La mitología griega trae un caballo alado, Pegaso, propiedad de Zeus, gran jefe del Olimpo. Belerofonte, uno de sus héroes, lo cabalgó, entre otras victoriosas batallas, en la que eliminó una criminal bestia de múltiples cabezas.
Quizá por esta razón mitológica NSO Group Technologies, empresa israelí de ciberinteligencia, bautizó como Pegasus el software capaz de vigilar comunicaciones solapadamente, que se instala en cualquier ordenador y puede mimetizarse con otros programas para recopilar información destinada a terceros, además, de monitorear y seguir a cualquier persona o grupo sospechoso para la política, el ejercicio o la seguridad de un gobierno. El uribeduquista, por ejemplo.
Esta versión del mitológico Pegaso fue jineteada para Colombia por Belerofontes gringos quienes ya reconocieron haber pagado los once millones de dólares a la empresa vendedora para que, al parecer, el gobierno de Duque interceptara comunicaciones ilegalmente, siguiendo el delictuoso modelo Uribe -quien pide más chuzadas Pegasus para 2026-. No obstante, los gringos mismos lo tienen prohibido para todos sus organismos oficiales puesto que dicho programa entraña altísimo riesgo porque numerosos gobiernos extranjeros espían periodistas, opositores y activistas políticos para investigaciones penales como lo denunciaron Amnistía Internacional o Human Rights Watch, entre otros.
No estoy haciendo llover sobre mojado, pero está demostrado que la plata llegó a los hangares de nuestra Policía Nacional en dos aviones privados que luego despegaron hacia Tel Aviv, según certifica la propia Aeronáutica Civil. Que están identificadas aeronaves, pilotos, itinerarios, dinero transportado en cada vuelo, etc. Entonces, si Estados Unidos puso el billete en efectivo -que ya suena extraño-, si los gringos pisaron la luna en 1969, ¿no podían haber hecho una honrada transferencia electrónica bancaria, o sin tanta voltereta transportar el multimillonario alijo directamente hasta Israel donde permanentemente aterrizan aviones norteamericanos repletos de armas, municiones y vehículos?
Quizá peor… ¿Dónde estaban Iván Duque, su aguerrido Ministro de Defensa, Comandantes de las Fuerzas Militares y de Policía, operadores de ciberseguridad nacional, los reiterados cursos de inteligencia oficial, sin que nadie viera, oyera, supiera, ni sospechara que nos estaban “regalando” $500`000.000,oo para supuestamente luchar contra la mayor bestia de múltiples cabezas como es el narcotráfico? ¿No dizque Colombia ha sido el mayor aliado de E.U. en el combate contra este flagelo?
¿Cuántas veces y por qué, gobiernos extranjeros entran y salen del país violando la cacareada soberanía nacional sin que aquí nadie sepa, no obstante, el inmenso gasto público colombiano en defensa superior a 10.700 millones de dólares, equivalente al 9,18% del gasto público total anual de esa época?
Y ahora dizque tampoco aparece el Pegasus colombiano. ¿Qué lo hicieron, quién lo tiene destruido o escondido?, ¿nadie sabe nada? Mamola. Sospecho que Duque y su cuadrilla conocen bien el gato encerrado, pero siguen creyéndonos estúpidos.