Sobre el dequeísmo
Especial LA NACIÓN
Desde el lanzamiento de mi novela “Antes de que caiga la noche”, muchos amigos, por supuesto que amantes de nuestra hermosa lengua española y preocupados por su buen uso, me han dicho, con la circunspección necesaria, que en el título de mi obra parece darse el vicio del lenguaje que se denomina dequeísmo. Me expresaron algunos que debí titularla “Antes que caiga la noche”, porque la preposición de seguida del relativo que (de que) como aparece en ella, constituye el reprochable dequeísmo.
Cuando a partir de la escritura del cuarto capítulo se me apareció con toda nitidez el título de mi novela, me planteé el problema gramatical: ¿antes que caiga la noche o antes de que caiga la noche? Y acudí a los textos de gramática española, pero de manera especial al Diccionario panhispánico de dudas. La inseguridad me había asaltado, pese a que recordaba algo del asunto y estaba casi seguro que podía titular mi trabajo de cualquiera de las dos maneras. Hecha la consulta y por razones personales, opté por el título que lleva. Les participo, amables lectores, lo que encontré en mi indagación al respecto.
El “Diccionario panhispánico de dudas” señala: “Dequeísmo. Es el uso indebido de la preposición DE delante de la conjunción QUE cuando la preposición no viene exigida por ninguna palabra del enunciado.” (Pág. 214) (Nótese que clasifica como conjunción al relativo que)
El texto considera los siguientes casos de dequeísmo:
a. Cuando se antepone la preposición de a una oración subordinada sustantiva de sujeto. Por ejemplo: Me preocupa DE QUE no haya suficientes recursos. (Debe decirse: me preocupa que no haya suficientes recursos.)
b. Cuando se antepone la preposición de a una oración subordinada sustantiva de complemento directo, sobre todo con verbos de “pensamiento” (pensar, opinar, considerar, creer) o de “habla” (decir, exponer, comunicar). Por ejemplo: Consideraba DE QUE no era el momento oportuno. (Debe decirse: consideraba que no era el momento oportuno).
c. Cuando se antepone la preposición de a una oración subordinada que ejerce funciones de atributo en oraciones copulativas con el verbo ser. Por ejemplo: Mi intención es DE QUE todos mejoren la lectura. (Debe decirse: Mi intención es que todos mejoren la lectura.)
d. Cuando se inserta la preposición de en locuciones conjuntivas que no la llevan: a no ser DE QUE vayan todos. (Debe decirse: a no ser que vayan todos.)
e. Cuando se usa la preposición de en lugar de la que realmente exige el verbo: Insistieron DE QUE fueran todos. (Debe decirse: insistieron EN QUE fueran todos.)
Finalmente, encontré en el estudio que el mismo texto hace del adverbio ANTES que las construcciones antes que y antes de que con significado temporal son válidas ambas (Pág. 52).
No debe olvidarse: nuestra maravillosa lengua de Cervantes tiene sus aspectos gramaticales de cuidado y es necesario permanecer en estado de alerta.