Con apenas nueve años, Paul Thomas Barnes ha enfrentado más cirugías que muchos adultos. Diagnosticado con una cardiopatía congénita, su madre decidió que la mejor opción era quedarse en Neiva, donde el programa de cardiología pediátrica de Clínica Medilaser ha transformado su vida y la de más de 220 niños del sur de Colombia.
Neiva, Huila. Paul, desde su prematuro nacimiento (siete meses), ha luchado contra una cardiopatía congénita que le fue diagnosticada a los cuatro años. Sin embargo, su historia no es solo la de una enfermedad, sino la de una familia y un equipo médico comprometidos en salvar vidas en el sur de Colombia, gracias al programa de cardiología pediátrica de Clínica Medilaser S.A.S.
A pesar de su delicado estado al nacer, nada hizo pensar a Marcela Hermida, que su hijo enfrentaría una condición cardíaca tan compleja. Cuando Paul cumplió cuatro años recibió la noticia: Dos soplos y una membrana que afectaba el correcto funcionamiento de sus válvulas que requería una intervención inmediata.
Desde ese momento, la vida de Marcela cambió. “Nos dijeron que lo mejor sería buscar tratamiento en una gran ciudad, que no había muchas opciones aquí en Neiva. Pero algo me decía que debíamos quedarnos cerca de casa, de nuestro hogar en Suaza, Huila”.
Esperanza
Esa intuición la llevó a Clínica Medilaser, donde conoció el programa de cardiología pediátrica, un servicio exclusivo que, seis años después, se ha convertido en una esperanza para más de 220 niños y niñas de la región.
La doctora Lucía Casanova, cardióloga pediátrica de la clínica, fue quien encabezó el equipo que recibió a Paul. “Una cardiopatía congénita es cualquier alteración en el desarrollo del corazón que ocurre durante la gestación. En el caso de Paul, las válvulas de su corazón no se formaron correctamente. Tanto la aórtica, la mitral y la pulmonar presentaban obstrucciones desde su nacimiento”.
La primera intervención de Paul se realizó poco después del diagnóstico, y aunque fue exitosa, la doctora advierte que en muchos casos como el de Paul, las cirugías suelen repetirse. “El problema es que las cardiopatías congénitas están asociadas a la formación anormal de tejidos. Aunque corregimos las obstrucciones y reparamos las válvulas, es probable que Paul necesite seguimiento, controles y procedimientos.
En una de las cirugías más recientes, el equipo aplicó la terapia ECMO, una tecnología avanzada que apoyó la recuperación del pequeño guerrero.
Innovación
La Unidad de Cuidado Intensivo Pediátrico de Clínica Medilaser se ha convertido en un referente para el tratamiento de cardiopatías congénitas en el sur del país. “Paul es un paciente ejemplar. Lo conocemos desde hace cuatro años, y es un niño fuerte y resiliente. Su familia ha sido un pilar fundamental en su recuperación”, comenta con orgullo la doctora Casanova.
El niño lleva de intervenciones por su cardiopatía congénita.
El programa de cardiología pediátrica no solo ha salvado la vida de Paul, sino la de muchos otros niños del Huila y departamentos vecinos. Más de 60 profesionales, entre médicos, enfermeras, auxiliares y terapeutas, están pendientes del bienestar de los pacientes. “El diagnóstico de una cardiopatía congénita genera mucha incertidumbre en las familias, pero aquí contamos con la tecnología y el equipo necesario para brindarles respuestas y atención integral”, señala Casanova.
Cifras
Las cifras son contundentes: en el mundo, 1 de cada 33 recién nacidos tendrá una cardiopatía congénita, y muchos de ellos necesitarán intervenciones quirúrgicas. En regiones como el Huila, donde el acceso a servicios especializados es limitado, programas como el de Clínica Medilaser representan una diferencia entre la vida y la muerte.