De pilas vamos a tener que abastecernos, si el presidente no se las pone.
Como lo he expuesto hace más de un año, cuando advertí que el país podría entrar en un desabastecimiento de gas natural durante 2025 y, en una crisis energética en 2026; lo anterior, si el gobierno nacional continua con su política anti exploratoria de energías fósiles que son la clave para contrarrestar los efectos del cambio climático. Hoy lo reitero y exijo del gobierno más atención.
Las consecuencias serán catastróficas si Gustavo Petro no deja de lado su intransigencia frente a explotación y exploración de hidrocarburos, el cual es uno de los sectores económicos de mayor impactos para el desarrollo de la nación. Encausar un plan de trabajo con los expertos de esta industria debe ser la hoja de ruta del gobierno con base en las actividades del sector petrolero y gas, con el único objetivo de enfrentar los retos ambientales como los que hoy viven los colombianos en todo el territorio nacional.
Del mismo modo, hay que tomar como referencia estos retos climáticos con el fin de dar solución a los desafíos sociales derivados de esta crisis, para de una vez por todas potenciar al máximo los beneficios económicos que estos recursos y reservas minerales le pueden generar a la población en general.
El déficit energético, además de suspender proyectos vitales y estratégicos como son los offshore, es decir, aquellos que se realizan en mar adentro y, que pueden garantizar la seguridad energética en el país, y mientras el consumo de energía de los colombianos crece al doble de lo proyectado, a su vez, pone en aprietos el panorama de desarrollo de toda Colombia; puesto que, sin el respaldo de nuevos proyectos, Colombia para 2027, sin importar la demanda o variaciones climáticas, estaría a punta de pilas o baterías para prender el radio, celular, televisor, y las demás ayudas que nos hacen el cotidiano vivir más ameno.
Sin embargo, y a pesar de los costos y limitaciones de estas baterías para mantener encendidos algunos de estos electrodomésticos, estaríamos hablando que con altísima demanda de estas utensilios, entraríamos en un almacenamiento crítico de residuos que nos alejaría de un futuro limpio, debido a sus elementos químicos y su alto peso molecular el cual hace imposible su destrucción mediante procesos biodegradables.
El país no está preparado para afrontar una crisis energética que se pueda soportar en fuentes de energías renovables o solares.
¡No más ‘Petroceso’ energético, Petro pilas!
Como lo afirman expertos, es urgente que el gobierno nacional, se ponga las pilas frente a esta inminente crisis que no solo deja a oscuras a los colombianos, sino a la industria y economía de todo un país.