Ad portas de iniciar clases, estudiantes del colegio ubicado en el barrio Puertas del Sol de Neiva, no tienen solucionadas ningunas de las problemáticas que padecieron durante meses del año
anterior.
A punto de colapsar se encuentra parte del muro que sostiene la reja de cerramiento que da acceso por el costado occidental de la Institución Educativa Rodrigo Lara Bonilla; plantel inaugurado hace tan solo dos años.
La infraestructura resultó afectada en octubre del 2019, tras obras de intervención por parte de la constructora León Aguilera. La firma, adelantó un proyecto de vivienda e invadió parte de la zona del colegio, informó la rectora del centro educativo, Luz Marina Aldana.
“Se les autorizó realizar las vías de acceso, pero entraron mucho en nuestro terreno y comenzaron a socavar el talud que sostenía nuestro cerramiento, y quedó al filo del abismo”, sostuvo la rectora.
Pero además, al lado del muro de contención está ubicado un tanque de 20 mil litros de agua, que surte a todo el plantel, cuyas tuberías también resultaron gravemente averiadas. “Las lluvias ayudaron a provocar deslizamientos y nos rompió todo, dañó las bombas de sacar el líquido y de la red contra incendios”, añadió Aldana. Este último sistema también permanece averiado.
Fueron 1400 estudiantes los que se quedaron sin servicio de agua y para quienes se debió modificar la jornada escolar. En aras de solucionar la problemática las Empresas Públicas de Neiva realizó una reconexión provisional, pero en lo que restó para finalizar el calendario académico del año 2019 debieron practicar tres intervenciones.
“Venían y hacían trabajitos superficiales; volvía a llover y volvía a dañarse”, dijo la rectora.
Por su parte la empresa también anunció, en ese entonces, que para diciembre estarían solucionando el daño, pero no se ha dado. Y aunque la Secretaría de Educación de la Administración Municipal pasada destinó $15 millones, los recursos no han llegado a la Institución Educativa.
La semana entrante será el regreso a clases, y “el derecho a la educación que tienen los niños lo están vulnerando”, rechazó Aldana.
“Yo los entiendo porque seguramente están en el proceso de empalme, es un nuevo gobierno, estamos a la espera que giren los recursos para realizar las obras de mitigación. Ellos no han pasado a las personas para las viviendas, y es porque el tanque también genera riesgos”.
A medias
El colegio Rodrigo Lara Bonilla fue inaugurado en enero del 2018 y tuvo una inversión superior a $14.300 millones. Recibe más de 400 niños y niñas víctimas del conflicto y desplazados por la violencia; y está ubicado en el barrio Puertas del Sol en la Comuna Seis, una de las zonas más vulnerables de Neiva.
Su entrada en servicio representó un hecho histórico en el Municipio ya que desde hacía 23 años no se construía un nuevo colegio público para los neivanos, pero no se culminó del todo, algunas obras nunca han estado al servicio y otras sufrieron un deterioro anticipado.
Según denunció la rectora, “hace falta parte del cerramiento, existen bebederos que nunca funcionaron, falsas columnas que se entregaron como sólidas pero resulta que eran simplemente forradas en draibol y que se dañaron con el agua. Eso lo tiene que hacer la Financiera de Desarrollo Territorial, Findeter, pero no han cumplido. Hay una cantidad de situaciones que están pendientes”.
También señaló que el tercer piso del plantel educativo requiere barandas de seguridad, el parqueadero nunca se hizo, la red contra incendios se está deteriorando internamente y tiene fugas de agua.
“Se comprometieron a pintarnos el colegio el año pasado y no lo hicieron, eso vale $140 millones aproximadamente”, sostuvo.
“Eso lo tiene que hacer Findeter Bogotá, pero también la Alcaldía tiene que ponerle el acelerador. Además que quienes se entienden con ellos es la Secretaría de Educación, yo de rectora solamente les atiendo las visitas y dejo actas de todo”.
El colegio implementó la jornada única y es un referente en Neiva en dicha estrategia, sin embargo, ad portas de regresar a clases aún requiere 5 profesores para completar su planta docente.