Los piscicultores del Huila, agremiados en Asopishuila, se pronunciaron ante la autorización que concedió a Emgesa la Agencia Nacional de Licencias Ambientales (Anla) para el llenado de la represa El Quimbo. Los piscicultores manifestaron que con la reducción del caudal del río Magdalena la producción acuícola se vería en serio peligro.
Representantes de la Autoridad Nacional de Acuicultura y Pesca (Aunap), el Gobierno Departamental y organizaciones sociales también se refirieron frente a la situación.
Las diferentes posturas fueron expresadas en el foro ‘El Llenado de la Represa El Quimbo y sus Repercusiones Socioeconómicas’, organizado por Asopishuila, y en el que convergieron varios actores. Se destacó la ausencia de representantes de la firma Emgesa, quienes fueron invitados pero a última hora cancelaron su participación.
Efrén Tovar, presidente de la Asociación de Piscicultores del Huila, explicó la posición de su organización frente al llenado de la represa que se realizaría en un año aproximadamente.
“A la piscicultura en el Huila se le avecina una dificultad supremamente grande. La Anla autorizó a Emgesa para que haga el llenado de la represa El Quimbo con el caudal del río Magdalena. Fueron autorizados para reducir ese caudal a 36 metros cúbicos por segundo. Todos conocemos que en la represa de Betania cuando el río en épocas de escasez de lluvia o verano ha disminuido a 100 metros por segundo se han presentado mortandades altas”.
“No entendemos cómo es posible que el Estado autoriza hacer este genocidio ambiental, por eso estamos llamando a todos los sectores de la sociedad para que tomemos medidas y definamos cómo vamos a evitar la hecatombe en el sector piscícola”, comentó Tovar.
Jorge Muñoz, vicepresidente de Asopishuila, explicó que: “Los 36 metros cúbicos es el volumen de agua que le van a permitir al cauce del río para que desemboque finalmente en Betania. En los peores momentos, cuando teníamos un caudal ecológico de 100 metros, casi tres veces lo que está autorizando Anla, hemos tenido dificultades”.
“Entonces cuando hablamos de que en promedio se están manejando 250 metros cúbicos en la zona de la obra y sólo van a permitir 36, es decir el 10 por ciento del río, significa para nosotros una caída en el volumen de oxígeno que puede generar mortandades”, expresó.
Alternativa
En ese sentido, basados en las recomendaciones de la Aunap, los representantes de Asopishuila plantearon algunas alternativas para el llenado de la represa.
“La Aunap recomienda no bajar el cauce del río Magdalena. Que el llenado se haga mucho más lento, no en tres meses sino en ocho o 10 meses y que no se haga en temporadas de bajas lluvias. Por qué, porque eso nos afecta a los piscicultores de dos maneras: uno, en temporada de baja lluvia hay menos agua en el río, en el embalse y habrá mayor mortandad”.
“Y esa temporada coincide con la época de la Cuaresma, que es la época donde la demanda del pescado aumenta, es la temporada donde nosotros debemos aumentar la producción para atender la demanda; nos parece que es equivocado hacerlo en esas épocas. Una solución sería traspasar el llenado entre los meses de mayo y octubre-noviembre del 2015 y aumentado el caudal del río Magdalena y no disminuirlo por debajo de 150 o 130 metros cúbicos por segundo”, agregó Efrén Tovar.
Aunap
Por su parte, Víctor Carrillo, director regional de la Aunap, explicó la posición de la autoridad frente a la situación presentada.
“Tenemos que garantizar el ejercicio de la acuicultura que existe en el Huila. Debemos asegurar el tercer renglón económico de este departamento, del cual derivan su sustento infinidad de familias. Con un equipo técnico venimos acompañando el proceso de delineado y determinación de cuál debería ser el caudal ecológico mínimo para generar la sustentabilidad de los proyectos que ya existen”.
“En armonía con lo que han planteado los productores, más o menos 150, 160 metros cúbicos debería ser el caudal. Estamos trabajando en ello para en la medida de lo posible llegar a un punto de acuerdo que posibilite todos los proyectos productivos”, comentó Carrillo.
De la misma forma, el Director Regional de la Aunap se refirió a las consecuencias que se generarían con la reducción del caudal.
“La consecuencia que genera un caudal bajo es que de entrada el impacto biológico-técnico en cuanto a la producción al no haber recambio, la oxigenación del agua se va al mínimo y obviamente estaríamos en peligro de mortandades que ya se han presentado antes por fenómenos climáticos y hoy por posibles fenómenos del hombre, como el llenado del Quimbo”.
“Tenemos que conseguir que ese caudal mínimo ecológico que se requiere para la sostenibilidad en la producción acuícola se mantenga. Nuestro concepto técnico dice que el caudal ecológico debe ser superior al que se ha fijado en 36 metros cúbicos”, expresó Carrillo.
Gobierno Departamental
Eladio Vargas, secretario de Agricultura del Huila, cuestionó la expedición de la licencia otorgada a Emgesa para el llenado de El Quimbo.
“La posición del Departamento ha sido muy clara, hacemos el acompañamiento institucional a un gremio que se representa como primero a nivel de producción y primero a nivel de exportación. Para mí la concesión de licencia ambiental que determinó el Anla no tuvo la seguridad técnica que requiere una decisión de estas, no tuvo el conocimiento profundo y si lo tuvo fue teórico y no pragmático”.
“Desconoció la realidad de un departamento y de unos productores que no solamente conocen el tema en teoría, sino que también lo han sabido desarrollar en el tema continental y de agua. ¿Qué pasó?, se autorizó la disminución de unos niveles de caudal que ponen en riesgo la piscicultura. Esto hay que modificarlo y entre más rápido se haga menos problemas tendremos”, precisó Vargas.
Posición de Asoquimbo
Míller Dussán, representante de Asoquimbo, expuso su punto de vista frente a la preocupación que invade al sector piscícola del Huila ante lo que sería el llenado de El Quimbo.
“Lo que escuchamos confirma lo que siempre hemos dicho. Como no se hizo un diagnóstico ambiental de alternativas, que ha sido cuestionado por la misma Contraloría General de la República, hoy estamos viendo una serie de impactos supremamente graves, que sólo ameritan la suspensión por lo menos provisional, de todas las obras del proyecto El Quimbo mientras se aclaran todos estos problemas”.
“Acá hay un alto riesgo, la piscicultura, también la seguridad alimentaria y creemos que es el momento de que todos los sectores reflexionemos sobre la necesidad de que se tomen las medidas precautelativas para solucionar este grave problema”, expresó Dussán.