El encuentro entre el presidente Gustavo Petro y Álvaro Uribe sirvió para que la oposición le expresara directamente al Gobierno sus reparos en torno a la reforma a la salud y a su vez para que el Ministerio recalcara su postura. Además, contribuye a mantener buenas relaciones, aunque radicalmente opuestas.
CATERIN MANCHOLA
A las cinco de la tarde de ayer el expresidente Álvaro Uribe Vélez ya se encontraba en la Casa de Nariño donde más tarde se reuniría con el presidente Gustavo Petro, la conversación central fue el proyecto de reforma a la salud que cursa un lento trámite en el Congreso.
El encuentro número cuatro entre ambas figuras arrancó hacia las 5:45 de la tarde y finalizó pasadas las nueve de la noche, ambos políticos estuvieron rodeados de senadores por un lado y ministros por el otro. El café Petro – Uribe lo promovió el Jefe de Estado en un anhelo de lograr lo que él ha denominado un gran acuerdo nacional para destrabar la reforma a la salud, pero ayer no hubo tal cosa.
Petro propone reformar el actual sistema de salud que ayudó a forjar precisamente el expresidente Uribe hace 30 años.
Ayer no hubo acuerdos. Por lo menos así lo hizo saber Carlos Meisel, senador del Centro Democrático quien fue uno de los congresistas presentes en el encuentro, al que también asistió Paloma Valencia, entre otros.
El Centro Democrático solicitó retirar la reforma, pero eso no sucederá, dijo el senador.
“Fue una reunión con un debate argumentativo de parte y parte, lógicamente nosotros mantenemos nuestras diferencias que son insalvables y en eso vamos a seguir como partido de oposición. Agradecemos la reunión porque es una oportunidad donde nosotros podemos expresarle directamente al Gobierno en qué consisten nuestras diferencias y preocupaciones al sistema de salud”.
Sobre el tenso cara a cara entre la oposición y el gobierno, relató que “fue un debate donde uno defiende sus argumentos de manera firme, pero fue muy respetuoso”.
Y en definitiva “el Gobierno está abierto a seguir tomando café con nosotros y nosotros con el Gobierno, pero cada uno con su tesis”.
“Insistimos en que la reforma no es necesaria y para las cosas que quiere implementar el Gobierno no se necesita poner en riesgo todo el sistema, en eso nos seguimos manteniendo y nos vamos a mantener”, concluyó.
La contraparte
El ministro de Salud, Guillermo Alfonso Jaramillo también hizo parte ese café y entre sus conclusiones aprovechó para lanzarle sátiras a quienes dicen ser de Gobierno, pero no apoyan las iniciativas. No dio nombres, pero el mensaje fue para el partido Alianza Verde.
Expresó que ayer escucharon a la “persona más importante de la oposición y, alguien me dijo ‘usted por qué dice al pan, pan y al vino, vino’…, o uno es de oposición o es de gobierno y algunos dicen ahora que son independientes o de gobierno lo único que han hecho es hacer oposición todos los días: se salen permanentemente de la Cámara, golpean al Gobierno, en fin, yo creo que uno debe asumir una posición clara”.
El alto funcionario explicó que no accederán a las pretensiones del Centro Democrático en el sentido retirar la reforma pues esta petición no es nueva, “desde que empezamos la discusión siempre han dicho que la retiremos, yo creo que ya el debate está muy maduro; tuve la oportunidad de estar casi 16 años en el Congreso y yo nunca había visto un proyecto más debatido que este”.
El Gobierno se comprometió a contestar los requerimientos que le hizo el partido de oposición y “muy seguramente nos estaremos sentando con los representantes del Centro Democrático porque esto no ha terminado, todavía queda lo que tenemos de debate en la Cámara y sigue en el Senado. Estoy presto para consensuar”.
El debate de la reforma a la salud continuará. Ni Petro ni Uribe se habían pronunciado hasta el cierre de esta edición.
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