El Papa reafirmó los términos de su vocación de humildad, que ha presentado en los últimos días. El Papa reafirmó los términos de su vocación de humildad, que ha presentado en los últimos días. CIUDAD DEL VATICANO, AFP El Papa Francisco inauguró hoy su pontificado con un mensaje en favor de la paz y de “la ternura”, asegurando que servirá con humildad a una Iglesia Católica enfrentada a numerosos desafíos, protegiendo a los más pobres y olvidados. Ante decenas de miles de fieles -entre 150.000 y 200.000, según el Vaticano- y mandatarios de todo el mundo que se congregaron en la plaza de San Pedro para la misa, el primer Papa latinoamericano fijó en su homilía las líneas de su pontificado. “El verdadero poder es el servicio, y también el Papa, para ejercer el poder (…) debe poner sus ojos en el servicio humilde, concreto y rico de fe”, afirmó Francisco, que en sólo unos días ha dado esperanzas de cambio en una Iglesia desacreditada por los escándalos internos. El Papa del Nuevo Mundo pidió “respeto por todas las criaturas de Dios”, citando a los niños, los ancianos, “quienes son más frágiles y que a menudo se quedan en la periferia de nuestro corazón”. Vestido con una sencilla casulla sobre su sotana blanca, instó a proteger “el entorno en que vivimos”, y dirigiéndose especialmente a los responsables de los ámbitos “económico, político y social”, les invitó a no permitir que “los signos de destrucción y de muerte” guíen el mundo. La popularidad y la espontaneidad del nuevo Pontífice quedaron nuevamente demostradas antes de la misa en su recorrido en un jeep blanco totalmente descubierto por la plaza inundada de banderas de todos los países, muchas de ellas argentinas. Francisco saludó sonriente y con cariño a los fieles, besó a niños, e incluso se bajó del papamóvil en un momento para acariciar el rostro de un enfermo. Tras la ceremonia, el Sumo Pontífice, de 76 años, que por momentos parece tener dificultades para caminar, recibió una a una a las 132 delegaciones extranjeras que asistieron a la misa en medio de un estricto dispositivo de seguridad. El presidente de Ecuador, Rafael Correa, no pudo contener las lágrimas cuando llegó su turno, mientras que el presidente de Chile, Sebastián Piñera, y su esposa Cecilia llegaron cargados de rosarios para que los bendijera. También saludaron personalmente al nuevo Papa los presidentes de Brasil, México, Paraguay, Costa Rica, Honduras y Panamá. Foto AFP