Según el DANE, Mientras en Colombia decendió, en Neiva creció la pobreza, siendo la sexta ciudad con la incidencia más alta de la pobreza monetaria en el país. El 42,3% de los neivanos está en condiciones de pobreza monetaria, con un ingreso per cápita no superior a $539.393.
La pobreza extrema llegó al 12,5% (cerca de 45 mil ciudadanos), por encima de la media nacional, siendo incluso más pobres las mujeres (43,7%) que los hombres (40,8%). La desigualdad también aumentó con un coeficiente de Gini del 0,504. Esto, lamentablemente, es más hambre, más desempleo, más éxodo ciudadano y más inseguridad.
A nivel departamental, el comportamiento histórico post pandemia particularmente la agricultura, silvicultura, caza, pesca, las industrias manufactureras y las actividades artísticas y de entretenimiento han crecido, pero todas las demás actividades, intensivas en valor agregado, que en territorios desarrollados le aportan más a la economía, se han deteriorado.
El PIB del Huila a valor agregado es hoy de $14.8 billones de pesos. Comparado con otras regiones, esto es la mitad del Meta ($31.3 billones), menor en cerca de un 25% del Tolima ($19.6 billones), menor del Cauca y solo superior al del Caquetá y Putumayo, lo que demuestra los grandes retos en materia de competitividad.
Neiva, por su parte tiene un PIB de $7.9 billones, donde el comercio y los servicios representan el 72%. Un comercio que no genera encadenamientos productivos, sino, un comercio de productos terminados, en su gran mayoría importados, que en la práctica no tiene la capacidad de jalonar el empleo en gran impacto.
La realidad muestra que en la pirámide económica local y departamental, se encuentra arriba, en primer lugar, la burocracia pública como la mayor generadora de empleo, mientras en la base, la parte más angosta, las apuestas productivas con valor agregado. Esto simboliza el poco desarrollo de las apuestas productivas con valor agregado y la gran dependencia en la política, pero sobretodo por qué el desempleo y la pobreza crece.
Todo esto demuestra la necesidad de la urgencia de un plan de reactivación económica que combata la pobreza, hambre, desempleo e invierta la pirámide económica para que la apuesta sea el impulso de las apuestas productivas con valor agregado que logre jalonar el desarrollo económico de Neiva y el Huila.
NOTA 1: Las cabalgatas deben ser reguladas para evitar el maltrato animal, los excesos y el desorden. Pero no llegar al extremo de acabarlas. Regular sí, acabar no.