Su papel como mediadora en situaciones tensas y su impacto en la seguridad de Neiva convierten a Leidy Johana Varon, en un ejemplo de determinación y servicio público, destacando el papel crucial de las mujeres en la Policía, específicamente en la Unidad de Diálogo y Mantenimiento del Orden, (Undmo), antes Esmad.
Por: Brayan Smith Sánchez
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En el corazón de La Dorada, Caldas, nació una figura que irradia dedicación y valor en cada palabra que pronuncia. Leidy Johana Varon Talero, de 27 años de edad es integrante destacada de la Unidad de Diálogo y Mantenimiento del Orden (Undmo) número 7 de Neiva, nos recibe con el uniforme impecable y una sonrisa que refleja el orgullo de servir a su comunidad durante los últimos cuatro años.
“La Unidad se enfoca en manejar disturbios, manifestaciones públicas y asegurar los derechos humanos”, comparte con una determinación palpable. Además de cumplir roles como escudera y speaker, esta unidad ha adoptado el papel crucial de mediadores, priorizando el diálogo antes que cualquier acción coercitiva.
Su experiencia ha sido un desafío constante, compartido igualmente por hombres y mujeres. Leidy destaca los entrenamientos rigurosos y la formación continua en derechos humanos y tácticas básicas como pilares fundamentales de su preparación. Constantemente, se someten a un reentrenamiento intensivo para fortalecer habilidades y garantizar un desempeño óptimo en el campo.
Entre los desafíos, menciona con sinceridad el temor personal que enfrenta cada vez que sale a un procedimiento. “Soy hija, hermana, tengo una pareja”, confiesa, revelando la carga emocional de su labor. Sin embargo, su compromiso con retornar a salvo a casa refuerza su determinación.
La mujer ha enfrentado pruebas significativas, como la compleja situación de los disturbios en 2020, donde su equipo protegió tanto bienes como vidas. Su contribución a la seguridad y bienestar de Neiva y Colombia, se ve en su papel como garantes de derechos humanos y en la priorización del diálogo en situaciones tensas.
Leidy, también reflexiona sobre la integración de las mujeres en su unidad. Aunque reconoce los desafíos, enfatiza la solidaridad y el compañerismo que definen su equipo. “Somos una familia unida”, dice con gratitud.
El día a día implica horarios estrictos, capacitaciones continuas y servicios a la comunidad, todo alineado con la seguridad y bienestar de la región. A pesar del peso simbólico y físico del uniforme, lleva su responsabilidad con honor y profesionalismo, inspirada por el apoyo y el orgullo de su familia.
Al reflexionar sobre su trayectoria y el futuro, no duda en alentar a otros a seguir sus pasos. “Los sueños no se cumplen sino que se trabajan”, aconseja con convicción. Para ella, la Policía Nacional no solo es una profesión, sino una plataforma para crecer personal y profesionalmente, haciendo uso de su formación en administración de empresas para enriquecer aún más su servicio.
Con humildad y determinación, Leidy Johana Varon Talero personifica el compromiso de las mujeres en el servicio público. Su historia es una inspiración para todos aquellos que buscan hacer una diferencia, recordándonos que la valentía y la dedicación no conocen género ni límites cuando se trata de proteger y servir.