La prospectiva tiene relación con la capacidad de imaginarse el futuro, pero la clave al dar rienda suelta al espíritu creativo es tener la fortaleza de volverlo realidad YESID PERDOMO GUERRERO La prospectiva tiene relación con la capacidad de imaginarse el futuro, pero la clave al dar rienda suelta al espíritu creativo es tener la fortaleza de volverlo realidad y caminar hacia ese futuro deseado. El mundo es caótico, vive en constante movimiento, la globalización genera permanentes turbulencias y obliga a las empresas a pensar estratégicamente como factor clave de éxito. ¿Qué es pensar estratégicamente?, la respuesta es sencilla, es anticiparse a lo desconocido, es abordar el estudio de temas que no hacemos en el hoy, para tomar decisiones de futuro. Reaccionar en forma improvisada frente a las perturbaciones de las coyunturas económicas, sociales, políticas, legales, laborables y tecnológicas, es realmente peligroso para las organizaciones, no se debe subestimar el caos, no existe forma de mitigar los riesgos de esos escenarios turbulentos que abruptamente aparecen en el entorno, cuando no se dispone de un plan estratégico. Cuando aparecen las crisis, a veces los lideres corporativos, deciden equivocadamente abandonar el enfoque estratégico que por años venían utilizando en la empresa y en su lugar basan sus decisiones en intuiciones e instintitos viscerales, con el agravante que aparecen grupúsculos de poder, con la intención de regresar al pasado, realizando esfuerzos por compartir el poder con una lectura equivocada de los sucesos de la empresa, olvidando que “haciendo más de lo mismo”, se incurren en extra costos y no surge el pensamiento estratégico. El dominio tecnológico de la Junta Directiva se conoce por su liderazgo en “Direccionamiento Estratégico”; esta competencia exige saber leer los “escenarios de negocios”, pero interpretar dichos escenarios requiere elevar la idoneidad en la lectura del “Entorno” en aspectos económicos, sociales, políticos, tecnológicos y legales. Las empresas requieren monitorear el “Medio Ambiente” circundante de su objeto social en Colombia y realizar inteligencia de negocios para saber que sucede en otras latitudes con sus competidores. En resumen una de las tareas importantes de una Junta Directiva, es desarrollar “Pensamiento Estratégico”, entendida como la competencia para planear y resolver hipótesis y, cómo tomar decisiones hoy, respecto al futuro de la organización, con el ánimo de preservar su continuidad, sostenibilidad y perdurabilidad. Una vez la Junta Directiva aborda el desafío de la planeación estratégica basada en la ambición, el paso siguiente es la construcción de escenarios de negocios posibles en el futuro, dando lugar la definición de la visión, misión, objetivos, proyectos de inversión, asignación de recursos y toma de decisiones.