El salario mínimo subió $123.500 situándose para el próximo año 2025 en $1’423.500. Así usted no devengue este monto, sí le impactará el alza porque el ajuste está indexado a varios sectores. Hay argumentos encontrados entre el Gobierno y algunos economistas sobre el aumento.
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@cate_manchola
El anuncio oficial del presidente Gustavo Petro sobre ajustar el salario mínimo mensual legal para el 2025 en un 9,54% se dio a pocas horas de la Navidad, no obstante, las reacciones en contra por parte de los economistas y empresarios fueron inmediatas y no han cesado.
Esa variación en pesos se traduce en un aumento de $123.500, lo que significa que la nueva asignación será de $1’423.500. Además, el subsidio del transporte fue incrementado en $38.000, y pasó a $200.000, así las cosas, el nuevo salario mínimo nominal, incluido el subsidio de transporte, queda en $1’623.500.
La desaceleración en la inflación y la reducción de la pobreza monetaria en el 2023 fueron algunos de los argumentos del presidente Petro para decretar el ajuste. Además, “si el salario mínimo crece, hace crecer la economía, no al contrario. No es con trabajadores esclavos como crece la economía de un país, es con trabajadoras y trabajadores que ganen, que tengan dignidad en su vida”, agregó.
Contradictores
De otro lado, varios economistas, centros de pensamiento y de estudios habían enunciado que precisamente teniendo en cuenta la desaceleración de la inflación (5,2%) y las proyecciones en dirección a que seguirá moderándose, entre otros factores, el ajuste debería estar sobre poco más del 6%, lo cual representaba solo la mitad del alza que propusieron los sindicatos (12%).
Y es que los empresarios formales e informales no están dispuestos a asumir unas cargas adicionales pues lo consideran “exagerado” o, incluso, “populista”, como lo señaló el presidente de Fenalco, Jaime Alberto Cabal. “Es un aumento de aproximadamente un 68%, derivado de parafiscales y demás costos laborales”, afirmó. Cada empleado pasará a costar aproximadamente $2.440.000 al mes.
Por eso luego de conocerse el decreto, varios sectores han vaticinado aumentos de la informalidad laboral, que en la actualidad representa a más de la mitad de los trabajadores (56%); más desempleo y que más personas sin trabajo desistan de intentar acceder al mercado laboral. Así lo advirtió el Observatorio de Derecho Laboral de la Pontificia universidad Javeriana, la corporación Excelencia de la Justicia y Fenalco, entre otros.
También han recalcado que en Colombia casi la mitad de los trabajadores ganan por debajo del mínimo, según cifras oficiales del Dane.
Informalidad e inflación
El presidente del centro de estudios económicos Anif, Francisco López criticó el hecho de que en la negociación ni ahora ni antes, se tenga en cuenta la voz la de la alta informalidad. “Desafortunado que en la decisión del salario mínimo no se tenga en cuenta a los trabajadores excluidos de la formalidad. Una masa silenciosa, trabajadora, no representada y que sufre las consecuencias de aumentos no justificados en argumentos técnicos”.
Si bien el ajuste del mínimo en 9,54% luce como una buena noticia para los trabajadores formales que ganan un salario mínimo, en la práctica tendrá dos efectos primordiales, anotó el director ejecutivo de Fedesarrollo, Luis Fernando Mejía: “al encarecer sustancialmente el costo del empleo formal, inducirá aún más la contratación informal, especialmente en las microempresas”. Y en segundo lugar, “presionará al alza la inflación, retrasando la reducción de tasas de interés por parte del Banco de la República”.
De igual manera explicó que el aumento del salario mínimo para 2025 es uno de los más altos del siglo en términos reales (es decir, descontándole la inflación). Y que este incremento es similar al de 2022, “que generó efectos negativos en el mercado laboral y los precios, al aumentar la inflación durante ese año y el siguiente”.
Otro punto que tocó el presidente de Fenalco, Jaime Alberto Cabal, es el mayor costo del Estado. “El panorama fiscal se complicará aún más al aumentar fuertemente los gastos de la nómina estatal y, como por si fuera poco, el Banco de la República será mucho más cauteloso para reducir las tasas de interés. Sin duda, la decisión atenta contra la estabilidad económica del país”, subrayó el dirigente gremial.
“Es un contrasentido porque los trabajadores celebran que van a tener mayores ingresos, pero no piensan que tendrán también mayores costos”, sostuvo uno de los líderes gremiales más críticos del Gobierno Nacional.
De otra parte, los trabajadores celebran. Aseguran que el ajuste es una forma de ir reduciendo la grave brecha salarial “que los gobiernos neoliberales o empresariales nos dejaron anteriormente. Nos parece un buen resultado, un buen incremento”, afirmó la Central Unitaria de Trabajadores -CUT.