Los abuelos del rock se niegan empedernidamente a envejecer: luego de Dylan y Bowie, Paul McCartney lanza el próximo martes su primer album de inéditos en seis años, "New", en el que yuxtapone estilos y épocas junto a jóvenes productores.
El año pasado, el ex Beatle había grabado "Kisses on the bottom", un disco "jazzy" donde retomaba temas de los años 20, 30 y 40.
Tras ese disco decididamente volcado al pasado, McCartney había prometido que su próxima producción miraría al futuro. "New", su primer álbum de canciones originales en seis años, no decepciona.
Desde hace varios años, internet transformó la forma en que los jóvenes artistas hacen música, mezclando sin distinción sus propias creaciones, géneros y estilos diferentes.
Con "New" -cuyo lanzamiento mundial tendrá lugar el próximo martes en Londres-, Paul McCartney hace lo mismo… pero con estilos que él mismo contribuyó a crear.
Entre los doce temas de "New" hay guiños a los Beatles, a Wings y a sus propias obras como solista, pero puestas al gusto del día y trabajadas por un grupo de cuatro productores discográficos.
"La idea inicial era colaborar con productores cuyo trabajo aprecio, para ver con cuál me llevaría mejor. Pero resultó que me llevé bien con todos", cuenta "Macca" en el dossier de prensa.
"Hicimos algo realmente diferente con cada productor. No tenía alternativa y terminé trabajando con los cuatro. Hemos pasado buenos momentos de diferentes maneras", agregó.
McCartney eligió productores de estilos radicalmente opuestos
Mark Ronson, el más conocido de los cuatro, tiene una fuerte influencia del soul, sobre todo en "Back to black" de Amy Whinehouse.
Paul Epworth, uno de los favoritos de la escena pop inglesa, estuvo sobre todo al mando de álbumes de Bloc Party, Florence and The Machine y del "21" de Adele.
Más marcado por el rock y le folk, Ethan Johns trabajó con Kings of Leon, Joe Cocker y Ray Lamontagne.
Por su parte, Giles Martin, que produjo la mitad del álbum y los temas más variados, es nada menos que el hijo del "sexto" Beatles George Martin.
Por eso el album se escucha un poco como una playlist aleatoria: uno no sabe lo que le espera cuando arranca un tema.
"Appreciate" (Giles Martin), un largo tema psicodélico, electro y experimental, es el mejor logrado del álbum.
El frágil y despojado "Hosanna" (Ethan Johns), el encantador "Queenie Eye" (Paul Epworth), los muy Beatles "Alligator" y "New" (ambos producidos por Mark Ronson), son algunos de los más destacados.
Otros son menos convincentes, con juxtaposiciones de estilos que suenan a veces superficiales.
Apenas en algunas ocasiones la voz a veces frágil de McCartney revela los 71 años de Sir Paul.
"Es cómico que cuando pongo este álbum, la gente se sorprende que sea mío. Muchos títulos son variados y no necesariamente pegan con el estilo que uno identificaría como mío", dice.
"Realmente me gustó hacer este álbum. Es fantástico tener la suerte de estar en el estudio con nuevas canciones y productores muy cool. Nos divertimos mucho", agrega. Y al oir el álbum no se puede más que asentir.