Como el yoga, el método pilates abarca el cuerpo de manera global para desarrollarlo de manera armoniosa, corregir las malas posturas, restituir la vitalidad física y estimular la moral de quien lo practica. Como el yoga, el método pilates abarca el cuerpo de manera global para desarrollarlo de manera armoniosa, corregir las malas posturas, restituir la vitalidad física y estimular la moral de quien lo practica. Especial, La Nación El método pilates consiste en adoptar diferentes posturas y en efectuar movimientos en un orden preciso. El objetivo es activar todos los grupos musculares alternándo y, en ocasiones, combinándolos de manera poco habitual e insistiendo en el tren inferior (abdominales y glúteos). La mayoría de ejercicios de pilates se practican sin material, a parte de la colchoneta del suelo. Sin embargo, algunos utilizan accesorios como un balón, ya que obliga a la persona a adoptar una postura perfecta para conservar el equilibrio y no caer; una banda elástica permite realizar estiramientos y ejercicios con más intensidad así como trabajar la estabilidad. Igualmente se utilizan aros para trabajar los músculos de los muslos y barras de espuma para fomentar el equilibrio. Los ejercicios de pilates son laboriosos, pero suaves: no hay movimientos bruscos ni choces de impacto. Por tanto, es un método que va dirigido a todo el mundo. Ventajas Esta disciplina apunta a estabilizar los músculos centrales, con especial hincapié en la respiración y en la alineación de la columna. Estos ejercicios se efectúan lenta y suavemente y de manera muy controlada. Por eso, muchas veces se recomiendan como terapia de rehabilitación, para prevenir el dolor de espalda o para personas con lesiones preexistentes. Personas de todas las edades y niveles de capacidad pueden practicar este ejercicio, ya que “reeduca” al cuerpo y permite eliminar hábitos posturales. En este sentido, influye positivamente en la mayoría de los dolores de espalda, hombros y cadera. Oxigena y mejora la flexibilidad muscular, como así también la movilidad de las articulaciones. Además, este método proporciona mayor coordinación y equilibrio, ya que una de sus propósitos principales es trabajar en la relajación del cuerpo y la mente. A través del control de la respiración y de ejercicios que promueven el descanso mental, la práctica del método pilates reduce la incidencia del estrés y sus enfermedades relacionadas. Así, uno de los grandes beneficios del pilates es acercarse hacia una mayor conciencia del propio cuerpo, de los músculos y articulaciones. Recomendaciones Estabiliza tu postura: lo primero es encontrar la posición correcta para realizar el ejercicio o movimiento trabajando tus puntos fuertes (trasverso, suelo pélvico, paravertebrales) y no tu espalda y articulaciones. Respira: la respiración debe acompañar a cada ejercicio. Suelta el aire cuando tengas que hacer el máximo esfuerzo. Activa tu centro energético: estómago hacia dentro y suelo pélvico hacia arriba. Fluidez: muévete con suavidad y continuidad sin necesidad de hacer tirones. Y por último, ten control y precisión: el ángulo incorrecto puede convertir el Pilates en una actividad perjudicial. Es por esto que nada como la guía de un instructor de Pilates, sobre todo si eres principiante, para aprender la técnica adecuada. El método Pilates trabaja tanto la musculatura lumbar como la pélvica. Si estás embarazada o en pleno proceso de menopausia,hacer pilates también es muy recomendable.