Uno de nuestros lectores comenta que la información que cada mes publica LA NACION sobre el Índice de Precios al Consumidor –IPC– no siempre se interpreta como debe ser y por lo tanto no siempre corresponde a la verdad. Por: Marta Eugenia López B. Defensora del Lector E-mail: defensoradellector@lanacion.com.co Uno de nuestros lectores comenta que la información que cada mes publica LA NACION sobre el Índice de Precios al Consumidor –IPC– no siempre se interpreta como debe ser y por lo tanto no siempre corresponde a la verdad. Como se sabe, cada mes el Departamento Administrativo Nacional de Estadística –DANE–, emite unos boletines mediante los cuales da a conocer, entre otras informaciones, el Índice de Precios al Consumidor que el ente determina mediante la denominada “Encuesta de gastos de los hogares”. En el caso de Colombia, la encuesta cubre en la actualidad una muestra de 24 ciudades del país y sus áreas metropolitanas y corresponde al comportamiento de los más importantes productos de la “canasta familiar”, conformada en la actualidad por 520 productos, clasificados por grupos: Alimentos, Vivienda, Transporte, Salud, Educación… Al establecer la variación de precios de los productos de la canasta familiar, el IPC permite cotejarlos temporal (por periodos: mes|año) y espacialmente (por ciudades) y determina el Índice de inflación. Con base en la información suministrada por el DANE correspondiente al mes de enero de 2012, el domingo 5 de febrero LA NACION tituló en una página interior de la edición dominical: “Neiva, entre las 10 ciudades más costosas” con un antetítulo que decía: “Colombia, inflación de 0,73 por ciento en enero”. En el desarrollo de la noticia en mención se afirmaba, entre otras cosas, que Colombia registró en enero pasado “una inflación del 0.73%, informó el estatal Departamento Nacional de Estadística (DANE), que señaló que este aumento de los precios es inferior en 0,18 puntos porcentuales al registrado en enero de 2011, cuando el alza fue del 0,91%. La ciudad de Neiva, con 0,68% fue la octava capital con mayor variación de precios al consumidor…”. Un día después, bajo el título: “Alimentos y salud, lo más costoso en Neiva”, LA NACION amplió la información suministrada por el DANE en la página de Economía. En ésta, quien redactó afirmaba entre otras cosas que “La compra de alimentos al igual que los gastos de la salud, vivienda y el costo de la educación siguen siendo los gastos básicos más costosos que han pagado los neivanos en lo que va corrido del año” y que “El Departamento Administrativo Nacional de Estadística (DANE) indicó que en enero en Neiva el costo de vida se encareció 0,68 por ciento, siendo los alimentos (1,16 por ciento), salud (1,13 por ciento), vivienda (0,72 por ciento) y transporte (0,33 por ciento) los gastos más onerosos para los neivanos”. Decía también el artículo que el informe del DANE “precisó que el costo de la vida en Neiva está por debajo del promedio de inflación nacional, ubicado en 0,73 por ciento”. Dos cuadros referentes a la Variación del Índice de Precios al Consumidor en Neiva y Florencia, ilustraban la información. De acuerdo con nuestro lector, doctor Carlos Ernesto Cabrera y teniendo en cuenta que la variación del Índice de Precios al Consumidor determina la inflación, es decir el crecimiento generalizado y continuo de los precios de los bienes y servicios, el hecho de que Neiva haya ocupado el octavo lugar entre las ciudades con mayor variación de precios al consumidor (0,68%), no significa necesariamente que se ubique automáticamente entre las diez ciudades más costosas del país, porque una cosa es la inflación y otra, el costo de la vida. Nuestro lector argumenta que la información del DANE lo que indica es que Neiva fue una de las diez ciudades donde más variaron los precios de los productos y servicios de la canasta familiar, es decir que en enero fue la octava ciudad de Colombia con mayor Índice de inflación y que para saber si es o no una de las más costosas tendríamos que determinar los precios de algunos productos y servicios en esta ciudad y compararlos con los precios de esos mismos productos y servicios en otras ciudades del país, en los mismos periodos. Razón tiene nuestro lector puesto que al representar la variación de los precios de los bienes y servicios de los hogares urbanos colombianos y permitir estudiar y observar la evolución de la inflación, mes a mes, en términos porcentuales, el Índice de Precios al Consumidor se constituye en uno de los principales indicadores de la situación económica, más no en el indicador del costo de vida. Para comprenderlo mejor, volvamos a ver los datos que presentó LA NACION sobre la Variación del IPC en Neiva en los grupos con mayor variación en el último mes informado por el DANE. A diferencia de las cifras de diciembre donde hubo variación de precios negativa, en enero el IPC en todos los grupos fue positivo. Enero de 2012: Alimentos 1,16%; Vivienda: 0,72%; Vestuario: 0,05%; Salud: 1,13% Transporte (0,33%) y Educación: 0,01 (Información dada a conocer en febrero de 2012). En este orden de ideas, al entender lo que afirman los especialistas en el tema: que el IPC es indicador de inflación y estimador del costo de vida, no un índice de costo de vida ya que tiene grandes diferencias con él, los titulares y la información que se refieren a la variación de precios se deben referir a si la inflación fue mayor o menor respecto del mes anterior en la ciudad y en el país y no hacer alusión al costo de vida para no confundir y preocupar a los lectores. Para que los periodistas podamos interpretar mejor la información proveniente del DANE, este ente podría incluir en sus informes análisis más claros y precisos que interpreten mejor los cuadros que presenta. Mientras esto se da, los responsables de esta información en LA NACION podrían acudir a un buen economista o especialista en estadística, bien sea del mismo DANE, de otra entidad o particular para que ayude a interpretar de una manera más clara y precisa estas cifras que revelan cómo marcha nuestra economía y así puedan ser asimiladas y entendidas por todos los lectores, ya que el tema nos toca a todos.