Luego de que los manifestantes aceptaran las propuestas ministeriales ofrecidas por Aurelio Iragorri y Rubén Darío Lizarralde para retirarse de las vías, los campesinos iniciaron el despeje desde la madrugada del pasado martes.
En la mañana de ayer algunos continuaban recogiendo sus enseres y desarmando los improvisados cambuches. Los puntos de concentración de Bruselas, El Guamal, Aguadulce, Yamboró y Cinco Veredas, poco a poco fueron evacuados por los labriegos.
En los lugares de concentración quedó la huella de los crudos enfrentamientos que se presentaron en días anteriores con las autoridades, donde se vivieron batallas campales que implicaron gas, piedras, palos, fuego y otra serie de elementos que convirtieron el paraje en una escena de película de acción, donde el Esmad por tierra y aire desalojó a los manifestantes.
Estas escenas fueron recordadas precisamente mientras se realizaba el nuevo acuerdo realizando en el Batallón Magdalena de Pitalito, luego de las fallidas negociaciones en Bogotá; sin embargo, las asperezas fueron limadas y los campesinos esperan que en esta ocasión el Gobierno cumpla sus compromisos.
Mientras empacaba algunos víveres para regresar a su parcela, Arnulfo Cuéllar manifestó que “el balance es positivo, porque a pesar de que no quedaron todos los puntos concluidos, seguirán trabajando en la mesa temática y eso se va a dar”.
Por su parte Floresmiro Salazar, quien había bajado desde la vereda La Reserva, indicó que “esperamos que el Gobierno nos cumpla los acuerdos, que no nos vaya a hacer salir otra vez a las carreteras. Ya nos vamos, estamos tratando de dejar limpio el sitio donde estábamos”, expresó el labriego.
No más mentiras
La mujer también estuvo representada en esta manifestación campesina en Aguadulce, Flor Emilia Daza, vicepresidenta de la JAC en la vereda Barraquilla, declaró: “Estamos muy satisfechos, pero esperamos que el Presidente y el Gobierno cumpla, porque siempre nos miente o siempre nos pone por debajo a nosotros los campesinos; nosotros valemos mucho y si nos engaña pues volvemos a hacer el paro. Queremos agradecerle al Alcalde de Pitalito, que nos apoyó luego de que las autoridades nos humillaran”, concluyó la vocera comunal.
Mientras los campesinos empacaban en zorras y camperos sus enseres, cerca de 250 tractomulas y carrotanques que permanecían estancados en las bahías de las estaciones de Pitalito retomaron la carretera con rumbo hacia el norte del Huila y hacía el departamento del Putumayo.
Balance oficial
Jorge Enrique Motta Carvajal, secretario de Gobierno y Desarrollo Social de Pitalito, aseguró que el impacto sufrido por el municipio fue bastante fuerte y se tardará un tiempo en recuperar las pérdidas.
“Luego de las visitas ministeriales y de que los alcaldes arrimaran el hombro, se logró salir de este paro que tenía desesperados a los comerciantes, quienes tuvieron un balance completamente negativo. Por fortuna ya la terminal volvió a despachar vehículos, se recuperaron los contactos con proveedores, el desarrollo de la economía vuelve a dinamizarse; va a ser muy difícil, pero nos sobrepondremos a estos 15 días, está toda la voluntad de sobresalir, ya vienen las fiestas sampedrinas, estamos a mitad del Mes de las Madres, para ello pues reactivaremos la economía. Continuaremos con el desarrollo de los proyectos que se quedaron estancados por el paro agrario, ya que no había material de playa ni cemento, los daños son incuantificables, todos perdimos, pero vamos a superarlo”, expresó el funcionario.
Motta Carbajal aclaró que la Ley Seca al igual que las otras medidas extraordinarias que se habían decretado ya fueron levantadas.
“El decreto que se había emitido para mantener la calma y la sana convivencia como la Ley Seca, el porte de armas de fuego, el porte de armas neumáticas, de transporte de escombros y cilindros se levantó. Ahora lo que nos queda es prepararnos para las elecciones presidenciales, es por ello que ya se está convocando al Comité de Garantías Electorales para organizar la logística de trabajo y seguridad previa a esa jornada”, concluyó el funcionario.