Se levantó ayer el Huila con la nefasta noticia de otro secuestro cometido, al parecer, por disidencias de las Farc en el municipio de La Plata, en el occidente del departamento.
La víctima es la señora Aura Embús, progenitora de Carlos Hernán Martínez Embús, exsecretario de Salud de La Plata, quien fue plagiada por sujetos armados que llegaron hasta la finca donde reside en la vereda Alto Retiro.
Sobre este secuestro, la información que se ha manejado desde el principio es que los autores estarían exigiendo una gruesa suma de dinero para proceder a su liberación.
Y todo apunta a que los responsables serían disidentes de la ‘columna Dagoberto Ramos’, estructura ilegal perteneciente al ‘Estado Mayor Central’ que comanda alias ‘Iván Mordisco’, quien está en negociaciones de paz con el presidente Gustavo Petro.
La verdad es que desde finales de 2022 y comienzos de 2023 ‘Los mordiscos’ son los que mandan en una amplia región de La Plata, en límites con el Cauca. No sólo se mueven a sus anchas sino que secuestran, cometen extorsiones, ejecutan homicidios, promueven confinamientos y desplazamientos forzados, entre otros delitos.
Tristemente, el cese al fuego decretado por Petro abrió un inmenso boquete por el que la ciudadanía ha quedado desprotegida. Y prueba de ello es la facilidad con que se está perpetrando un delito tan execrable como el secuestro.
El gobernador del Huila Rodrigo Villalba se comprometió en campaña a que haría gestión ante Petro y el gobierno para devolverles la tranquilidad a los huilenses. Es lamentable que enero y ahora febrero siga por la senda de los hechos que generan un gran clima de zozobra en la región. Obviamente, Villalba no lo puede hacer solo. Necesita el concurso de la institucionalidad, de los gremios económicos y de la sociedad huilense en general.