Las estructuras oculares que están principalmente en riesgo por la exposición a los rayos UV son la piel del párpado, la conjuntiva, la córnea, el cristalino y la retina. Según datos de la Organización Mundial de la Salud Las estructuras oculares que están principalmente en riesgo por la exposición a los rayos UV son la piel del párpado, la conjuntiva, la córnea, el cristalino y la retina. Según datos de la Organización Mundial de la Salud, OMS, aproximadamente 18 millones de personas en el mundo han quedado ciegas a causa de las cataratas. LA NACION, Bogotá No solo la piel puede sufrir daños causados por la exposición al sol, sino también los ojos pueden desarrollar algunas enfermedades graves a corto y largo plazo. “Pterigión, degeneración macular relacionada a la edad, inflamación de la conjuntiva, retinopatía solar, daño en la córnea, cáncer en la conjuntiva y en el parpado, hasta ceguera causada por cataratas son algunas de las enfermedades que pueden presentar los ojos por exponerlos diariamente al sol, sin una protección ocular adecuada”, destacó Nubia Bejarano Varela, optómetra. Los efectos causados por los rayos del sol inciden diariamente en los ojos, lo cual genera un daño acumulativo que favorece la aparición de alteraciones visuales ya sea de tipo agudo o crónico. De allí la importancia de proteger los ojos del sol desde la niñez con unos lentes de alta calidad, que se adapten automáticamente a los cambios de luz presente en el ambiente, y que además tengan la propiedad de bloquear al 100% los rayos UV, brindando una alta protección ocular. La exposición sin una adecuada protección ocular a los rayos ultravioletas pueden generar a corto o largo plazo diferentes enfermedades en los ojos tales como: Ø Pterigión: es un crecimiento anormal de tejido sobre la córnea, que se inflama con facilidad ante la exposición al sol u otros agentes irritantes. Quién lo padece tiene sensación de cuerpo extraño en el ojo y presenta ojo rojo. Ø Fotoqueratitis: es una inflamación del tejido corneal inducido directamente por luz UV y se caracteriza por dolor, sensación de un cuerpo extraño, hipersensibilidad a la luz y visión borrosa. Ø Pingüeculas: es un nódulo amarillento y pequeño en la conjuntiva cerca de la córnea. Es más frecuente en personas que reciben gran cantidad de radiación solar y puede aumentar de tamaño en un período de muchos años. Puede presentar molestias por la sensación de cuerpo extraño en el ojo. Ø Retinopatía solar: se desarrolla después de una exposición intensa y sin protección a la radiación UV. Se puede observar en los soldadores, en individuos que monitorean las condiciones del cielo o del mar, y en las personas que se broncean. Ø Catarata: Opacidad en el lente “cristalino” del ojo que dificulta la visión, afecta a más de la mitad de los adultos mayores de 65 años y su incidencia incrementa 25 por ciento más en las personas que sobrepasan los 75 años de edad. Ø La Degeneración Macular relacionada con la Edad: es una enfermedad que afecta la visión central de las personas. Se produce cuando comienza a deteriorarse la mácula en edades avanzadas y por absorción directa de rayos UV. Ø Melanoma ocular: es el tumor (cáncer) intraocular primario más común en los adultos y la segunda localización más frecuente para el melanoma primario después de la piel. Ø Carcinoma Basocelular de los párpados (Cáncer en los párpados): su crecimiento es lento. En la mayoría de los casos no produce dolor ni molestia en su inicio. En la medida que avanza se puede presentar enrojecimiento del ojo o del parpado afectado con sensación de comezón. Destacadas La exposición a la radiación UV, además de las enfermedades oculares, también puede afectar la agudeza a través de efectos de difusión de luz en la córnea y el cristalino, produciendo una disminución en la agudeza y sensibilidad de bajo contraste.