Polémica por planta de tratamiento

La construcción de la planta de tratamiento de aguas residuales para Neiva enfrenta a los grupos de veedurías ciudadanas y a la administración local, por la posible ubicación de la construcción y el desconocimiento de aspectos técnicos y financieros del proyecto. La construcción de la planta de tratamiento de aguas residuales para Neiva enfrenta a los grupos de veedurías ciudadanas y a la administración local, por la posible ubicación de la construcción y el desconocimiento de aspectos técnicos y financieros del proyecto. Mientras la polémica continúa, los vertimientos sobre el río Magdalena contaminan al afluente. GINNA TATIANA PIRAGAUTA G. LA NACIÓN, NEIVA Para organizaciones cívicas y ambientales de la capital del departamento del Huila, es necesario discutir con calma los beneficios y desventajas de la construcción de la planta de tratamiento de aguas residuales, propuesta por la Alcaldía y las Empresas Públicas de Neiva (EPN). Las aguas residuales contaminan diariamente al río Magdalena de manera directa, ante la ausencia de un tratamiento que elimine las aguas negras producidas en las viviendas, instituciones, locales comerciales e industrias de la ciudad, tal y como lo reconoce las EPN. La planta de tratamiento es proyectada a orillas del río Magdalena después del Puente Santander. La primera etapa requiere 5,5 hectáreas por un valor de 62.000 millones de pesos. La segunda etapa se prevé para el año 2025 y se necesitarán otras seis hectáreas de terreno. La planta de tratamiento tendría un promedio de caudal diario de 1,5 metros por segundo. Existen los avalúos para la compra de los predios, los estudios y los diseños para la construcción. Análisis El análisis de la construcción de la planta se realizó ayer en el centro de convenciones de Neiva. Los líderes sociales asistentes manifestaron que la negociación de los terrenos aún no se ha realizado, no se han incluido las compensaciones para los habitantes de este sector, así como para los establecimientos educativos y comerciales aledaños. Según Fernando Silva Gómez, ingeniero sanitario, diseñador del proyecto, el terreno previsto por las EPN es apto con algunas soluciones de ingeniería. Sin embargo, al máster con experiencia de 40 años en la ingeniera sanitaria y ambiental, le preocupa que los lotes no estén comercializados. “Si se hubieran adquirido hace 20 o 25 años pues tendríamos el problema resuelto, pero a estas alturas es muy complicado”, resaltó. Urgencia Aurelio Navarro, gerente de las EPN, manifestó que analizan otros terrenos aledaños, pero la construcción de la planta de tratamiento de aguas es una necesidad impostergable para la ciudad. “Las entidades de control del Estado nos presionan para que atendamos con prontitud la contaminación ambiental sobre el río Magdalena, pero si lo hago me van a demandar porque construí”, manifestó. “Tenemos que concertar, encontrar puntos de equilibrio y avanzar. Ojalá que de todo este proceso se levanten actas y documentos para dejar claro el proceder de las EPN frente a los organismos de control. Hay que realizar una atención ambiental integral urgente en el río Magdalena”, dijo Navarro. ¡Hay que concertar! Fernando Silva Gómez, diseñador del proyecto, analizó las dificultades existentes. Hay mucha resistencia de los líderes, ¿cómo avanzar en el proyecto? Siempre es un conflicto encontrar áreas de manejo ambiental adecuadas, pero si no se hace tiempo, el proceso de urbanización avanzará más rápido. Esto hace que se incrementen los costos, porque el tratamiento de control de olores es mucho más alto. Hay que discutir el proyecto de una manera racional, en espacios académicos, evaluar y encontrar la mejor solución. Me parece enriquecedor. Hay que concertar. ¿Existen otras experiencias de viviendas aledañas a plantas de tratamiento? A sólo 100 metros de la planta de tratamiento de San Fernando en Medellín, hay viviendas de estrato medio, fábricas, industrias, bodegas. Igual ocurre en Miami, New York y en muchos lugares. Entonces, ¿cuál sería la dificultad en Neiva? El problema del proyecto ha sido la difusión, que los ciudadanos opinen, debatan y expresen sus puntos de vista, porque no han tenido el espacio. Todos somos conscientes que la planta es una necesidad para Neiva. ‘El proyecto es inapropiado’ José Fernando Mejía, veedor ciudadano y miembro del Botalón, expresó los reparos de los grupos cívicos. ¿Cuál es la dificultad que ustedes encuentran en el proyecto? Se está proyectando la compra de un lote que el mismo consultor, durante su exposición, dijo que era inapropiado e inconveniente. No se han presentado los costos de indemnización para las viviendas, centros de salud y educativos, localizados en torno a este terreno. Hay un apresuramiento de la administración. No se están socializando las decisiones que se van a implementar, ya decidieron la metodología que implementarán y se oficializó la contratación de estudios. El Municipio no tiene la financiación para este proyecto. Se debe analizar la mejor posibilidad para la ciudad y asegurar la subvención. ¡A salvar el río Magdalena! Hernán Motta, concejal de la ciudad, expresó que el río Magdalena no puede seguir siendo contaminado por los neivanos en su nacimiento. “Es una situación sumamente preocupante”, expresó.