Si, se anticipó la Navidad; llegó con todos sus juguetes, a darnos la navidad, a ofrecernos el oro y el moro, por tantas frustraciones aplazadas por tanto tiempo, y quien sabe si se lleven a feliz término. Ojalá sean una realidad, y no sea una más de esas visitas de gobernante desesperado, después de tres años, ante la inminencia de su relección.
El gran regalo, fue el anuncio definitivo de su relección, contra la voluntad de la gran mayoría, que cuentan los días para que se acabe esta horrible noche, recordado por haber liderado el más detestable proceso de deterioro de la dignidad nacional, empezando desde aquel momento vergonzoso del anuncio al país de su nuevo mejor amigo al inicio de su gobierno, y la vergüenza de La Habana vendiéndole pajaritos de oro a la comunidad internacional sobre ese proceso de entrega, la serie de paros, la inestabilidad nacional a ojos vista como se dice, liderada, al decir de analistas, desde Cuba y de algunos políticos, según el mismo gobierno, afanados en pescar en rio revuelto ante la inminencia de las próximas elecciones para el congreso.
Vino a “devolver” por cuotas, así sea simbólicamente, los recursos de las regalías, con pacto de retroventa incluido, por el voto para la relección, que en un raponazo inmisericorde, patrocinado por toda la clase política, a costa de la descentralización, como principio constitucional, que solo sirve para violarla.
Vino a mostrase como el cuerpo del delito, como el gran daño que Uribe le hizo a los colombianos, según su dicho, y efectivamente así es, el habernos dicho que votáramos por Santos como el gran continuador de las políticas de Estado emprendidas desde su gobierno, para consumar el proceso liberador del yugo del narcoterrorismo liderado por las Farc, hoy otros de sus nuevos mejores amigos.
“Lo sospeché desde un principio” dijo el Chavo, y efectivamente así sucedió. La traición a toda una doctrina, a unos programas, políticas y unas convicciones, pese a la advertencia en contra de sus amigos, porque los Santos, como este, que se conozca, no han hecho cosa distinta que ser unos benefactores del presupuesto nacional con el poder de El Tiempo, son aguacates políticos madurados por el papel periódico.