París es el epicentro de la moda. En esta ciudad nació todo. Se volvió común el arte de confeccionar a la medida, se crearon los talleres exclusivos y el buen gusto que es lo que define a esta capital que sin lugar a dudas es una de las más bellas de Europa.
Lina María Polanía
La unión de su patrimonio, más su elegancia, nos dejan como resultado La Semana de la moda más visitada del planeta.
En este evento, que se celebra dos veces al año, las firmas de todos los países hacen todo lo posible por asistir para tener su propio espacio y presentar sus colecciones al público europeo.
Paralelo al calendario oficial, existen cientos de lugares que se convierten en mini shows, en donde se exhiben de todo tipo de prendas de vestir, como calzado, marroquinería, joyas, textiles y por supuesto ropa y para nuestra sorpresa, el auge latinoamericano está en su lugar más alto.
No solo las mujeres más regias del panorama fashion aman las creaciones nuestras, sino que también visitan estos showrooms en donde los diseñadores muestras sus colecciones. Cabe resaltar, modestia aparte, que el diseño colombiano está presente en la Semana de la Moda de Paris, con una lista larga de diseñadores y dos de ellas son sus mujeres más representativas en ese arte del buen vestir.
Silvia Tcherassi, fue la primera colombiana en salir al mundo a contarle de nuestra cultura tan alegre y colorida gracias a sus colecciones. Esta vez, desde Paris, me compartió esa responsabilidad que tiene al llevar en sus prendas al mundo, lo que significa Colombia. Es fabuloso conocer de cerca su nueva colección otoño invierno 2020-2021 ya que se llena de detalles románticos que se embellecen con encajes y blondas. La colección, nace a partir de lo mas importante para Silvia: las telas. La barranquillera resaltó la importancia de la elección de sus textiles, una tarea que realiza en Italia y que desde ese momento, al tenerlas en sus manos, pone a volar su imaginación para encontrarse con looks rompedores que cruzan fronteras. Las personalidades más influyentes las usan, como la Reina de Jordania o Jennifer López.
Hablar del sello “Made in Colombia” es mencionar a una Johanna Ortiz que lleva casi cinco años presentándose en París. En esta ocasión, la caleña, me contó de su nueva apuesta que sale a la venta el próximo otoño y que tituló Madame Felix. Piezas inspiradas a esa diva mexicana del cine, María Félix. Y claro, me confesó su felicidad por todo lo que esta experimentando en su carrera, en muy pocos días salen a la venta las piezas de su colección con la tienda sueca H&M y si quieren un adelanto, vienen hasta trajes de baño.
Y es que todo iniciaba así, estos eventos privados en los que los diseñadores muestran sus colecciones fueron el inicio del concepto de una semana de la moda. Se organizaban en París salones privados en los que ocasionalmente contrataban a mujeres para que lucieran los vestidos. Allí surge la palabra “défile”, a mediados de los 1800.
Para los años 20 y 30 ya los nombres más influyentes empezaban a tejer para su clientela. Coco Chanel, se caracterizaba por ser muy discreta en cuanto a su estilo, todo lo contrario a otra mujer influyente en la moda de la época, Elsa Schiaparelli, quien optaba por experimentos más surrealistas. Estas marcas organizaban sus presentaciones privadas, solo para clientes y muy pocas modelos. La diferencia era notoria a hoy en día. En aquel entonces, los diseños se protegían de tal manera que muy pocos los podían ver, para que no fuesen plagiados incluso los fotógrafos tenían la entrada prohibida, todo lo contrario a hoy. Y lo pude comprobar en el evento privado de Christian Dior al que asistí aquí en París.
Tuve la oportunidad de conocer la colección. Tener en frente todas las piezas que dos días atrás habían caminado por la pasarela. Sentir la calidad de sus textiles, ver de cerca la pedrería que muchas veces en una pasarela no alcanzamos a apreciar y que es tejida a mano en los talleres de Dior en Paris. Entrar a estos eventos es todo un privilegio y un placer para los sentidos.
