Aunque no es la primera vez que un Papa lo hace, el gesto de tenderse en el suelo para orar parece amplificarse en el pontificado de Francisco. Aunque no es la primera vez que un Papa lo hace, el gesto de tenderse en el suelo para orar parece amplificarse en el pontificado de Francisco. ROMA, AFP El Papa Francisco presidió en la Basílica de San Pedro su primera Pasión de Cristo, que comenzó orando durante varios minutos tendido en el suelo. La ceremonia es parte de las celebraciones litúrgicas, que tuvieron comienzo el pasado jueves, cuando Francisco se convirtió en el primer Papa que celebra la misa de la Última Cena en un centro penitenciario para menores, por fuera de la solemnidad de la Basílica de San Juan de Letrán. Y no sólo eso: lavó los pies de 12 reclusos, incluidos entre ellos dos mujeres. Una de origen serbio y religión musulmana, la otra una italiana de fe católica. Tras la Pasión, el Papa encabezó la tradicional procesión de Viacrucis en el Coliseo de Roma. Este año, jóvenes libaneses escribieron las meditaciones en las que denuncian las injusticias de los poderosos, exigen libertad religiosa y piden a los cristianos que sigan en Tierra Santa, a pesar, incluso, de las persecuciones que sufren. La presencia muy activa y mediática del Papa Francisco parece haber renovado la fe católica en todo el mundo, donde se revivió la Pasión y Muerte de Jesucristo, incluso con representaciones en vivo en diferentes naciones. Con los más necesitados Francisco, el primer jesuita que llega al sillón de Pedro, ha dejado claro en poco más de dos semanas de pontificado que quiere un cambio para esta milenaria institución, cuya imagen se ha visto empañada en los últimos años por las luchas intestinas de poder, los sacerdotes pederastas o la turbia actividad económica del banco del Vaticano. Quizá el mensaje más contundente lo dio el Papa el jueves santo, cuando se desplazó a una cárcel de menores de Roma, ‘Casal del Marmo’, donde ofició una misa ante medio centenar de jóvenes y lavó los pies a 12 de ellos en una ceremonia que conmemora la Última de Cena de Jesús con los doce apóstoles. Poco antes, en la misa crismal, ante 1.600 religiosos pidió que vistan una “humilde casulla” y se conviertan en “pastores con olor a oveja”, en “pescadores de hombres” y sirvan a los “pobres”, a los “cautivos” y a los “oprimidos”. Mañana sábado, el Papa seguirá con el maratón de actos con la Vigilia Pascual, que celebra en la noche de Pascua la resurrección de Jesús. El Papa bautizará a cuatro adultos convertidos al catolicismo: un albano, un italiano, un ruso y un estadounidense de origen vietnamita. El domingo celebrará en la Plaza de San Pedro la misa de Pascua ante decenas de miles de peregrinos y pronunciará la tradicional bendición “Urbi et Orbi” (“a la ciudad y al mundo”). El Papa Francisco, ofreciendo su bendición en la celebración de viernes santo.