La Ministra de Agricultura y el gobernador electo han revivido la propuesta de llevar a cabo siembra de peces superintensiva en la represa de El Quimbo. Para Fedeacua es una gran oportunidad, mientras que Enel afirma que sí podría ser compatible, pero con estrictas medidas.
CATERIN MANCHOLA
En su visita por el departamento del Huila, la ministra de Agricultura Jhenifer María Sindei Mojica Flórez se reunió con varias autoridades locales, entre ellos el gobernador electo Rodrigo Villalba Mosquera, y al finalizar el encuentro hubo un anuncio que, de consumarse, sería trascendental para la acuicultura del país.
La alta funcionaria anunció que en diálogo con el mandatario electo, “hablamos de avanzar en los usos multipropósitos de El Quimbo, que nos dé también una mayor posibilidad de crecimiento de nuestro sector piscícola y acuícola; el departamento es nuestro gran productor de exportación”, dijo.
Cabe recordar que en Colombia, de acuerdo con el Ministerio de Agricultura la acuicultura (cultivo, crianza y cosecha de peces, mariscos y algas), está representada por:
- La piscicultura con tilapias, truchas, cachamas y otras especies en la zona continental (97,5%).
- Y camarón blanco de cultivo en la zona marino costera (2,4%).
Los principales núcleos de producción para la piscicultura se encuentran principalmente en Huila con 39%, luego figura Meta con 11% y Tolima (9%), por lo que la región opita es de lejos el mayor productor del país.
Lo que se cultiva en la represa de Betania y se aplicaría en El Quimbo, es denominado superintensivo, este es un sistema utilizado principalmente en jaulas o jaulones flotantes en lagos o embalses, pues necesita un alto nivel de recambio de agua.
Por su parte el gobernador electo Rodrigo Villalba informó que fueron varios los temas tratados, pero puntualmente en lo que respecta a El Quimbo, el compromiso fue el siguiente. “Hablamos de las vicisitudes que hemos tenido y de las compensaciones incumplidas, de tipo productivo, en tierra y ambiental, entonces, le planteamos que era muy importante para el desarrollo turístico y piscícola del departamento, el lograr con Enel que estos accedieran a que el embalse además de generar energía sea generador de piscicultura y de desarrollos náuticos y recreacionales. Y ella se comprometió en que iba con el alto Gobierno a ayudarnos a lograr ese propósito”.
El turismo sobre este embalse es, además, una propuesta del Plan de Gobierno de Villalba.
Enorme potencial
La Federación Colombiana de Acuicultores –Fedeacua, ve con muy buenos ojos la propuesta. Así lo indicó el director ejecutivo del gremio, César Pinzón. “Multipropósito, ya es. El tema central es comenzar a producir ‘legalmente’ y para eso se necesitan unos estudios y documentos, la mayoría de estos ya se tienen, pero todavía faltan detalles para iniciar a producir, por ejemplo, el concepto de la Autoridad Nacional de Acuicultura y Pesca –Aunap”.
Son etapas que todavía no se concluyen para que esto sea una realidad, enfatizó Pinzón. Adicionalmente, “como sector productivo todavía no tenemos oficialmente el estudio de capacidad de carga, que nos dirá cuánto se puede cultivar”.
Y si bien las indagaciones previas indican que la capacidad sería de solo poco más siete mil toneladas, para Fedeacua en realidad se puede hacer mucho más, pues “El Quimbo tiene una capacidad enorme para la producción”, sostuvo. Acerca de dicha indagación preliminar que fue realizada por la Universidad Surcolombiana, “hay ciertos puntos en los que no concordamos con ese estudio porque se dice, por ejemplo, que la producción tiene que ser estacional, es decir, que en cierto tiempo se puede cultivar y en otro no, sin embargo, para nosotros eso no tiene sentido porque haría que la actividad fuera inviable”.
“A nuestro modo de ver y según el conocimiento que se tiene, no solamente de Betania sino también de otros embalses a nivel mundial, sí creo que la capacidad puede ser mayor, se puede optimizar este recurso hídrico”, resaltó.
En suma, si es posible que la Gobernación del Huila y la Ministra logren consumar la propuesta, “sería muy bueno para la producción piscícola del país y para la región, porque no solo implicaría más de tres mil trabajos directos, sino muchos más indirectos: el impacto social es muy alto. Le daría un empuje muy importante al sector, y hay un mercado nacional e internacional que demanda este producto”.
Para el director de Fedeacua, a estas alturas ya se podría producir en el embalse, el cual fue inaugurado hace 8 años y logró por primera vez su copa máxima de llenado de 720 m.s.n.m en agosto del año 2019.
Aunque “es muy temprano para decir que ya está listo para la producción y todavía no conozco el estudio de capacidad de carga que nos dirá todos estos parámetros, según lo que yo conozco, he visto y por los datos que he tenido, aparentemente a mi forma de ver sí estaría lista; pero este embalse necesitaba más tiempo para la retirada de la materia orgánica que se iba a inundar, entonces, habría que ver mediante estudios cómo está la materia orgánica en los fondos”.
Lo ideal sería continuar con el proceso, cumpliendo con los estándares internacionales para seguir conquistando más mercados, “sería excelente si realmente saliera del papel, como Federación nos ponemos a disposición para lo que requieran”, concluyó.
Anteriormente ya se había hablado del tema, pero es la primera vez que el Gobierno Nacional se apropia de la propuesta.
¿Qué responde Enel?
“Enel Colombia tiene conocimiento de la intención manifestada por la Ministra de Agricultura y Desarrollo Rural sobre la solicitud para que el embalse El Quimbo sea multipropósito”, le respondió la compañía a LA NACIÓN.
“Sobre su afirmación, la compañía se permite manifestar que los embalses El Quimbo y Betania son unipropósito, es decir, fueron construidos para la generación de energía eléctrica con el fin de garantizar la demanda de energía que requiere el país. No obstante, podrían ser compatibles con otras actividades como la pesca artesanal, turismo, piscicultura”.
Anotó que para que estas sean viables y compatibles con el propósito de los embalses, “es necesario que dichas actividades sean analizadas y definidas considerando criterios técnicos y ambientales, teniendo en cuenta la responsabilidad que cada sector tiene, sus compromisos y obligaciones para la conservación del recurso hídrico, así como de los ecosistemas presentes; y los más importante, que conozcan los criterios técnicos con los que se operan los embalses con el fin de que sus actividades se adapten a ellos”.
Es importante resaltar que de acuerdo con el Ministerio de Agricultura, el crecimiento de la acuicultura en Colombia ha sido del orden del 10% promedio anual durante la última década, con una producción de 204.942 toneladas en el año 2022; aun cuando este crecimiento es menor con respecto a otros países de Latinoamérica, supera ampliamente la tasa media de crecimiento del sector agropecuario y del conjunto total de la economía nacional.
Y a escala global, la acuicultura es el sector productor de alimentos de más rápido crecimiento, según la FAO.