La Planta de Tratamiento de la vereda Polonia, en el municipio de Villavieja, se ha convertido en uno de los principales focos de contaminación. Increíblemente la estructura, diseñada y construida hace solo dos años, no tiene la capacidad suficiente para recibir la totalidad de las aguas residuales, que finalmente terminan en el cauce del río Magdalena. La Planta de Tratamiento de la vereda Polonia, en el municipio de Villavieja, se ha convertido en uno de los principales focos de contaminación. Increíblemente la estructura, diseñada y construida hace solo dos años, no tiene la capacidad suficiente para recibir la totalidad de las aguas residuales, que finalmente terminan en el cauce del río Magdalena. CAROLINA AMÉZQUITA CASTRO LA NACIÓN, NEIVA Cinco de los 37 municipios huilenses aportan un gran foco de contaminación al río Magdalena, al no contar o mantener en funcionamiento integral las plantas de tratamiento de aguas residuales. Neiva, Campoalegre, Íquira, Teruel y Villavieja, son algunos de los casos críticos. LA NACIÓN visitó Villavieja y presenta un informe del estado actual de la estructura. Según el Procurador Ambiental, Diego Vivas Tafur, aunque desde su dependencia se hace seguimiento permanente al tema de las Plantas de Tratamiento de Aguas Residuales (Ptar), aún falta mucha conciencia a nivel de comunidad y mandatarios municipales. “La situación de las Ptar en el Huila es preocupante, si se tiene en cuenta que el mismo municipio de Neiva no cuenta con una Ptar y en aquellos municipios que dicen contar con una, no funcionan de manera integral, carecen de una atención por parte de operarios, técnicos, carecen de suministros de elementos mínimos necesarios y no tienen la capacidad para dar la solución que requiere en un momento dado toda la disposición de la material fecal”, explicó. El Procurador fue enfático al afirmar que el río debe ser protegido a como de lugar. “El Magdalena no solo es fuente de descargas sino fuente de trabajo para las poblaciones ribereñas, e inclusive para la alimentación, la pesca se deriva de allí”, dijo. Adicionalmente, el funcionario expresó su preocupación por el agravante de que muchos de los mismos municipios se surten con aguas del río Magdalena. “Nos preocupa porque no veo dentro de las decisiones de tipo administrativo ni en los presupuestos la inversión que se requiere para darle solución final a la construcción de las Ptar”, manifestó. Estudio técnico De acuerdo con el Procurador, la semana anterior recibió un requerimiento a nivel nacional para el estudio adelantado sobre los impactos ambientales sobre el río. “Es un proyecto grande que está ejecutando la Procuraduría General a nivel nacional del río Magdalena, informe social y ambiental; y con este se están dirigiendo unas encuestas a los alcaldes del departamento del Huila, donde se pregunta sobre diferentes impactos que generan en el río, no solo a nivel de descargas directas, sino también tributarios”, explicó. Vivas Tafur manifestó que en el Huila son muchos los municipios ribereños y no ribereños que hacen descargas directas sobre el río, “con esto se busca recoger la información para analizar los impactos, efectos y riesgos sobre la cuenca del río Magdalena bajo una mirada ambiental integral, es decir que se considera no solo la perspectiva ambiental, sino la integración económica y social entre entidades responsables y la comunidad”, puntualizó. Villavieja, caso crítico La Ptar en el centro poblado de Polonia, municipio de Villavieja funciona a medias. La capacidad con la que fue diseñada no cubre la totalidad de los residuos expulsados por la comunidad, los cuales finalmente terminan en un pequeño caño que desemboca en el río Magdalena. Varios factores enmarcan la situación ambiental que se registra actualmente en el municipio de Villavieja, donde en pleno siglo XXI sus habitantes aún manejan las cisternas con pozos sépticos, aseados y revisados por ellos mismos. Insólitamente, la Ptar construida hace solo dos años por Aguas del Huila y el Municipio, no funciona como debería. “La vereda Polonia sufre una serie de descargas directas, poniendo en alto riesgo su población, en salud y bienestar. El caso es preocupante y peculiar pues aunque la Ptar es relativamente nueva, no