Rusia, aliado del presidente Bashar al Asad, la acusó de haber planificado una provocación.
Aunque el régimen ha desmentido categóricamente haber usado armas químicas y que el Observatorio Sirio de Derechos Humanos (OSDH) mencionara más temprano un balance de al menos 100 muertos que sin duda empeorará, el ataque es uno de los más violentos del conflicto y ha provocado una oleada de condenas internacionales.
El Consejo de Seguridad de la ONU realizó consultas este miércoles a puerta cerrada por iniciativa de Francia Estados Unidos, Gran Bretaña, Luxemburgo y Corea del Sur.
"Hay que arrojar luz sobre lo que pasó y seguir de cerca la situación", destacó la embajadora argentina María Cristina Perceval tras las consultas.
Numerosos países así como la Liga Árabe pidieron que los expertos de Naciones Unidos que llegaron el domingo a Siria para investigar el eventual uso de tales armas en el conflicto visiten de inmediato el lugar.
El gobierno de Estados Unidos, que hace exactamente un año fijó el uso de armas químicas como una "línea roja" para el régimen sirio, dijo estar "muy preocupado" y reclamó que los expertos de la ONU tengan un "acceso inmediato" a testigos y víctimas.
En videos difundidos por la oposición, cuya autenticidad no pudo ser confirmada, se ve a decenas de personas exánimes yaciendo en el suelo, entre ellos numerosos niños. Ninguno presenta heridas aparentes.
En uno de los videos se ve a niños recibiendo oxígeno para ayudarlos a respirar en un hospital de campaña. También aparecen médicos intentado reanimar a otros menores inconscientes.
Otro video muestra a una niña en una camilla que repite con las manos en el rosto y muerta de miedo "estoy viva, estoy viva".
Uno de los jefes de la oposición, George Sabra, avanzó ante la prensa en Estambul la cifra de 1.300 muertos en varias localidades en los alrededores de Damasco y estimó que esta matanza hacía imposible una solución política del conflicto.
"El régimen sirio se mofa de la ONU y de las grandes potencias cuando ataca cerca de Damasco con armas químicas cuando la comisión de investigación internacional se encuentra a unos pasos de las víctimas y de las regiones atacadas".
Para Sabra, "cualquier discurso sobre la conferencia de Ginebra II y las propuestas políticas son vanas cuando siguen las matanzas".
Representantes de Rusia y de Estados Unidos deben reunirse la semana que viene en La Haya para preparar la conferencia de paz internacional sobre Siria, conocido como Ginebra II, para buscar un solución política negociada por Damasco y los rebeldes.
El director del OSDH, Rami Abdel Rahmane, quien no confirmó el uso de armas químicas, habló de 136 muertos al menos y añadió que el balance empeorará "porque siguen los bombardeos y la potencia de fuego es considerable".
La operación se concentró en Muadamiya al Sham, en el suroeste de la capital, que el ejército trata de retomar, precisó el OSDH, que se basa en una amplia red de militantes en el terreno.
Expertos consultados por la AFP se mostraron prudentes, como Paula Vanninen, directora de Verifin, el Instituto finlandés para la verificación de armas químicas, "no totalmente convencida" de que se haya usado gas sarín.
"Las personas que ayudan a las víctimas" en el video "no llevan ropa de protección ni máscaras y si fuera el caso, habrán sido contaminadas y víctimas de los mismos síntomas", dijo.
Para Gwyn Winfield, especialista en armas químicas, "no hay informaciones de que los médicos o las enfermeras hayan muerto, lo cual nos lleva a pensar que no es lo que consideramos gas sarín militar, pero podría ser gas sarín diluido".
El ministro israelí de Defensa, Moshé Yaalon, aseguró por su parte que se trata de un ataque químico y "no es la primera vez".
El régimen niega el ataque químico
Las autoridades sirias denuncian estas acusaciones "nulas, sin valor y completamente infundadas", afirmó el ejército en un comunicado leído por un oficial en la televisión siria.
El Ministerio sirio de Relaciones Exteriores estimó que "estas mentiras (…) buscan que la comisión de investigación se desvíe de su misión".
Rusia acusó a la oposición de "provocación planificada de antemano".
El ministro británico de Exteriores, William Hague, espera que los aliados de Asad se "despierten" y "vean su naturaleza criminal y bárbara".
El secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, se mostró "escandalizado" y la canciller alemana, Angela Merkel, evocó "un crimen espantoso".
"Si el Gobierno sirio no tiene nada que ocultar (…) facilitará el acceso inmediato y sin cortapisas de la ONU al lugar" del presunto ataque, insistió un portavoz de la Casa Blanca.
El acuerdo entre Damasco y la ONU limita la misión de investigación a Jan al Asal (cerca de Alep), Ataybe, cerca de Damasco, y Homs (centro). Pero según un portavoz de la ONU en Nueva York, los inspectores discutieron este miércoles con las autoridades sirias acerca de otras acusaciones como las del día.
Mas de 100.000 personas han muerto en Siria, según la ONU, desde marzo de 2011, cuando se inició una revuelta contra el régimen de Asad convertida ahora en sangrienta guerra civil.