El Gobierno Nacional plantea eliminar el régimen simple de tributación, que fue creado para incrementar la formalidad empresarial y laboral, pero no ha funcionado, concuerdan los economistas. Hay división entre acabarlo o mejorarlo.
Diversidad de posturas por parte de los economistas del país, ha tenido la propuesta del Gobierno Nacional de eliminar el régimen simple de tributación a partir del año gravable 2025.
A este régimen pertenecen exclusivamente las micro y pequeñas empresas, cuya carga tributaria es menor, no obstante, muchas empresas medianas y grandes han logrado ‘colarse’ para reducir sus impuestos.
Con la propuesta de reforma tributaria se busca que todas esas personas naturales y jurídicas pasen a los regímenes tradicionales, además, se complementa con un esquema de tarifas marginales, donde las más pequeñas tributen menos.
El régimen simple fue creado con el objetivo de incrementar la formalidad, así como simplificar el sistema de tributación de las micro y pequeñas. Tiene como base gravable “los ingresos de las compañías y no la renta líquida, lo que facilita su liquidación”, explicó MinHacienda. Asimismo, integra distintos tributos, “como el IVA y el Impuesto de Industria y Comercio (ICA), en una única liquidación y, además, ofrece beneficios asociado a las cotizaciones a seguridad social realizadas por los empleadores”.
Sin embargo como ya se dijo, la evidencia disponible indica que “no ha cumplido con los objetivos para los que fue creado”, subrayó MinHacienda. “En lugar de fomentar la formalización empresarial, ha sido utilizado como un mecanismo para reducir el pago de impuestos de personas naturales y jurídicas que ya hacían parte de los regímenes ordinarios”, precisó. Y expuso que desde su creación, el 55% de los contribuyentes que ingresan han migrado desde el régimen ordinario. Solo en 2023 y 2024 el porcentaje ascendió a cerca del 65%.
De esta manera la evidencia demuestra que la mayoría de los contribuyentes que han optado por ese sistema especial, “ya eran formales, por lo que el objetivo de formalización empresarial no ha sido cumplido a cabalidad”, aseveró.
A favor
Están de acuerdo con suprimir ese sistema especial porque no ha sido exitoso, centros de pensamiento como Fedesarrollo.
Ayer el director ejecutivo, Luis Fernando Mejía explicó que, “puntualmente sobre el régimen simple, yo creo que las políticas públicas deben juzgarse no por las intenciones sino por los resultados. Y la razón por la cual nosotros no estamos convencidos de la efectividad del régimen simple, tiene que ver con los resultados y yo creo que el dato que ha puesto el Gobierno sobre la mesa es demoledor: el gobierno en esta ley de financiamiento dice que dos terceras partes, el 66%, de los declarantes del régimen simple vienen del régimen ordinario, es decir, son personas que vienen de pagar impuestos más altos”.
“Es un debate interesante”, anotó durante el congreso de Confecámaras en Cartagena. Sin embargo dejó claro que “no es conveniente” llevar a cabo una reforma tributaria en este momento por las condiciones fiscales del país.
En contra
De otro lado, para el centro de estudios económicos Anif el régimen simple se debe “mejorar”, “pero no eliminarlo”. Indicó que si bien puede estar siendo utilizado para “arbitrajes tributarios, en particular por la inclusión de actividades de servicios profesionales”, el sistema se ha vuelto un vehículo útil para “simplificar la carga tributaria de empresas de menor tamaño”.
Anotó que de aprobarse la reforma, las micro y pequeñas empresas tendrían que pagar una tasa de “renta corporativa del 27%” y enfrentarían una gestión tributaria más compleja.
Así las cosas, es “mejor perfeccionar el actual régimen y no acabarlo”, insistió. “Eliminar el Simple, cambiando las reglas de juego para las empresas que se formalizaron, es un mensaje que desalienta medidas similares que busquen reducir la informalidad empresarial”.
La voz de los empresarios
Uno de los gremios claves en este debate es la Asociación Colombiana de las Micro, Pequeñas y Medianas Empresas -Acopi, por hacer parte de los directamente impactados con la propuesta; el sector se pronunció anoche sobre el proyecto de reforma del Gobierno Nacional.
“Frente al régimen simple de tributación no hay resultados concluyentes en la investigación académica frente a si cumple con su objetivo de formalización. Acopi ha señalado que no se contrapone a la tarifa diferencial y que, en gracia de discusión, el régimen simple puede ser funcional al proceso inicial de formalización (transitorio), pero no reemplaza el régimen ordinario”.
El ministro de Hacienda Ricardo Bonilla ha dicho ante diferentes medios nacionales que la propuesta de eliminar este sistema especial vino del gremio.
Ayer Acopi resaltó “que el Gobierno haya reconocido la necesidad de una tarifa diferencial de renta para las Mipyme”.
De otra parte, en lo que respecta al régimen ordinario también destacó varios aspectos positivos y realizó recomendaciones. Dijo que “ciertamente este proyecto, con su Ley de Financiamiento o Reforma Tributaria, reconoce y plantea una disminución y diferenciación de la tarifa nominal de renta a las empresas; lo cual es positivo y recoge la propuesta que ha sido liderada por Acopi desde hace más de ocho años, pues contribuye a la liquidez y competitividad de los micro empresarios. No obstante, con la redacción actual de la norma quedan excluidos de este beneficio la pequeña y mediana empresa que, en justicia, deberían ser incluidas”.
Finalmente sobre la reforma en general y los demás artículos se declaran “ altamente preocupados”, exhortaron a la revisión de todo el texto con minucia, al debate y a tener en cuenta la voz de los directamente afectados.