garantiza el funcionamiento integral de las aguas residuales”, expresó el procurador Agrario, Diego Vivas Tafur. El problema inició desde la realización de los diseños, en el periodo de la ex alcaldesa Tania Beatriz Peñafiel, pues según las autoridades municipales, la estructura solo recoge el 30 por ciento de las aguas residuales de la población. Adicionalmente, la deficiencia del alcantarillado también sería un factor determinante. “Registramos que se están generando una serie de inconformidades a nivel de alcantarillado, si no existe alcantarillado es muy difícil garantizar el funcionamiento de una Ptar y es clave para cualquier ente territorial que si va a construir una Ptar el sistema de alcantarillado esté resuelto”, expresó el Procurador Agrario. ‘Falta compromiso’ Según Vivas Tafur, la Administración Municipal ha sido citada en varias oportunidades a los estrados judiciales para que exponga la situación y tome cartas en el asunto. “Hemos hecho lo que nos corresponde como Ministerio Público, interponer acciones de tipo constitucional frente a los juzgados y Tribunal Superior”, dijo. Sin embargo, la respuesta no ha sido la esperada. “Es una situación grave porque uno espera que los servidores atiendan las responsabilidades y labores que les impone el cargo, infortunadamente nos toca en aras de proteger el medio ambiente acudir al reglamento jurídico porque este tema es responsabilidad de todos”, manifestó Vivas. Igualmente, el Procurador afirmó que es tan grande la falta de voluntad del Municipio que en el pasado foro sobre Ptar del sur colombiano, fueron de los pocos municipios que no asistieron, aún sabiendo los problemas que manejan es dichas estructuras. Acciones legales Vivas Tafur expresó que por el hecho actualmente cursa una acción popular contra el municipio de Villavieja. “Está en el Juzgado Cuatro Administrativo, donde se reclama la falta de planeación que actualmente genera la contaminación, provocada por descargas de aguas residuales”, dijo. Sin embargo, esta no es la única acción legal existente. “El 24 de noviembre del año pasado se llevó por segunda vez la audiencia de pacto de cumplimiento, que fue declarada fallida porque no asistió la parte demandada, el municipio de Villavieja. Esto duele porque si ni siquiera ante un juzgado se da la cara a responder si quiera por las acusaciones, qué se puede esperar de los administradores”, afirmó Vivas. Asimismo agregó que la posición del ente territorial siempre ha sido el mismo. “Nosotros solo actuamos con medidas preventivas, no tenemos medidas sancionatorias para aquellos funcionarios que no cumplan con su deber legal y constitucional. Obviamente con los fallos de los juzgados se determina si la conducta asumida por esos funcionarios amerita una sanción de tipo penal por lo daños ambientales causados”, apuntó. Vivas Tafur fue enfático al expresar que la parte ambiental incluye a cada ciudadano y su entorno. “La misma Constitución le pone cargas al ciudadano como tal y obvio a cada mandatario le corresponde organizar la prestación de todos lo servicios conforme a unos principios mínimos de eficacia, universalidad y solidaridad”. ‘Buscamos soluciones’ Por su parte el alcalde de Villavieja, Raúl Arturo Ramírez Olaya, reconoció las fallas en la estructura y manifestó que actualmente revisan las soluciones más viables. “La planta quedó mal diseñada porque es más pequeña de lo que debe ser para recibir todos esos residuos. La verdad es que la Ptar no funciona. La tubería no alcanza a descargar la totalidad de las aguas residuales. Esta solo cubre el 30%”, expresó. Lo irónico del caso, es que para una vereda tan pequeña deba construirse una nueva Ptar. “Estamos haciendo un análisis detenido con un ingeniero hidráulico, con el ánimo de hacer un diagnóstico para ver cuáles son las correcciones y poder habilitarlas”, manifestó el mandatario. Ramírez Olaya es consciente de que una sola Ptar debería recibir la totalidad de las aguas residuales. “La vereda no es muy grande, no sé como habrán hecho estos diseños, pero esta semana haremos el diagnóstico para ver que medidas tomamos”, puntualizó. Afectaciones de la comunidad A tan solo unos metros de la Ptar ubicada en la vereda Polonia, se ubican varias viviendas que deben soportar la