Hace 63 años el artista italiano Ludovico Consorti y su asistente técnico José Vicente Pinto, fueron los encargados de realizar cada una de las piezas que integran el pesebre, que se encuentra a 180 metros bajo tierra. Los artistas que iniciaron la obra en el año 1953 y finalizaron un año después, le dejaron a la Catedral de Sal de Zipaquirá una gran obra de arte que por esta temporada navideña es visitada por miles de personas.
Este pesebre fue tallado directamente en el sitio, con bloques de piedra arenisca traída de Sopó, Cundinamarca. En 1995 cada pieza del pesebre fue trasladada a la nueva catedral y desde ese año la imponente obra permanece ahí.
Este año en Zipaquirá vivirán una navidad única en el mundo, en una de las obras de arquitectura más emblemáticas del país. La Catedral de Sal se convertirá en un universo subterráneo de 8.500 metros, con una experiencia de nieve que recobra el espíritu de la navidad.
Además del original pesebre, también aparece la obra musical que busca rescatar el espíritu de la navidad, ‘El corazón de la navidad’ con más de 10 artistas en escena, música en vivo, maping y escenografía de alta tecnología. Un show de 50 minutos que busca acercar a la paz y el amor familiar. Las funciones se extenderán hasta el 14 de enero.
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