El proyecto “Por medio del cual se adopta una reforma laboral para el trabajo digno y decente en Colombia” ha recibido tanto comentarios positivos como negativos y estos últimos provienen en su mayoría de los empresarios, en contraste, las centrales obreras aplaudieron la medida. Las razones.
No ha arrancado el primer debate en la Comisión Séptima de la Cámara de Representantes, del proyecto “Por medio del cual se adopta una reforma laboral para el trabajo digno y decente en Colombia”, pero ya hay decenas de análisis desde diferentes sectores.
La propuesta fue presentada por el Ministerio del Trabajo y es el segundo intento de este Gobierno por sacarla adelante. La reforma de 92 artículos incluye “líneas para que los micronegocios puedan tener seguridad social y derechos, lo mismo para que la contratación a tiempo parcial y con derechos permite que muchos sectores puedan entrar a la formalización. En lo que tiene que ver con la transición energética con los empleos verdes y azules y la reconversión laboral, como ejes del futuro que se viene en el mundo del trabajo”, destacó la ministra Gloria Inés Ramírez.
La jefe de la cartera laboral resaltó que “es una apuesta para la estabilidad laboral y para el país”.
Pero los grandes empresarios opinan algo diferente, porque garantizar esos derechos y estabilidad laboral, incrementará sus costos. Ayer el presidente de la Federación Nacional de Comerciantes, Jaime Cabal dijo que nuevamente el Gobierno Nacional “se equivoca al radicar este proyecto de reforma laboral que, básicamente, está fundamentado en el proyecto que se hundió en la pasada legislatura”. Rechazó que no fueron escuchados todos los sectores y que el Gobierna “insista en el incremento de los costos laborales”.
Para el exdirector de la Dian, Lisandro Junco Riveira de aprobarse, así como está planteada la reforma, los empresarios terminarían despidiendo personal, antes que asumir los costos laborales. Es “una nueva propuesta de reforma laboral, que traerá pobreza, despidos, desempleo, informalidad y ruina. En los 92 artículos nuevos, se mantiene la estabilidad reforzada, aumento de semana por licencia de paternidad (12 semanas), jornada nocturna inicia a las 7:00 p.m., afectación a las plataformas de la economía digital, auxilios por trabajar desde la casa y protección para trabajadores del sector minero energético”.
Por su parte el presidente de la Andi, Bruce Mac Máster señaló que en la anterior propuesta trabajaron más de ocho semanas sentados con el Ministerio del Trabajo buscando producir propuestas y alternativas “que fueran convenientes para todo el país. En esta reforma laboral trabajaremos con igual dedicación con la conciencia de la inmensa responsabilidad que tenemos con las familias colombianas”.
De otro lado, las pequeñas empresas esperan que la propuesta logre bajar la informalidad. “A pesar de que hay un capítulo, no tiene los elementos suficientes para que los micro-establecimientos entren en el torrente formal”, señaló Rosmery Quintero Castro, presidente ejecutiva nacional de Acopi. Resaltó que el desempleo nacional bajó a un dígito y eso ha sido “por el esfuerzo que ha venido haciendo el sector empresarial”, y advirtió que necesitan una reforma “con otras condiciones y características, que no sean imposiciones que desmejoren y aumentan la estructura de costos laborales”.
En ese sentido, si bien la propuesta actual del Gobierno favorecería en gran parte a los empleados formales e informales, los empresarios y empleadores no desean que se les aumenten más sus costos laborales. Quienes respaldan fuertemente la medida son, precisamente, los trabajadores sindicalizados y centrales obreras.