abundancia de mosquitos y olores fétidos que expele la estructura. Salvador Vanegas, propietario de la parcela donde queda ubicada la Ptar y quien debió vender media hectárea para que fuera construida, se siente afectado con la instalación del mecanismo. “Las aguas negras que salen caen en mi parcela y por ahí se la pasa el ganado que se la puede tomar causándole afectaciones de salud. Tengo 25 cabezas de ganado y desde que construyeron esto, hace dos años se me incrementaron los gastos porque tengo que ponerles agua mucho más afuera, hacer nuevas albercas con agua del acueducto para que el ganado no beba esa agua”, expresó Vanegas. El labriego ya instauró algunas denuncias para que su situación sea tenida en cuenta y se tomen acciones al respecto. “La Alcaldía me dijo que debía venderles media hectárea para poner la planta, así que me tocó, pero si hubiera sabido que era para terminar así no la habría vendido nunca”, dijo. Para Vanegas, el problema más delicado es el estancamiento de las aguas negras en un riachuelo que normalmente está seco, pero que en temporada de lluvias retoma su cauce. “Eso no es una quebrada de agua corriente, solo cuando llueve es que sale agua por ahí, de resto permanece ahí empozada toda el agua sucia que sale”, explicó. Malos olores Para Betulia Cardozo, propietaria de la vivienda más cercana a la Ptar y que paradójicamente no cuenta con servicio de alcantarillado, los malos olores que expele la Planta son constantes. “Siempre hule mal, pero sobre todo cuando calienta mucho el sol o llueve. Eso genera demasiado sancudos y se nos enferman los niños, les da fiebre y gripa constante”, manifestó Cardozo. Entre necesidades y la pobreza que se percibe en la zona, esta familia debió dejar el baño con pozo séptico que utilizaban porque se averió y recurrir al monte para hacer sus necesidades. “Al principio cuando hicieron el pozo dijeron que ellos iban a continuar revisándolo periódicamente, pero nunca volvieron, nos tocó a nosotros mismos limpiarlo, hasta que se dañó y no pudimos seguir usándolo”, sostuvo la mujer. Increíblemente en una localidad cercana a la capital huilense, con buenas vías de acceso y a tan solo unos metros de la Ptar, esta familia no cuenta con un alcantarillado que garantice condiciones de salubridad mínimas que vayan acordes con el medio ambiente. ‘Comunidad no paga tarifas’ De acuerdo con la Corporación Autónoma Regional del Alto Magdalena (CAM), desde el año anterior vienen adelantando visitas técnicas a la Ptar. “Se pudo evidencia que la Planta no contaba con un mantenimiento periódico y se le recomendó a las Empresas Públicas de Villavieja que iniciarán esa labor, sugerencia que fue atendida; sin embargo, hay una gran cantidad de usuarios que no están conectados al sistema, por lo cual la CAM solicitó a la gerente contratar una evaluación técnica para dar solución a esa situación”, expresó un vocero oficial de la CAM. Asimismo, manifestó que a la fecha no se registra una acción concreta por parte de la administración municipal para frenar el daño en el sistema de aguas residuales, aspecto que se agudiza si se tiene en cuenta la negativa de la comunidad para pagar el servicio. “Si el Municipio presenta el proyecto con evaluación técnica y presupuestal, la CAM puede evaluar la posibilidad de cofinanciar la obra; sin embargo la comunidad no quiere pagar la tarifa del alcantarillado, por lo cual la empresa no se ha motivado en realizar ninguna gestión”. La Planta de Tratamiento de Aguas Residuales del centro poblado Polonia, en Villavieja, fue construida hace dos años y actualmente no cumple con el objetivo el cual fue creada. La estructura termina haciendo vertimiento de aguas negras en un caño que normalmente permanece seco y alberga la contaminación. Cuando llueve los residuos terminan en el río Magdalena. En la vivienda de la familia Cardozo, ubicada a tan solo unos metros de la Planta, paradójicamente no funciona el baño, ni cuentan con un sistema de alcantarillado. La cisterna fue sellada y el espacio utilizado para otros fin. En nuestro recorrido a la Planta de Tratamiento, observamos el abandono en el que se encuentra la estructura. Ni técnicos ni vigilantes custodian el terreno. Diego Vivas Tafur Salvador Vanegas Betulia Cardozo